responde al jurado que no creía que fuese inductor del asesinato

Crimen de Polop: una edil declara que Cano 'no respetaba' a Ponsoda como alcalde

23/01/2020 - 

ALICANTE (EFE/EP). El principal acusado del crimen del alcalde popular de Polop, Alejandro Ponsoda, el exconcejal de Urbanismo y después sucesor de Ponsoda en la Alcaldía, Juan Cano, afirmó delante de testigos poco antes del asesinato a la víctima: "Como amigo te doy la sangre, pero como alcalde no te respeto".

Así lo ha trasladado este jueves al jurado popular que juzga los hechos la entonces concejal del equipo de Gobierno del PP de Polop Pilar V., quien ha considerado que Cano es "una buena persona" y ha opinado que éste mantenía con Ponsoda una buena relación, por lo que cree en su inocencia. De esta manera, contradice la versión dada hace unos días por los investigadores de la UCO de la Guardia Civil, que consideran que Cano fraguó el crimen por odio y venganza hacia Ponsoda.

"Alejandro era una persona muy querida para Juan Cano", ha afirmado esta testigo antes de recordar que el acusado cuidó de las hijas del fallecido ya que, incluso, a una de ellas le facilitó que entrara fija en el ayuntamiento de Polop poco después del suceso, además de darle 3.000 euros de las arcas municipales para gastos tras lo ocurrido.

También ha incidido en que "nunca" observó animadversión en ningún compañero de la corporación municipal contra Ponsoda, aunque sí ha recordado que Cano reprochó en alguna ocasión que el alcalde no "le defendiera" cuando en 2003 fue acusado de un soborno, hecho por el que el acusado fue excluido de la lista electoral del PP entre ese año y 2007, cuando volvió como número dos de la candidatura municipal y responsable de Urbanismo.

Esta testigo ostentó las concejalías de Sanidad, Educación, Medio Ambiente y Servicios Sociales entre mayo de 2007 y 2011 y ha explicado a los seis hombres y tres mujeres del jurado que Ponsoda se encargaba del protocolo y las relaciones institucionales, y que Cano era quien "llevaba las gestiones del ayuntamiento". Eso sí, a juicio de la edil, Juan Cano no pudo haber organizado este crimen, porque lo considera "más inteligente para lo que ha sido esta chapuza", ha dicho.

La concejal ha relatado que la madre de Ponsoda había fallecido unos meses antes del asesinato y que ese hecho le había "afectado mucho" en su estado de ánimo, aunque al mismo tiempo ha añadido que Ponsoda también estaba "ilusionado" porque en poco tiempo iba a ser abuelo, por el embarazo de su hija Fátima.

Además, ha manifestado que desde un principio pensó que el móvil del asesinato tenía que estar relacionado "con la vida privada" de Ponsoda, ya que, desde su visión como compañera del gobierno local popular, "no había nada en el ayuntamiento para que sucediera algo así".

Esta testigo ha señalado que tras el tiroteo y minutos después de que una ambulancia del SAMU trasladara a Ponsoda al Hospital General de Alicante (donde murió a los ocho días), llevó en su coche a las dos hijas de Ponsoda (Fátima y María) en dirección al centro de salud de La Nucía para que las atendieran por su estado de ansiedad. Y ha relatado que, de camino, se cruzaron con un coche ocupado por unos vecinos de su padre con los que había habido un problema con un acta de unos terrenos, y que una de las hijas exclamó una palabrota y a continuación la frase "habéis matado a mi padre".

En la sesión del juicio de este jueves también ha comparecido el agente de la Guardia Civil del puesto de La Vila Joiosa que utilizó como confidente al testigo protegido del caso. En su declaración, el agente ha reconocido que dejó de trabajar con esa persona, a mediados de 2008, porque era "un mentiroso empedernido" e "inestable".

Un agente de la Guardia Civil califica al testigo protegido de "mentiroso empedernido"

El agente, que ha declarado a petición de las defensas, ha desacreditado a su confidente, que utilizaba desde 2007, al afirmar que "no era coherente" y "podría habernos metido en algún delito". El miembro del Instituto Armado ha afirmado que el testigo protegido también era confidente de la Policía Nacional, y que fue él quien se ofreció a dar información. "Si se le apretaba un poco, decía lo que tú quieres que dijera", ha añadido.

