ALICANTE. Si hay dos instituciones que vienen funcionando con un mismo patrón, esas son las diputaciones de Alicante y Castellón, las dos del PP, pese a tener una situación política diferente. En Castellón, Javier Moliner tiene mayoría absoluta; en Alicante, César Sánchez, está con mayoría simple. Pese a ello, este martes, Castellón ha logrado aprobar sus presupuestos con la abstención de sus principales grupos de la oposición -Ciudadanos, PSPV y Compromís-, al satisfacer parcialmente las pretensiones del Gobierno valenciano: habrá más dinero para las ayuntamientos, pero sin entrar específicamente en un fondo de cooperación conjunto, como pretendía la Generalitat.
La Diputación de Castellón incrementa la partida para ayuntamientos en cuatro millones de euros y la sitúa casi en 12 millones de euros. Pero se hará incrementando la partida de los planes de obras y servicios, pero con el reto de que el reparto de ayudas sea objetivo y que se destine fundamentalmente a infraestructuras, aunque también habrá partidas para servicios.
Pero mientras en Castellón ya hay presupuesto y ha sido consensuado con los principales partidos de la oposición, en Alicante, el área de Hacienda, gestionada por el diputado Carlos Castillo, todavía está en la ronda interna de departamentos para ver sus prioridades. Todavía no hay con la oposición: al menos, PSPV y Compromís -aunque también Esquerra Unida- esperan con ansia una llamada del PP para intentar trasladar sus propuestas. Tanto socialistas como nacionalistas confirman que están a la espera, sobre todo, tras la buena voluntad mostrada por el PP en el último pleno, que se comprometió a dialogar y a incluir los criterios objetivos en el reparto de ayudas. Y es que si el PP no logra sumar ningún voto más o una abstención, como lo que ha ocurrido en Castellón, tendrá que sacar las cuentas con el respaldo del concejal tránsfuga, Fernando Sepulcre, ex de Ciudadanos.
Ahora, aunque es cierto que la Generalitat y la Diputación tiene un cita pendiente para abordar el asunto del fondo de cooperación territorial, la aprobación del presupuesto de Castellón y el modo elegido para el reparto de las inversiones, abre el campo de opciones para que las cuentas de Alicante obtengan algún respaldo más. Actualmente, la Diputación destina unos 70 millones de euros en inversiones a través del plan de obras y servicios y el plan de obras financieramente sostenibles -el que se ejecuta con los remanentes de tesorería- .