Hoy es 5 de noviembre

detalla modo de trabajo y motivación de sus intervenciones

Declara en Brugal el inspector jefe de la UDEF a cargo de supervisar escuchas y el operativo policial

23/05/2019 - 

ORIHUELA. Segunda jornada en la que los testigos, agentes de la UDEF, declaran en el juicio del Caso Brugal. En la sesión de hoy se prevé que todo el día declare el que era inspector jefe de la UDEF en Alicante, persona que estuvo al cargo de la gestión de la investigación. Supervisaba todas las escuchas, contenidos y pruebas y era el responsable último de las pesquisas.  El testigo responde, a lo largo de la mañana a las cuestiones del fiscal Pablo Romero y se prevé que continúe esta labor a lo largo del día. De hecho, la declaración de este testigo, clave, se alargará a varias sesiones del juicio, al menos tres más, según la previsión del nuevo calendario. 

La sesión comenzó con la petición del Ministerio Público a a sala para que permitieran, durante la declaración del testigo, la escucha de varias grabaciones  con el fin de apoyar la intervención del testigo. La defensa, en bloque se ha opuesto a la petición, considerando que podrían escucharse audios anulados según auto del 26 de abril y que la escucha podría influir de forma subjetiva en la declaración, o en base a pruebas anuladas. Finalmente, los magistrados han rechazado la petición del fiscal argumentando que no es el momento de mezclar pruebas, testimonial y la de las escuchas, y que esas escuchas ya se analizarán en el momento adecuado. 

Romero pregunta al testigo cómo se organizó la investigación, a lo que el testigo relata que "ya en los primeros días se vio que era de cierta envergadura". Y que, por ello, se creó un equipo "independiente" del resto de labores de la UDEF. Proporcionó a gente de otros grupos para apoyar la investigación y el testigo, personalmente, llevaba a cabo labores de gestión de investigación, redactaba todos los escritos de los informes y también supervisaba todas las escuchas, audios, contenidos y pruebas. 

Además, señala que investigaban supuestas irregularidades en el concurso público de las basuras de Orihuela, en base a las grabaciones del empresario Ángel Fenoll y del edil Jesús Ferrández. A raíz del auto de marzo para incoar la investigación, intervienen los teléfonos, del que practicamente solo el móvil de Fenoll daba información relevante y en mayo ya comenzaron a remitir las primeras transcripciones al juzgado. Según el testigo, a lo largo de toda la intervención, hubo comunicación constante, con el juzgado numero 3 de Orihuela, bien en persona, bien por teléfono, cuando no era necesario personarse y que todas las daciones de cuentas se realizaban semanalmente o con más frecuencia, dependiendo el momento y las necesidades. Siempre de forma verbal. Al juzgado llevaban transcripciones, guías de relaciones, conversaciones más relevantes y cd con las grabaciones. Todo ello junto al oficio correspondiente para que la juez valorara la cuestión, con toda la información posible.

Para el encargado de la investigación en aquel momento, era evidente la motivación de las escuchas y la investigación sobre la contrata de basuras en la localidad oriolana porque "la complicidad con la que Fenoll trataba con los concejales, y el hecho de que una de las cintas fue usada para tratar de influir en el concurso, lo dejaba claro". Asegura que deducen de ello que Fenoll no quería que José Manuel Medina repitiera como alcalde porque iría contra sus intereses empresariales al, supuestamente, tratar de favorecer a otra empresa con una nueva contrata. Además, preferiría que Mónica Lorente fuera la candidata y que, para ello, según el testigo, el empresario oriolano enviaba cartas a cargos para promover a Lorente en las listas. De hecho, asegura que la relación es directa con los hechos y era importante acceder a más información a través de registros. 

De los registros, en los que estuvo presente en dos, recuerda grabaciones, cintas, documentos, un pc con una carpeta con grabaciones a la que no pudieron acceder y también cartas de extorsión a las que llamaban "gaviotas" para ser enviadas a personas clave. 

Asegura que Fenoll disponía de equipos de grabación muy avanzados, ocultos, fuera del alcance de cualquier persona y que uno de ellos estaba instalado en su despacho de la empresa Colsur, una cámara oculta en una alarma volumétrica que, en principio, el propio Fenoll podía controlar desde su mesa. 

El testigo mantiene que el empresario grababa o trataba de grabar a personas influyentes para tratar de tener pruebas comprometedoras contra ellas en el caso de que le fuera necesario usarla para sus intereses. 

En estos momentos el testigo continúa declarando y así lo hará el resto de la jornada y de las próximas que quedan por llegar. Después, a partir del próximo jueves llegará el turno de otro de los testigos de la UDEF. 

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