Una aeronave junto a la terminal de pasajeros del aeropuerto Alicante-Elche Miguel Hernández. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. El operador aeroportuario estatal Aena dio este viernes el pistoletazo de salida al primer acuerdo administrativo que encarrila la ampliación de la terminal de pasajeros del aeropuerto Alicante-Elche Miguel Hernández. Ese acuerdo consiste en la convocatoria del concurso para contratar la redacción del proyecto, lo que ya supone un primer desembolso estimado de 19,8 millones como presupuesto de licitación (aunque se admiten propuestas a la baja).
La ejecución de ese proyecto debe permitir que el aeródromo provincial gane capacidad operativa para procesar vuelos de al menos 26 millones de pasajeros anuales, según los cálculos anticipados por el ministro de Transportes, Óscar Puente, el pasado mayo, en una de sus últimas visitas a Alicante. Con todo, fuentes de Aena consultadas indicaron que esa capacidad de crecimiento podría ser todavía superior.
Todavía no existe una cifra cerrada sobre la inversión que supondrá la ejecución de esas obras de ampliación -máxime, porque depende del proyecto definitivo que se acabe diseñando- aunque el mismo ministro llegó a anticipar un importe preliminar de cerca de 600 millones. En todo caso, habrá que esperar a que se autorice y se refleje la consignación de fondos en el Documento de Regulación Aeroportuaria -el instrumento de planificación de infraestructuras- DORA III para el periodo 2027-2031 en el que queda encajada su ejecución, según confirmó Aena este viernes.
Esa precisión conlleva que las obras deberían como mínimo, iniciarse, en ese periodo, aunque su finalización podría extenderse más allá de 2031, como ya pasó con la construcción de la terminal actual de pasajeros, incluida en el denominado Plan Levante para el periodo 2005-2011. Por lo pronto, el concurso sobre la redacción de proyecto licitado ahora parte con un periodo de ejecución de 60 meses (cinco años), dada la complejidad del conjunto de actuaciones a diseñar. De hecho, para gran parte de ellas se requiere de tramitación ambiental, lo que conlleva plazos prolongados, según fuentes de Aena. En todo caso, otros no quedan sujetos a ese condicionante por lo que su redacción se irá solapando. E incluso existiría la posibilidad de que parte de ellos pudiesen iniciarse de forma escalonada, en la medida en que fuesen disponiendo de todos los beneplácitos necesarios.
Pasajeros en espera de embarque en la terminal actual. Foto: RAFA MOLINA¿Cómo se organizará la ampliación a ejecutar? De acuerdo con la memoria previa que sirve como base para la convocatoria del concurso, la terminal actual crecerá mediante la construcción de un nuevo dique o brazo extendido en paralelo a la pista de operaciones. La prolongación de ese edificio se situará sobre la antigua terminal (T1), ahora en desuso, que deberá ser derribada por completo, según fuentes consultadas. Pero, además, también se extenderá sobre el edificio (de menor tamaño) de la terminal de Aviación General: la reservada a vuelos privados, de avionetas o de escuela de formación. Ello implica que deberá construirse una nueva terminal sustitutiva que canalice esa actividad.
Con ello, se acabará disponiendo de una nueva terminal ampliada en forma de 'L' -que encajará con el edificio del aparcamiento de larga estancia y con el aparcamiento general- gracias a la construcción de ese nuevo dique en el que se dispondrán puertas de embarque adicionales. De ahí el incremento de la capacidad operativa pretendido. Además, permitirá habilitar un nuevo puesto de control fronterizo centralizado para organizar el tráfico procedente de países de fuera del espacio Schengen.
Al tiempo, la prolongación de ese dique será compatible con otro proyecto paralelo, pendiente de desarrollo: la llegada del ferrocarril con la construcción de una estación integrada en el recinto aeroportuario. Esa actuación -que forma parte del proyecto de construcción del nuevo trazado ferroviario por el interior de la conocida como Variante de Torrellano- queda en manos de otro de los brazos del Ministerio de Transportes: el ente Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que ha venido manteniendo reuniones de coordinación con Aena para cuadrar tanto el punto de llegada como la ubicación de esa parada interna.
De ahí que se trate de dos actuaciones que no generarán interferencias, toda vez que el emplazamiento seleccionado para la disposición de las vías en su conexión con el aeropuerto se situaría en el extremo opuesto de la terminal al espacio en el que se acometerá la construcción del nuevo dique. En concreto, la llegada de las vías y la parada ferroviaria se situará al este de la terminal, entre su edificio y el de los aparcamientos, y el trazado de la carretera N-338.
Por el momento, se trata de una obra pendiente de plazos definitivos, aunque la inclusión del proyecto en la red transeuropea de transportes por parte de la Unión Europea (lo que garantizaría su financiación con fondos Next Generation) supondría que su ejecución debería ajustarse a un horizonte temporal concreto: la fecha de 2030.
