ALICANTE. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) será el encargado de dirimir el conflicto que arrastra desde hace casi un lustro la cañada real de la costa, una vía pecuaria histórica que atraviesa el sur de Alicante desde Murcia, a su paso por Torrevieja. El colectivo Ecologistes en Acció ha llevado al Alto Tribunal la revisión que del camino realizó la Conselleria de Agricultura en la pasada legislatura (aunque la revisión se aprobó ya en 2019, con el actual Consell) para adaptarla a la realidad urbanística de la zona, y 'salvar' de esta manera las construcciones que a lo largo de los años la han invadido.
El conflicto se centra en el paraje de Lo Ferris, el último punto de la costa torrevejense que queda sin urbanizar, y por donde pasa la citada cañada. En 2016, la empresa inmobiliaria Ferris Hills, originaria de Madrid pero propietaria de suelo en el litoral alicantino (el holding de la familia Murcia Vela es, entre otros, accionista y consejero del Hotel Bali), valló una parcela de su propiedad en pleno palmeral junto al mar, por donde pasaba la cañada, y saltaron las alarmas.
Fue entonces cuando quedó en evidencia el estado de abandono de la cañada, que nunca fue deslindada ni señalizada (pese a quedar definida en un BOE de 1975), y el pentapartito que gobernó Torrevieja entre 2015 y 2019 pidió a la Generalitat que actuase para reponer el terreno al camino protegido. Sin embargo, el Consell optó por una tercera vía en la revisión de la cañada: adaptar el ancho o el trazado del camino a cada zona, de forma que respetase no solo la finca vallada por Ferris Hills sino otras construcciones existentes en el litoral de Torrevieja.
Una decisión contra la que los ecologistas que en Alicante lidera Carlos Arribas presentaron alegaciones primero (en 2018), un recuso de alzada después (en 2019), y finalmente un contencioso administrativo en el TSJ, que tendrá la última palabra una vez agotada la vía administrativa. El subsecretario de Agricultura, Alfonso Puncel, firma una resolución publicada este jueves en el DOGV para emplazar a personarse en el procedimiento a otros interesados, entre los que podrían contarse los particulares con propiedades sobre la cañada, como la citada empresa o un restaurante de la zona.
Los ecologistas argumentan que el vallado de Ferris Hills interrumpe la cañada original clasificada en 1975, que el Consell ha reducido su ancho de 75 metros (porque no solo era zona de tránsito ganadero, sino también de pasto) a 10 o 20 según el tramo, que la reclasificación no garantiza la continuidad de la cañada (no solo el vallado de Ferris Hills, hay "numerosos obstáculos que habría que remover"), y que el Consell ha introducido parte del camino dentro del mar, algo que la Generalitat atribuye "a la subida del nivel por el cambio climático", entre otras cuestiones.
Según la clasificación aprobada por la Generalitat y denunciada por Ecologistes, el actual trazado de la cañada real de la costa se ve interrumpido por el agua en Lo Ferris (en lugar de rodear la cala), por el vallado de parte del palmeral de Ferris Hills, por el restaurante Nautilus, por tres manzanas de edificios del casco urbano, por dos urbanizaciones, la N-332 y el canal de Las Salinas. Algo que para los Ecologistas "no tiene ningún sentido", dado que se trata de un camino por el que puede transitar ganado.
La Conselleria ignoró además a finales de 2019, al confirmar la nueva clasificación de la vía pecuaria, un informe de la Dirección General de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, que rechazaba que la cañada discurriese junto al agua, en la zona de dominio marítimo-terrestre, y confirmaba la anchura histórica de 75 metros. El Consell no tuvo en cuenta dicho informe, según los Ecologistas, porque lo consideraron extemporáneo.