ALICANTE. Diego González era este martes el protagonista en el Elche tras la vuelta al trabajo de los franjiverdes, que protagonizaron una sesión de entrenamiento en el Díez Iborra con la que iniciaron la preparación del duelo regional con el Valencia del sábado.
El central chiclanero, que cumplirá a finales de enero 27 años, defiende la elástica del Elche por segundo curso consecutivo y atraviesa uno de sus momentos más dulces en club. Diego se incorporó a la disciplina franjiverde en octubre de 2020, con la ventana de fichajes de cerrada. Fue posible porque el futbolista había sido despedido por el Málaga antes de que la misma se cerrara, en el marco de un Expediente de Regulación de Empleo por razones económicas (el club malacitano tenía un serio problema con el límite salarial, por ejemplo).
Formado a caballo entre las canteras de Cádiz y Granada, Diego González firmaba con el Elche un contrato por dos cursos, iniciando su tercera etapa en LaLiga Santander, categoría en la que debutó con la camiseta del Sevilla en la temporada 2016/17 de la mano de Jorge Sampaoli y en la que también tuvo la oportunidad de jugar con el Málaga el curso siguiente.
Después de participar de albiceleste en 32 encuentros en LaLiga SmartBank 2019/20 y quedarse a continuación sin equipo de manera abrupta, rechazó la oferta del Cádiz, el equipo de su tierra, para aceptar la franjiverde.
En el Elche
Con Jorge Almirón jugó en 12 encuentros ligueros, siendo titular en 10 (7 de ellos los jugó completos); con Fran Escribá en 17, de los que 7 fueron en el curso pasado (5 como titular y completos) y 10 en el presente (5 como titular y completos); y con Sergio Mantecón y Francisco Rodríguez ha sido titular en los dos partidos de Liga disputados con ellos (en Pamplona con el primero y contra el Cádiz con el segundo). El preparador almeriense, además, también lo alineó de inicio en el cruce copero con el Leioa.
Era una situación coyuntural, pero la realidad es que estaba sin equipo cuando se enroló en el Elche y, tras tener un protagonismo intermitente con Almirón en la primera parte del curso pasado, con Escribá se hizo un sitio en el equipo en el tramo final (fue el autor del 1-2 en la importantísima victoria en el Nuevo Mirandilla de la jornada 37, pero se perdió por sanción la final con el Athletic de la 38) y en el presente se convirtió en un fijo en el once de la jornada 3 a la 7. Es verdad que en la jornada 8, en la visita del Celta, perdió la titularidad y, aunque saltó en el segundo tiempo para sustituir a Gonzalo Verdú por lesión, apenas 5 minutos después tenía que ser sustituido por problemas musculares. Se recuperó de los mismos, pero no fue convocado por el técnico valenciano en el siguiente choque (contra el Rayo Vallecano) y fue suplente en los cinco siguientes jugando solo en los compases finales de la visita a Son Moix y en la segunda mitad de la debacle ante el Betis. Con los cambios en el banquillo, Mantecón de manera interina y Francisco ya de manera definitiva, ha recuperado la titularidad: jugó completos los choques ligueros con Osasuna y Cádiz, en una zaga de cuatro formada por Helibelton y Johan Mojica en los costados y Enzo Roco y el chiclanero en el centro. Y en Copa también fue titular en el eje, en esa ocasión junto con Gonzalo Verdú.
El grupo por encima de todo
Este martes, Diego González atribuía su buen momento de franjiverde al colectivo: "Es mérito del equipo", decía el central, apuntando a continuación que el equipo se había puesto "las pilas", se había producido "un cambio de actitud" coincidiendo con el relevo en el banquillo. "Nos ha trasmitido desde el principio esa mentalidad y ambición", señalaba el futbolista respecto a Francisco.
El central franjiverde destacaba que el triunfo sobre el Cádiz había "reforzado la confianza de todo el equipo" y advertía "del potencial" y "el buen momento" del Valencia, pronosticando que "estará arriba".
A 10 de junio, el valor de mercado de Diego era de 1.000.000 euros según 'Transfermarkt'. Su vinculación contractual con el Elche expira el próximo 30 de junio.
