ALICANTE. La unión hace la fuerza, y en el caso del panorama emprendedor, esta afirmación cobra más sentido. Las startups impulsadas por el Parque Científico de Madrid, Quasar Science Resources y Wooboat han tejido una alianza con el fin de proporcionar cartografía interactiva de las praderas de posidonia oceánica, la planta endémica del mar Mediterráneo, así como de arrecifes de coral y otros productos dirigidos a establecer y asegurar la calidad de las aguas costeras.
Se trata de crear estas imágenes, con cartografía desarrollada por Quasar, que incrustan en una aplicación desarrollada por Wooboat para la localización y el seguimiento de embarcaciones por medio de los sistemas PaaS MAIS cuyo propósito es controlar y recopilar datos de áreas marinas con un perímetro definido denominado "vigilancia integrada de área marítima". En esta unión, la integración de ambas soluciones proporciona una respuesta perfecta, según aseguran desde las empresas, para proteger de manera activa distintas zonas marinas de, por ejemplo, el anclaje ilegal encima de estas praderas.
La startup Quasar lleva dos años desarrollando el cartografiado de las praderas de posidonia por medio de imágenes satelitales. Estas imágenes están proporcionadas por las misiones Sentinel del programa Copernicus de la Comisión Europea. Quasar participa del programa de incubación ESA BIC Comunidad de Madrid.
En septiembre de 2019, Quasar lanzó el prototipo de la plataforma, denominada Simbad, que permite explorar la cartografía de la zona de las Islas Baleares. Por otro lado, Quasar ha empezado a explorar la extracción de nuevos productos de las imágenes Sentinel para incluirlos en Simbad, en concreto productos relacionados con el control de la calidad de las aguas costeras.
Además, del sistema de cartografía, la posidonia es una fuente de estudios y proyectos de innovación. Y es que, una de las mayores garantes de la calidad y de la limpieza de las aguas de las costas mediterráneas, la posidonia oceánica, podría servir, además, para la creación de nanocristales. Estos son un nuevo tipo de materiales de gran resistencia con una gran potencial de usos e investigación. Precisamente, un grupo de investigación del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA) ha patentado un método para tratar residuos de hojas de posidonia y transformarlos en nanocristales. Una investigación que fue solicitada por el CSIC y cuya base, los restos de la planta marina, surgieron del litoral de Calp.
En concreto, este desarrollo patentado es un proceso para obtener nanocristales mediante tratamiento ácido a partir de biomasa lignocelulósica de la posidonia oceánica que se acumulan en las costas. Asimismo, el invento responde la creación del micromaterial y de su uso. Así el equipo de investigación que ha logrado el desarrollo está formado por Amparo López Rubio, Marta Martínez Sanz e Isaac Benito González, dentro de IATA.
Los nanocristales obtenidos se pueden utilizar para fabricar films, nanorefuerzos y distintos tipos de geles. Y el potencial uso de cada uno de ellos depende de su consistencia y estado. Los llamados films son películas continuas de este material o bien solo, o bien combinado con otros polímeros. Se podrían usar para el desarrollo de estructuras de envasado o transporte, materiales de ingeniería de tejidos o para aplicaciones electrónicas.