VALÈNCIA. La compañía valenciana Demium ha decidido bajar la persiana de sus incubadoras y mantener su modelo de gestora de fondos, con la que invertir en fases tempranas de startups. València, Barcelona, Madrid, Málaga u Oporto han cerrado sus sedes de forma progresiva para, finalmente, seguir la trayectoria de otros modelos de aceleración e incubación que terminaron por cambiar su rumbo.
Así lo anunciaba hace unos días su CEO y cofundador, Jorge Dobón, quien desde hace algunos meses vuelve a estar al frente del proyecto. A partir de ahora, seguirán avanzando con sus inversiones, para las que cuentan con 25 millones de su fondo. "Los últimos cinco meses han sido bastante intensos. Desde hace diez años, cuando empezó Demium, invertíamos en talento y es lo que seguimos haciendo", explica Dobón en una entrevista a Valencia Plaza que será publicada este miércoles.
"Hemos ido adaptando el modelo a la nueva realidad de mercado en cada momento. Empezamos con una incubadora, vimos que tenía sentido ir montando más incubadoras, en 2020 montamos nuestra primera gestora de fondos y empezamos a invertir también. Hicimos un modelo híbrido en el que incubábamos a las compañías e invertíamos a las mejores con el fondo", señala. Con la evolución del mercado y la dificultad para conseguir capital, han decidido dejar de emplear recursos en un programa de incubación, que entiende que los emprendedores no demandan.
"Los emprendedores no están buscando formación, metodología, mentoring y un espacio de trabajo, que con la nueva realidad ya son accesibles para todas las compañías. Lo que más buscan es capital, porque se ha vuelto escaso con las subidas de tipo de interés y con toda la situación macroeconómica", asegura. Ahora, realizarán procesos de inversión que durarán entre dos y tres semanas desde que conocen al emprendedor, en una apuesta sobre las personas, no sobre proyectos.
"Vamos hacia un emprendedor más top que tiene capacidad de desenvolverse en cualquier situación de mercado, incluida la actual, que es un poco más compleja", explica y define su inversión como fase pre-ideas o pre-seed. "No invertimos en un equipo fundador entero, que es lo que hemos estado haciendo en gran medida durante estos años. Identificamos a un fundador, que normalmente es el CEO y esa es la persona sobre la que hacemos la inversión", señala. Unas inversiones que partirán desde 100.000 euros hasta 500.000 por compañía.