ALICANTE. En las tierras de la comarca alicantina de la Marina Alta, en pequeños bancales de suelos calcáreos y pedregosos, así como en otros terrenos más fértiles y arcillosos, se producen las distintas variedades de uva que, desde hace más de medio siglo, se vienen recolectando y procesando en Bodegas Xaló, una cooperativa vitivinícola donde las raíces, la historia y la tradición se dan la mano con la vanguardia para elaborar caldos de la más alta calidad. Más de seis décadas de dedicación y devoción por el vino en sus distintas versiones. Toda una vida de compromiso por la excelencia que ahora se ha materializado en nuevo tesoro enológico: el vino Duquesa de la Vall, un tinto de edición limitada marcado por su intensidad aromática.
Elaborado exclusivamente con uva de cepas viejas de la variedad autóctona giró, este caldo ha madurado nueve meses en barricas de roble francés y después ha sido afinado, durante casi dos meses, en ánforas de barro de hasta mil litros, que han sido traídas desde Italia hasta las instalaciones de la cooperativa. Unas tinajas que retrotraen el proceso de producción hacia las costumbres ancestrales y que aportan a este vino claros matices que lo distinguen y lo conforman como una sublime y exquisita referencia enológica, de la que solo se han elaborado 5.980 botellas, haciéndolo todavía más único. “Representa la filosofía de la propia bodega y su metodología de elaboración de vinos de alta calidad en su búsqueda permanente de la excelencia”, resalta José Juan Reus, presidente de la cooperativa.
Por su parte, el enólogo de la bodega, Sergio Balaguer, apunta que, con el auge de las variedades antiguas, se ha decidido “explorar el potencial que tiene la variedad giró, que ha permanecido en cierto modo olvidada, pero que posee cualidades excepcionales”, asegura el experto. “Desde hace una década nos hemos dedicado a promover la calidad de nuestros vinos y a desmitificar la idea de que el moscatel solo produce vinos dulces”, afirma. Una misión conseguida con este cautivador caldo, elegante y equilibrado, que combina notas frutales con matices balsámicos y tostados.
Tal y como describe el enólogo experto de Bodegas Xaló, en la intensidad aromática de Duquesa de la Vall destaca el papel de la fruta madura, con notas de madera y café. Un resultado para el que es determinante el tiempo en barrica, que enfatiza la integración perfecta entre la madera y la fruta, así como su posterior afinado en las ánforas de barro, de un mes y medio o dos meses, en función de la añada, otorgándole finalmente un 13,5% de grado alcohólico. Un vino del que se guardarán entre 6 y 12 botellas para estudiar posteriormente su evolución.
De esta forma, calidad e innovación, sin olvidar la historia y la tradición, son conceptos que se hacen patentes no solo en el propio producto, sino también en el nombre y el diseño de la etiqueta del vino. Duquesa de la Vall refleja la riqueza histórica y cultural de este territorio, haciendo homenaje a la Duquesa de Almodóvar, cuyos vínculos con Xaló han inspirado el nombre de esta nueva referencia de la bodega. Un vino que cuenta con una botella diseñada por Alba López Soler y que simboliza las profundas raíces agrícolas y culturales de la Marina Alta, atrapando la esencia de su vínculo con el vino.