El testigo ha afirmado que cuando vio al testigo protegido en el club Mesalina "no trabajaba de portero", y siempre "estaba con su novia consumiendo alcohol". Señala el agente que jamás hubo un portero en el club y la puerta "estaba vigilada por cámaras". Sin embargo, una de las trabajadoras de Mesalina que también ha declarado en la sesión de este jueves ha confirmado que en el local hubo varios porteros, entre ellos, el testigo protegido.

Por último, el agente ha reconocido que participó en noviembre de 2007 en una operación contra los propietarios del club Mesalina, por un delito contra los trabajadores, que concluyó con la detención de Ariel Gatto y Pedro Hermosilla, dos de los acusados de participar en la planificación del crimen de Ponsoda. Previamente ha confirmado que participó en los seguimientos al club, a dónde iban cada semana a recoger las fichas de los trabajadores para remitirlas a la Policía Nacional.

Otro testimonio ha sido el ofrecido por el agente del Departamento de Balística de Criminalística de la Guardia Civil que realizó el informe pericial y que ha afirmado ante el jurado que los casquillos y proyectiles encontrados en el lugar del crimen y las posibles armas utilizadas "no pudieron ser relacionar con ningún otro hecho delictivo".

El perito ha declarado que se encontraron tres casquillos y dos proyectiles de diferente calibre -7,65 y 9mm-, y provenientes de dos armas de las marcas Beretta y Wolther o imitaciones. Según ha afirmado, "dos de los proyectiles fueron disparados por la misma arma y un tercero por un arma diferente".

Asimismo, ha explicado que los disparos se realizaron desde el lado izquierdo del vehículo, a la altura de la ventana del conductor y que las trayectorias de los disparos son oblicuas, una de atrás hacia adelante y una segunda de delante hacia atrás, y que alcanzaron uno de ellos la cabeza del Alejandro Ponsoda y un segundo le rozó el labio. Además, ha indicado que la ventanilla del conductor estaba bajada y la del copiloto rota por el impacto de un proyectil.

Por su parte, Joaquín Berenguer Fuster, también exconcejal del Ayuntamiento de Polop de 1983 a 2004, ha asegurado que la relación entre Ponsoda y Cano era "normal". Ha admitido, a preguntas de las partes que, pese a que Llorens era el concejal de Urbanismo, Ponsoda le dijo que quería crear una Gerencia de Urbanismo, ya que "iba a estar mas tranquilo si Cano llevaba Urbanismo".

Por su parte, la entonces jefa de la Policía Municipal de Polop, que participó en la orden judicial de expropiación de los terrenos del matrimonio de Xirles, ha confirmado ante el jurado que, dos días antes del asesinato, la propietaria del terreno se acercó a Alejandro Ponsoda y que éste le trasmitió que ella "le había amenazado".

En el transcurso de la sesión, la magistrada presidenta del Tribunal del Jurado, Cristina Costa, ha expulsado a Raúl Montero Trevejo, uno de los acusados de ser autor material del asesinato de Alejandro Ponsoda, que tras el receso ha regresado a la sala, por faltar al respeto a un testigo. Se trata de la segunda expulsión de este juicio, después de que el viernes 17, se expulsara a Juan Cano, por acusar a un testigo de "mentiroso".

El crimen de Alejandro Ponsoda se produjo el 19 octubre de 2007 cuando regresaba a su domicilio, situado en la pedanía de Xirles y según el sumario recibió tres disparos.

El juicio se celebra contra siete acusados: el referido concejal de Urbanismo y sucesor en la Alcaldía, Juan Cano, del PP; el empresario del calzado Salvador Ros; Pedro Hermosilla y Ariel Gatto, dueño y gerente del club de alterne Mesalina (donde supuestamente se fraguó el crimen); y tres presuntos sicarios -Radim Rakowski, Robert Franek y Rafael Montero Trevejo-, para todos los cuales se piden 25 años de cárcel a excepción de los tres últimos, para quienes se demandan dos años más por tenencia ilícita de armas. 

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