ALICANTE. El fútbol es un deporte o afición que despierta pasiones y mueve montañas. Los estadios son templos y las declaraciones de los jugadores, entrenadores o directivos son recibidas como quien escucha el sermón pronunciado desde un púlpito. No habrá manifestaciones en la calle por la subida del precio de la luz, los carburantes y la cesta de la compra, pero esos 'templos' siempre estarán a rebosar. Sin embargo, no ha sido así siempre. En un pasado reciente la pandemia lo volvió todo del revés y esos estadios pasaron a ser lugares tranquilos y silenciosos. Una situación que ya ha quedado atrás, para alegría de muchos. Contraste que ha sido plasmado por el fotógrafo Álex Amorós en su nuevo trabajo, el fotolibro LFF 20/21.
Este alicantino afincado en Londres incide en el aspecto sociológico de aquello que retrata. Son conocidos ya sus anteriores proyectos. El más reciente es Las sillas de la Explanada, donde recoge las escenas más costumbristas de los vecinos de Alicante y los visitantes en ese icónico paseo de la ciudad. Por otro lado, en Stokey on Lockdown y Citizens of Hackney trataba de reflejar cómo los barrios se convertían en pueblos a causa de la aun presente crisis sanitaria. Además, en In or out refleja algunos de los momentos más tensos del Bréxit.
Con LFF 20/21 vuelve a dejar para la posteridad un nuevo testimonio del efecto del coronavirus en una sociedad tan globalizada como son los habitantes de Londres y, al mismo tiempo, incide en asuntos de la colectividad. "He elegido el fútbol porque es algo muy relacionado con las comunidades y tiene un componente social muy importante", apunta el autor, que explica cómo ha centrado el foco en este asunto porque quería mostrar, además, cómo ha evolucionado el propio concepto de aficionado. "El aficionado de a pie se está perdiendo para dar paso a un cliente que deja a un lado esa relación de identificación con el club", apunta sobre uno de los aspectos que más le han llamado la atención en sus observaciones.
"Siempre me ha gustado el fútbol como deporte, en el sentido positivo del trabajo en equipo y la identificación con un club y con valores como la deportividad", afirma Amorós, que tiene sus prioridades en cuanto a equipos, pero que prefiere no desvelarlas. "Siempre he estado relacionado con el fútbol, desde pequeño, por vínculos familiares y, si me das a elegir, me quedo con el fútbol de antes; quizá no había tanta calidad, pero sí era más real", confiesa. Precisamente por esa nostalgia, decidió tomar imágenes en fotografía analógica "para invocar los sentimientos de una era pasada".
Después de que la pandemia de coronavirus trastornara la Premier League 2019-2020, el alicantino decidió documentar la temporada 2020-2021 en este fotolibro. Una etapa que también comenzó con las puertas del estadio cerradas, pero en la que pudo captar a veintisiete aficionados al London Football en los estadios de los once clubes de la City de Londres que han formado parte de la antigua Primera División o Premier League: Arsenal, Brentford, Chelsea, Charlton Athletic, Crystal Palace, Fulham, Leyton Orient, Millwall, Queens Park Rangers, Tottenham Hotspur y West Ham United.
Hablaba con esos aficionados porque quedaba con ellos de forma particular y les hacía varias preguntas. "Fue un proceso largo de trabajo y quizá este haya sido el proyecto que más horas me ha llevado; he visitado doce estadios diferentes, algunos de forma repetida, y he quedado con veintisiete aficionados de esos equipos en un proceso elaborado e interesante", describe el autor.
Pero en este libro de 140 páginas se incluye, además, un fanzine gratuito de 72 páginas titulado Live at Wembley 21, que es una colección de fotografías tomadas tanto en las semifinales como en la final de la Eurocopa en Wembley, el primer evento a gran escala después de la pandemia. "Quería documentar esta explosión de emociones", comenta. Un fanzine que muestra, así, la contradicción entre esos estadios vacíos plasmados en LFF 20/21 con los estadios llenos albergando uno de los mayores eventos que pueden ocurrir en el mundo del fútbol: la semifinal y final de una Eurocopa, todo en la misma ciudad de Londres. "Es interesante ver ese contraste", insiste el fotógrafo.
"Tuve la suerte de estar en Wembley viendo a España contra Italia y para mí fue volver a sentirte en cierto modo vivo", confiesa. Con todo, ha habido cambios de comportamiento en este proceso. Según explica, se extendió la "paranoia de entrar al estadio con la mascarilla y mirar al de al lado como a un enemigo que te puede pasar una enfermedad, mientras que antes iban a estar con una serie de personas con las que compartir cosas". Y comprobó cómo el público se comportaba de muchas formas. "La mayoría bien, pero hay aficiones y aficiones, y lamentablemente va mucha gente a la que realmente no le gusta el fútbol, pero sí ensucian el comportamiento de la mayoría", comenta.
"Yo siempre me quedo con lo bueno, que es mucho, y lo que intento es transmitir que es un deporte y que, cuando se acaba, todos somos tan amigos", describe. De hecho, incluso pudo hacer amistad. "Vi la semifinal con unos italianos y después la final con ingleses, y no tuve ningún tipo de problema con ninguno", asegura. Además, conoció a Albert García, uno de los protagonistas de estas imágenes. "Un inglés de origen español, guía del Chelsea y amante de Alicante, a que conocí en el estadio de casualidad y con el que he mantenido el contacto desde entonces", recuerda.
Intencionalidad positiva que trata de reflejar este proyecto, del que también se extrae una labor solidaria. Un 5% de los beneficios de su venta irá destinado a la Fundación Cruyff, que apoya y desarrolla proyectos deportivos para niños con necesidades especiales mediante instalaciones al aire libre en zonas desfavorecidas y programas sociales. Además, un 5% adicional irá a parar a la Bobby Moore Fund, que recauda dinero para la investigación del cáncer de colon.
El Premio Nacional de Fotografía 2024 se encuentra con la obra de Gabriel Cualladó, primer receptor del galardón, en el IVAM