CASTELLÓ. Ede presenta su primer disco Lucero. Fue el año pasado cuando salió a la venta su álbum debut, si bien no era una desconocida para la industria. Su single Tranquila acumula casi un millón de escuchas en Spotify y ha acompañado a Xoel López en sus giras como vocalista, pisando no pocos escenarios, muchos en macrofestivales. Es, sin embargo, con Lucero donde por fin se muestra al completo. En él habitan diez canciones, cuyas letras hablan de amistad, de desamor y de espiritualidad. "Un disco para mí es una cura", manifiesta la cantante.
-¿Cómo llevas el lanzamiento de tu primer disco?
-Está siendo un viaje, pero bonito. Sobre todo porque han sido muchos meses trabajando, encerrados en un estudio pensando en si va a gustar y si se va a recibir. Y ahora al girar y ver que la gente se sabe tus canciones, pues es un chute. La promo tiene una parte más negativa, porque tienes que abrirte un hueco entre tantos proyectos que hay en España, pero está yendo bien.
-Han pasado tres años desde la primera canción del disco. ¿Te sientes totalmente identificada con él? ¿O hay una Ede distinta en algunos aspectos?
-Hay una Ede distinta, pero a la vez el trabajo sonoro que hicimos me dejó muy tranquila. Me reafirmo mucho en el disco. Sí que 'Lobas' es una canción que casi no toco en directo, porque la escribí de muy pequeña y me noto más lejana. Por lo general no escucho mis canciones, pero cuando un amigo las pone en la radio de su coche me gustan. Ahora quiero explorar otras cosas, pero me parece un primer buen disco. A veces se reniega de los primeros discos, a mi no creo que me pase.
-Decías en otra entrevista que prefieres no ser demasiado explícita en tus canciones. Aunque te sirven de desahogo, prefieres hacerlo con sutileza. ¿Por qué?
-Eso me sucede más cuando hablo de feminismo. Pero estoy en busca de una lírica propia. Admiro mucho a Maddy Beyton, acabo de sacar una canción con ella, y creo que tiene una capacidad enorme de decir lo justo y necesario de manera muy bonita. No le hacen falta muchas metáforas y en eso estoy yo. También son épocas, pero estoy dejando espacio para ver qué sale de mi.
-En Caballo ganador hablas de una industria que no te acaba de convencer por sus normas. "Los focos no me calientan el corazón", revelas. ¿Sientes una constante lucha entre querer dedicarte a la música y no estar del todo de acuerdo con lo que comporta?
-Sí, siempre lo digo. Es una profesión que tienes que estar ida de la olla, porque una persona cuerda diría qué es esto. Yo por suerte me rodeo de personas increíbles. Escucho a gente decir que está lleno de buitres, pero no sé dónde están, yo no los tengo cerca. Lo que sí que me parece agotador es cómo cambia el mercado constantemente y todo parece importante y urgente. Cuando escribí esa canción estaba cansada, de hecho. Pensé, si todo esto es lo que tengo que hacer para dedicarme a la música, no sé si quiero hacerlo. Pero también hay cosas preciosas, fue un bajón.
-Sois muchas las cantantes que reconocéis que las giras se os vienen cuesta arriba. Miley Cyrus afirmaba meses atrás que no quiere cantar ante miles de personales. ¿Por qué algo que parece lo más atractivos de la música, es tan difícil de sobrellevar?
-Las giras son muy cansadas, si es para Miley Cyrus que lleva un equipo de 20 personas, imagina para una emergente que prácticamente hacemos todo yo y mi banda. A mi me gusta tocar y compartir, pero la giras en sí son agotadoras. Te haces tres bolos en un finde y es mucho coche, carga y descarga. Además, al principio te preocupa si vas a vender entradas para cubrir gastos. Siempre lo digo, soy poco rock and roll para las giras. De hecho, ahora estoy más parada, tengo menos volumen de conciertos y estoy bien. Pero es una cosa por la que tienes que pasar. Hay ciudades que hemos tocado en segunda vuelta, como Granda.
-A ti, ¿qué te empujó a ser cantante?
-Realmente cantar fue algo divino y de Dios y profesionalizar un salto de fé. Un acto un poco kamikaze. Fue poco a poco, estaba estudiando interpretación, pase a hacer micros abiertos y todo fue muy paulatino. He tenido suerte, aparte de que me lo he currado, pero he topado con la gente adecuada. Fui de gira con otro músico más importante y cuando me quise dar cuenta me estaba dedicando a esto. Ahora, he currado mucho y en otras cosas, he puesto copas y he dado clases.
-Lucero es tu primer disco, pero no tu primer lanzamiento. ¿Cómo ha sido el camino hasta lograrlo?
-Pues al principio no encontraba productores. Publiqué el EP Tranquila y tenía un sonido propio, pero estaba desesperada porque pensaba que nunca sacaría mi disco. Así que cuando por fin pude trabajar en él, llevé al estudio muchas maquetas que prácticamente estaban hechas, como 'Las niñas' y 'Amapolas'. Había curro previo hecho. Fue más rápido eso que la búsqueda anterior.
-Acompañar a Xoel López en sus conciertos te sirvió de escaparate, pero, más allá de esto, ¿qué aprendizaje te llevaste?
-Me hice un máster, fueron cuatro años de gira. Al final pude currar en escenarios muy grandes y aunque no lo parezca, como vocalista ganas tablas. Ves la industria y te ayuda a saber qué quieres ser y qué quieres cambiar de todo esto.
-Además del single con Maddy Beyton, ¿te gustaría hacer un disco con colaboraciones?
-Sí, en Lucero no hubo por una cuestión meramente artística. No quería meter a alguien forzado, sino hacerlo desde cero. Ahora estoy preparando más y de hecho, una va a salir en poco. También a finales de este año habrá una colaboración importante para mi.