Vista del exterior de la droguería Autoservicio del Hogar que ha decorado a fachada de su establecimiento con motivos navideños. Foto EFE/MorellALICANTE (EFE/Miguelina Galiano). Materiales como telas, cartón, globos, silicona y un cúter. Con estos recursos, Miguel Ángel Montero, propietario de una perfumería en Alicante, ha convertido el mostrador de su negocio en un pueblo repleto de pasteles navideños.
Casas de galleta, bastones de caramelo, muñecos de Navidad y un sinfín de detalles que transforman la estética de esta tienda, ubicada en Virgen del Remedio, uno de los sectores más humildes de la capital alicantina, en una visita imprescindible para cualquiera que aprecie la decoración tradicional de estas festividades.
Estos 'espectaculares' montajes comenzaron en 2019, y Miguel Ángel Montero ha conseguido ganar el premio al mejor escaparate navideño durante varios años, que otorga el Ayuntamiento de Alicante.
Su autor, un creador entusiasta, dedica incontables horas a montar la 'fachada' de esta droguería, según ha admitido en declaraciones a EFE-TV. Intenta que sea una sorpresa, aunque "muchas cosas", ha revelado, las diseña, las pinta, las pega y las ensambla en sus "ratos libres".
Este año, Jesús, su padre, ha tenido problemas de salud y no ha podido ayudarle tanto como en otras ocasiones, pero aún así ha colaborado pintando algunas piezas. Miguel Ángel Montero, casado y con dos hijas, ha manifestado que su motivación es su barrio, alejado del centro de la ciudad, donde cada vez quedan menos comercios.
La presidenta de la asociación de vecinos de Virgen del Remedio, Mari Eva Coloma, se ha acercado a la tienda para admirar este escaparate y, en declaraciones a EFE-TV, ha afirmado que "el comercio pequeño es muy importante para que un barrio funcione". También ha subrayado que Miguel Ángel Montero se supera "año tras año" con sus creaciones.
El aludido ha reconocido estar cansado tras el montaje de su llamativo escaparate, pero ha manifestado que "cuando empieza a venir gente", le compensa el esfuerzo físico realizado para la puesta a punto de su escaparate.
La decoración podrá verse hasta que pasen las fechas navideñas, pero después no se tira. El año pasado se donó a un centro de discapacitados de la vecina localidad de San Vicente del Raspeig, donde los beneficiarios lo usaron para montar una hoguera (monumento creado para ser quemado en las fiestas de Sant Joan, en junio).
