BENIDORM. El centro cultural de Benidorm se inició en el gobierno del PP de la Comunitat Valenciana hace casi 22 años, con el primer anuncio del proyecto. Una idea que quería satisfacer las necesidades de la capital de la Costa Blanca, y ser un icono de la cultura para la provincia de Alicante. Más de dos décadas después, la obra sigue sin finalizar, y la lucha del bipartidismo clásico empieza a asomar por la ventana. Ahora, con el PSPV en el Gobierno autonómico, el proyecto lo lideran los socialistas, pero también hay un trabajo del Consistorio de Benidorm detrás, en este caso, del PP. En esta última semana se ha desatado un conflicto entre las dos partes, que hasta este jueves, era privado.
Desde el principio, ambos mostraban públicamente sobre el otro respeto institucional. Pero eso no quitaba que las obras de la primera fase del centro cultural, que en un principio se anunció su finalización para 2019, y luego, para 2021, hayan añadido tensión a esta relación.
En octubre de 2021, el presidente de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana, Antonio Rodes, daba una rueda de prensa en las instalaciones del centro cultural. Allí, aseguró que la primera fase estaba terminada, a falta de unos microchips que no podían comprar por la rotura de stock debido a la falta de materiales que estaba sufriendo el mundo por la pandemia. Mientras tanto, el Ayuntamiento terminaba de adjudicar en estos meses los contratos para el mobiliario y el instrumental necesario para los conservatorios de música y danza, que serán los que estrenarán el centro cultural.
Desde aquel momento, este diario ha ido preguntando periódicamente a fuentes de la SPTCV sobre la entrega del edificio al Consistorio. ¿La respuesta? Estaban pendientes de unos trámites que no dependían de ellos. Y así lo defiende Rodes en una carta enviada al alcalde, Toni Pérez, que ha sido filtrada a los medios de comunicación para terminar desatando la polémica de manera pública.
En esta misiva, fechada el 25 de mayo y a la que ha tenido acceso Alicante Plaza, resaltan que la obra en su ejecución material "terminó a finales de 2021" mientras que desde el punto de vista administrativo el final de obra se culminó el 5 de febrero de 2022. Así, el 1 de abril se firmó la Declaración de Obra Nueva, comunicándolo al Ayuntamiento el 8 de abril. Momento en el que le piden la escritura y se le envía ese mismo día, según la carta que relata la cronología de la obra en los últimos meses.
Al mismo tiempo, defienden que para cerrar este capítulo se tiene que reunir una comisión mixta, en cumplimiento también con el convenio que se firmó en su día para establecer las condiciones de recepción y valorar la realidad de la infraestructura a día de hoy. Algo que han pedido tanto el 21 de abril como el 18 de mayo, sin obtener respuesta, según dicen en la carta. Además, hay que tener en cuenta que el acuerdo incluía otra condición que aún a la que el Ayuntamiento no ha hecho frente: el pago del IVA de este inmueble, que podría ascender a más de dos millones y medio.
De este modo, considera que el Ayuntamiento muestra "un evidente escaso interés en recepcionar la obra" y, añade Rodes en la carta, que les hace pensar que "no existe una voluntad clara de recibir este activo que tanto esfuerzo y recursos económicos ha costado a la totalidad de los valencianos en favor de los intereses de la ciudad de Benidorm". Con todo, dijo mostrarse decepcionado ante la postura del Ayuntamiento y por último, amenazó con tomar las "acciones pertinentes" para conseguir "el buen fin de este proyecto".
Otro de los asuntos que el director de la SPTCV echa en cara al gobierno local es que el retraso en tomar posesión de este inmueble está repercutiendo en las arcas autonómicas ya que se tienen que hacer cargo de nuevos gastos. Es el caso de la vigilancia del centro, que como contara este diario, ha sacado a licitación la empresa pública recientemente.
Pero no hay que olvidar que el proyecto se ha convertido en una de las promesas sin cumplir para la ciudadanía de Benidorm. Y con las elecciones a la vuelta de la esquina, tanto autonómicas como municipales, se toma como una cuestión de imagen para los partidos que la población ve como culpables de que el edificio siga sin uso más de dos décadas después.
Una vez hecho público el conflicto entre ambas partes, el primer edil, Toni Pérez, salió en rueda de prensa este jueves para rechazar la idea de que no quieren recibir el centro cultural. Además, lanzó un órdago a Rodes: que el lunes después del pleno le entregue las llaves en el propio centro cultural. Un acto para el que quiso contar con la presencia de los grupos municipales, los técnicos de ambas administraciones, la dirección de los conservatorios de Benidorm y todas las personas que lo estimen. Pero el director de la SPTCV no ha querido entrar en ello, asegurando que “no es de recibo seguir dando vueltas sin sentido”.
Mientras tanto, la ciudadanía sigue esperando que ambas partes se pongan de acuerdo en cómo y cuándo se hace el traspaso del edificio entre los dos para que puedan disponer de esta sede para dar cobertura a la cultura local y comarcal.