Días de aniversarios en el Elche

3/12/2020 - 

ALICANTE. Este jueves se cumple un año desde que Christian Bragarnik se convirtió en propietario del Elche.

Con el visto bueno de la Liga de Fútbol Profesional (contaba con el aval de haber ayudado económicamente a la entidad en el mercado de fichajes del verano de 2019) y cinco días después de constituir Score Club 2019, la filial española de Score Fútbol, la matriz a través de la que articular su negocio de representación de futbolistas y entrenadores, el empresario argentino firmaba en una notaría del centro de Elche la compraventa del 70% del capital social del club franjiverde que por primera vez pasaba a estar en manos extranjeras. Bragarnik formalizaba ante notario un acuerdo fruto de una tan larga como intensa negociación con el expresidente José Sepulcre que en ese momento controlaba el 58% del capital social del club por medio de Tenama Inversiones: el tildado en Argentina de 'dueño de la pelota' adquiría el citado paquete mayoritario de acciones a cambio (inicialmente, pues la cantidades y condiciones se han alterado 12 meses después, aunque los protagonistas no quieren soltar prenda) de un fijo de 20 millones de euros pagaderos en ocho años más un variable cuya cuantía dependía y depende de los resultados deportivos y, especialmente, los económicos en cada ejercicio. 

Al mes de detentar la mayoría accionarial, por medio de una operación acordeón, Bragarnik elevó su peso accionarial al 97%, remodelando a continuación el consejo de administración en el que situó a personas de su confianza: a su amigo Omar Floro y a los abogados Julio César Giner y Alejandro Martínez; estos dos últimos y la directora general, Patricia Rodríguez, comparten el poder (ostentan firma mancomunada). La ejecutiva vasca y el abogado ilicitano Joaquín Buitrago, presidente y consejero, no fueron los únicos en continuar en la entidad en sus respectivos cargos pese al cambio de propiedad pues también lo hicieron el director deportivo, 'Nico' Rodríguez, y el técnico José Rojo 'Pacheta'. Eso sí, después de un mercado de fichajes de invierno en el que el argentino optó por no intervenir y del parón en la competición por la pandemia de Covid-19, tanto en el césped como en los despachos todo se aceleró. 

Contra todo pronóstico, el equipo lograba regresar cinco años después a la Primera División. Un éxito que no le valió a Pacheta para continuar en el cargo y que tampoco permitió a 'Nico' Rodríguez seguir siendo la única voz en la confección de la plantilla: no llegaron algunos de los futbolistas que comparten aventura inversora con Bragarnik como Pipa' Benedetto y Gustavo Bou, dos delanteros representados por el argentino, pero sí lo hicieron otros jugadores de su cartera como el pivote Iván Marcone (cuya 'obligación' de compra era ejecutada días atrás, lo que ha supuesto para el Elche un desembolso de unos 4 millones de euros y le ha reportado a Bragarnik una comisión del 5%) o el técnico Jorge Almirón que este viernes cumple sus primeros cien días al frente del banquillo franjiverde, una efeméride que puede celebrar abiertamente porque el rendimiento del equipo se acerca al notable pese a haber perdido fuelle en las últimas jornadas.

Tras un otoño en el que ha pasado a ser titular del 99% de las acciones y, especialmente, novado el contrato de compraventa con Sepulcre, Bargarnik se encuentra en Argentina donde ha participado del último adiós a su amigo y representado, Diego Armando Maradona, al que también se le vinculó en su momento al club del Martínez Valero

El empresario argentino, que a su llegada se encontró un proyecto encarrilado y demostró cintura para no pecar de intervencionista, ha pasado con el ascenso a ponerse al timón de la nave franjiverde a la que, por el momento, le salen las cuentas en lo económico y en lo deportivo.

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