ALICANTE. Segunda oportunidad para el antiguo edificio de Sanidad Marítima del Puerto de Alicante, más de dos años y medio después de que no prosperase su transformación en restaurante, en una iniciativa patrocinada por los dueños de Panama Jack. En esta ocasión, el interés manifestado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Alicante por asumir su concesión para rehabilitarlo y convertirlo en sede colegial va a forzar a la Autoridad Portuaria a sacar el uso del inmueble a concurso público al haberse registrado un segundo interesado.
En este caso, se trata de la Conselleria de Cultura, que también ha manifestado su predisposición por rehabilitar y dar uso público al edificio con fines que, por el momento, no han trascendido. A priori, todo parece indicar que el objetivo del departamento autonómico que coordina Vicent Marzà sería acondicionar el inmueble como espacio expositivo, de modo que se convertiría en un teórico complemento de la Lonja del Pescado, también propiedad del Puerto, aunque gestionada por el Ayuntamiento.
El interés de Cultura quedó registrado el pasado viernes, 29 de noviembre, en el último día del plazo de un mes habilitado por la Autoridad Portuaria en el trámite de competencia de proyectos que se abrió después de que el Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos diese el paso de solicitar la concesión, a mediados del mes de octubre.
Portavoces del colegio profesional precisaron a Alicante Plaza que su pretensión era (y sigue siendo) centralizar en el inmueble los servicios de formación y asesoramiento que actualmente ofrece en sus oficinas del paseo de Federico Soto con el propósito de disponer de una sede con vistas al futuro para sus más de 500 colegiados. Además, su propuesta aspira a poder ceder el uso del edificio -una vez rehabilitado y acondicionado como edificio sin consumo energético- a cualquier otra entidad que lo requiriese para organizar exposiciones, conferencias o cualquier otro evento de interés público.
Ahora, con el registro de las dos peticiones de concesión, la Autoridad Portuaria queda obligada a redactar un pliego de condiciones para otorgar la concesión al mejor postor. El edificio dispone de 380 metros cuadrados útiles en planta única y se sitúa en el centro de una glorieta a la que solo se puede acceder de manera peatonal. La última propuesta para recuperarlo y darle uso, impulsada por la empresa Plusmarino con el respaldo económico de los propietarios de Panama Jack, acabó retirándose en abril de 2017.