La Policía toma muestras del lugar de los hechos, minutos después de denunciarse el asesinato. Foto: RAFA MOLINAALICANTE (EP). El abogado defensor de Miguel López, por el momento único investigado por el crimen de Carmen Martínez, viuda del expresidente de la CAM, ha solicitado al juzgado de Alicante que investiga el caso una prueba pericial sobre la camisa de la víctima por si pudo producirse "un forcejeo" previo a los disparos. La defensa pide la prueba en base al informe de los forenses que analizaron la escena, según el cual, la víctima "tenía arrancados varios botones dorados de la camisa", según ha precisado el letrado defensor, Javier Sánchez-Vera, en declaraciones a Europa Press.
El abogado de Miguel López ha indicado también que han solicitado un nuevo informe forense a la Escuela de Medicina Legal de Madrid que será adjuntado a la causa y que ha pedido el registro de llamadas entrantes y salientes del móvil de la víctima. Además, en el escrito presentado al juzgado, la defensa de López vuelve a incidir en la hipótesis de intento de robo. Según dicho escrito, el letrado de López destaca que existen "datos importantísimos" en la causa a los que "hasta ahora no se ha dado la importancia que merecen", y al respecto señala el hecho de que "el jersey de María del Carmen estuviera rasgado" y que tuviera "varios botones de la camisa arrancados", aspectos que "no ha sido tomados en consideración, pese a la importancia que, lógicamente, la jurisprudencia da a este tipo de datos".
Para el abogado de López, esta es "una nueva prueba de que María del Carmen fue agarrada violentamente lo que produjo todos estos destrozos en su ropa", extremo que sumado al hecho de que se encontrara una herida-erosión en la muñeca izquierda de la víctima, apuntan a un "intento de robo en el que María del Carmen se defendió". Según asegura el letrado en el escrito, "la propia policía ha reconocido que en efecto pudo existir una acción defensiva por parte de María del Carmen".
Además, Sánchez-Vera ha presentado una nueva prueba pericial según la cual la víctima conectó la aplicación de mensajería Whatsapp a las 18.55.23 horas del 9 de diciembre, hecho que contrasta con la versión de la Policía en la que se afirma que López disparó a su suegra sobre las 18.30, antes de salir del concesionario Novocar, donde se produjo el crimen, en dirección a la finca familiar. Asimismo, la llamada de una empleada de Novocar al 112 para avisar del suceso se produjo prácticamente en el mismo instante (18.55.01) que la conexión del Whatsapp de la víctima (18.55.23), y al mismo tiempo a su vez que la llamada efectuada por el mecánico del taller a Miguel López (18.55.11) para informarle de lo ocurrido a su suegra.
El letrado le ha restado importancia al hecho de que la hora de la conexión de Whatsapp coincida con las de las llamadas de los empleados de Novocar, pues a su juicio el reloj del 112 y el del proveedor del servicio de telefonía de la víctima "no estaban sincronizados de forma exacta, es decir, entre ambos existiría lógicamente un decalaje de tiempo", lo cual explicaría para la defensa que la conexión a Whatsapp aparezca como realizada prácticamente al mismo tiempo que la propia llamada al 112, cuando en realidad se produjo antes con la víctima todavía viva.
