La explanada de los muelles 7 y 9 del Puerto en las que se proyecta la construcción del centro de congresos de Alicante. Foto: RAFA MOLINA ALICANTE. Ahora sí. La Diputación y el Ayuntamiento cuadran agendas, después de varios anuncios públicos previos (el último, este diciembre), y cierran filas para impulsar el diseño del futuro centro de congresos comprometido en terrenos del Puerto hace ya cerca de dos años, en abril de 2021. Las dos administraciones prevén dar el pistoletazo de salida al concurso de anteproyectos sobre el edificio (en el que se incluirá, también, el centro de operaciones de Suma) en un acto público que- salvo modificación de última hora- ha quedado concertado al mediodía del próximo lunes (lo que habría forzado el adelanto de la reunión del Patronato de Turismo prevista para esa misma hora) en el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), según confirmaron fuentes consultadas.
Ese concurso permitirá seleccionar al gabinete de arquitectura que deberá redactar el proyecto con los parámetros básicos prefijados por la comisión técnica constituida entre las dos administraciones, con apoyo externo de entidades colaboradoras como el Colegio Territorial de Arquitectos. Entre esos requisitos, por ahora solo se han dado conocer algunos primeros detalles, como el hecho de que su estructura no podrá rebasar en ningún caso la altura del inmueble del centro empresarial de Panoramis. Es decir, que no podría exceder del equivalente a dos plantas sobre rasante.
Esa limitación se compensaría con la posibilidad de que el edificio pudiese crecer desde el subsuelo para encajar el auditorio del gran salón de actos que se pretende, con capacidad para acoger a 2.500 personas, al margen de otras salas de menor aforo con carácter polivalente. Y, además, también se habría concretado que el perímetro de todo el edificio (que ocupará una parcela de entre 16.000 y 20.000 metros cuadrados solicitada al Puerto) debe ser transitable, con lo que se descartaría que el inmueble pudiese extenderse hasta la lámina de agua.
De igual modo, también se ha apuntado cuál podría ser el importe estimado de su construcción, que se situaría en una horquilla de entre 50 y 55 millones: la Diputación asumiría dos tercios de esa inversión, mientras que el ayuntamiento aportaría el último tercio, toda vez que no se ha concretado una posible cofinanciación por parte de la Generalitat. En todo caso, el coste dependerá del proyecto que acabe siendo seleccionado en el concurso. En su convocatoria, se ha previsto un premio de 250.000 euros, además de un porcentaje del presupuesto de ejecución de las obras.
La convocatoria del concurso se produce, así, a dos meses de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo en las que el presidente de la Diputación y presidente del PPCV, Carlos Mazón, aspira a convertirse en presidente de la Generalitat, y en las que el alcalde de Alicante, Luis Barcala, también concurrirá con el objetivo de revalidar la vara de mando municipal.
No obstante, a esa cita con las urnas no se llegará con obras en ejecución, como se había llegado a anticipar en la firma del protocolo de colaboración entre administraciones, firmado en febrero del año pasado, en el que se pactó la financiación del edificio y su modelo de gestión, una vez que se pusiese en funcionamiento, a partir de la constitución de un consorcio específico.
Entonces, se apuntó la previsión de que la construcción del edificio pudiese licitarse a principios de este año para comenzar durante el primer semestre: es decir, en la antesala de los comicios. Según ese calendario inicial, se preveía disponer del anteproyecto redactado (el objeto del concurso que se prevé poner en marcha ahora) durante el pasado verano. Sin embargo, la tramitación de las bases ha a acabado demorando todo el proceso hasta ahora.
De hecho, tampoco se dispone de la cesión efectiva del suelo de los muelles 7 y 9 por parte de la Autoridad Portuaria, toda vez que no existe todavía un proyecto de ejecución redactado y, además, tampoco se ha completado la modificación del ordenamiento urbanístico interno que permite encajar su construcción en ese emplazamiento. En todo caso, sí se acaba de culminar una primera fase de ese proceso, el de la revisión de la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP), que ya ha quedado a disposición del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para que le dé su visto bueno definitivo.
