EN LA FRONTERA / OPINIÓN

De Elche a Náquera: los sainetes con la bandera LGTBIQ+

2/07/2023 - 

ELCHE. Casi todos los ayuntamientos de la Comunidad Valenciana, y de España, festejaron el pasado 28 de una forma u otra el Día del Orgullo LGTBIQ en recuerdo de los disturbios ocurridos en Nueva York en 1969, en el ya legendario club gay, y queer, Stonewall. En Elche hubo sainete con el nuevo gobierno local PP/Vox. El alcalde Pablo Ruz accedió a que la bandera arco iris se izara en la fachada principal del Ayuntamiento, aunque no en la balconada central tal y como se había hecho en los últimos años con gobiernos de PSOE/Compromís. La pusieron justo al lado por cortesía hacia Vox. Aún así, a los de la ultraderecha les pareció un exceso. Me aseguran que la portavoz de Vox, Aurora Rodil, echó espuma por la boca cuando vio la senyera gay en el balconcito contiguo a la balconada central mientras se tomaba un café en uno de los dos bares que hay en la Plaça de Baix.

Era sobre el medio día y el acto central estaba previsto a las 19.30 horas con lectura de manifiesto y fiesta final. Rodil movió hilos y al poco rato la bandera se desplazó otros dos balconcitos más para que ocupara una posición más discreta. Los concejales de la oposición grabaron la secuencia y, literalmente, se descojonaron de la risa de este quiero y no puedo del PP, de este vivo sin vivir en mí que tan alta vida espero que muero porque no muero. La que las pasó canutas fue la concejala de Acción Social Celia Lastra que, a todos los efectos, es la roja oficial del PP ilicitano: estuvo varios días reivindicando ante todo micrófono que se le pusiera a tiro que su Concejalía, que finalmente incluye Igualdad tras unos días de titubeo con los ultras, defiende “sin fisuras” a las personas LGTBIQ. Ella la que más. Por eso fue a la lectura del manifiesto junto con su colega Loli Serna (que es hermana de la socialista Toñi Serna). Las dos en extrema minoría y con cierto careto de circunstancias, me pareció observar. Todo ello ante la asistencia de casi todo el grupo socialista al completo, con Carlos González a la cabeza, y con permiso de Hector Díaz y de Mariano Valera (hecho un boy) y la edil de Compromís Esther Díez Valero y una pequeña legión de simpatizantes y exasesores.

Cuando me contaron lo del corrimiento de la banderita  también me dio la risa floja. Un gatillazo; un pequeño sainete. El discurso estuvo muy bien y fue leído por las entidades que colaboraron en el acto, sindicatos, Amnistía Internacional (con nuestra Sandra Murcia), Universidad de Elche (con la antropóloga Pura López, estimada, solemne y con un look modernísimo y pelos after-punk), Fundación Elche Acoge (el presidente Paco Cámara se tragó el acto entero) y la Asociación Dimove (con nuestro Iván Jiménez, que no habló, pero como si lo hubiera hecho). También estaban en cuerpo y alma nuestra Cristina Medina con Mario Abril, de Radio Elche y 7-TV, entregados a la causa. Faltó, es un decir, Rodrigo Cuevas (que en unos días actúa en la Mar de Músicas de Cartagena; imperdible como dice De Manuel) y sobraron dos drags que devalúan, por vía del petardeo, un acto que este año tenía especial relevancia ante el ascenso de la intolerancia. Con todo el cariño para las reinonas: suyo es el Reino, suya es la gloria.

El que no se cortó un duro fue el alcalde de Orihuela el popular José Vegara que no se perdió el desfile en la  capital de la Vega Baja (Vergara gobierna con Vox, general incluido). Y el que tampoco se va a cortar un duro es Luis Barcala que colocará la bandera arco iris en el balcón central del Ayuntamiento y dará todas las facilidades habidas y por haber para el desfile previsto para el próximo 15 de julio (Barcala depende un poquitín de Vox, solo un poquitín, puesto que le falta un edil para la mayoría absoluta; si vienen mal dadas no lo queda otra que dialogar con la oposición).

El concejal de Vox en Xátiva, Francisco Suárez, asistió a la concentración del pasado día 28, banderón incluido,  sorprendiendo a propios y extraños. Trotsky: la revolución desde dentro. Suárez matizó algunas cosas....pero estuvo. Una excepción en el conjunto de España. Santiago Abascal tampoco estuvo en ningún acto “porque soy heterosexual” y porque está en contra del lobby gay [sic], y, esto lo digo yo, porque si estuviera en su mano aplicaría idénticas medidas homófobas a las que ha puesto en marcha su admirado Viktor Orbán en Hungría. Concluyo: el alcalde de Náquera, Iván Expósito, Vox, prohibió cualquier signo LGTBIQ en edificios públicos apelando a la Constitución, que ya es mucho apelar. Sí que estuvo la ministra Diana Morant. Náquera, en el corazón del Camp del Turia, tiene casi 8.000 habitantes y Expósito se ha subido el sueldo un 40% hasta llegar a los 45.000 euros. Olé.  Es el alcalde mejor pagado de Europa. A Dios rogando y con el mazo dando.

Noticias relacionadas