Fotos: RAFA MOLINAELCHE. Mientras que la Diputación de Alicante ya ha puesto fecha al concurso internacional para el anteproyecto del Palacio de Congresos ilicitano, es decir, la propuesta de diseño, la entidad sigue avanzando en otras cuestiones ahora más en un segundo plano como la sede de la Glorieta, el antiguo casino con un tamaño de 3.000 metros cuadrados. Si para el Palacio el hito al que se quiere llegar es el 1 de septiembre para impulsar el concurso, con la sede se firmará la compra-venta oficialmente el próximo lunes 10 de junio.
Una rúbrica con la Fundación Mediterráneo por la que la entidad provincial pasará oficialmente a ser la dueña del inmueble. Hay que contextualizar que hasta ahora lo que ha hecho la Diputación es adjudicar y aprobar la compra del inmueble, lo cual se hizo vía concurso público, pero como tal aún no tiene las llaves del edificio. Será a partir de este lunes, con la firma de la compra-venta, cuando la administración que preside Toni Pérez se haga dueña y pueda entrar para avanzar en su puesta a punto.
A este respecto, si bien técnicos de la Diputación han visitado con anterioridad las instalaciones para comprobar su estado, no se ha podido avanzar más porque la propiedad del antiguo casino aún era de la Fundación Mediterráneo. Este jueves el concejal y diputado provincial Juan de Dios Navarro recordaba que hará falta "una gran inversión", como es evidente si se visita por dentro el complejo, sobre todo con problemas más serios en la tercera planta, y en general de unas dimensiones enormes. "Se está trabajando con equipos responsables para la cesión del espacio, que necesitará una reforma importante, y que mantendrá la sala de exposiciones para todos los ilicitanos, porque lo que no queremos es generar ningún perjuicio".
En retrospectiva, se aprobó la adquisición del inmueble en el último pleno del año de la Diputación, en diciembre de 2023, por 4.694.634 euros. Un proceso que tuvo su miga porque la única oferta presentada al concurso en el que la Diputación buscaba una sede emblemática en el centro fue al de la fundación. Pero se el proceso se declaró desierto porque la primera propuesta había sido de 5,3 millones de euros, un sobreprecio de 700.000 euros, según la entidad provincial. Para reconducir la situación se les ofreció un negociado sin publicidad para sortear tener que volver a licitar, y finalmente, tras el visto bueno de la Fundación, la operación llegó a buen puerto.
Paralelamente, y como estaba previsto, ha habido que esperar este tiempo porque Diputación tiene que pagar ese monto con el remanente del ejercicio 2023, el cual se liquidó hace poco más de un mes, a finales de abril. Ahora que ya dispone del dinero y puede disponerlo, es cuando se ejecuta la compra aunque estuviera aprobada. De hecho, de ese mismo sobrante del presupuesto del año pasado es de donde también se financia el diseño del Palacio de Congresos de Elche, con 320.000 euros (no estaba incluido en el presupuesto de este año), aunque habrá que esperar al tramo final del año para el concurso. Ahora, una vez la Diputación asuma ya la titularidad del inmueble, queda un largo proceso por delante: primero saber qué se hará con el edificio finalmente (se han mentado colecciones pictóricas del Gil Albert, abierto a colectivos, sala de exposiciones, posible sede de Suma...). Y después diseñar actuaciones, reformas y ejecución de las mismas para un espacio de 3.000 metros cuadrados. Una parte importante del patrimonio de la Fundación Mediterráneo, que en Elche está también cediendo al Ayuntamiento el uso de otra de sus joyas, el Hort del Xocolater, a cambio de su mantenimiento.
