Seguro que alguna vez se ha planteado vivir en un entorno rodeado de naturaleza. Es lo ideal, sin duda. Con mucho verde alrededor, sin contaminación, rodeados de árboles en un ambiente de sosiego. Ahora es mucho más fácil que a principios del siglo pasado, más cuando el tratamiento y uso del agua en Alicante – tenga en cuenta que fue una ciudad seca y sedienta – y el desarrollo que eso produce, se mima tanto en la actualidad, incluso con el uso del agua reciclada. Ahí están los jardines de la ciudad para corroborarlo.
A principios del siglo XX una corriente naturalista se había adueñado del urbanismo y de la arquitectura. Uno de sus líderes fue el británico Ebenezer Howard con un concepto muy particular de ciudad jardín. A finales del siglo XIX propuso crear zonas residenciales donde las personas pudieran vivir rodeadas de naturaleza y espacios verdes sin alejarse del centro urbano. Se consideró una idea innovadora: crear un ambiente urbano que combinara las ventajas de la ciudad y de la naturaleza. Se trataba de tener grandes zonas verdes y calles arboladas junto con una estructura urbana que conectara bien con todas las zonas. Howard quiso mejorar la calidad de vida de los habitantes, sobre todo de las grandes ciudades con serios problemas de insalubridad, para hacer de ellas ciudades más saludables, sostenibles e incluso hermosas.
La corriente de Howard llegó a Alicante de la mano de profesionales liberales de la medicina. Promocionaban la vida sana fuera de las ciudades, o dentro de ellas pero con un concepto urbanístico distinto al de ese momento. Proponían ciudades jardín donde se combinara la vida en el campo y en la ciudad. Estas tendrían amplias zonas verdes, viviendas asequibles, con comodidades y servicios para tener una vida confortable entre sus vecinos. Además, se fomentaba un crecimiento limitado de su población para evitar el aumento desmesurado que provocarían la congestión de las ciudades.
Para esto tuvieron el estimable apoyo del General Marvá. Permita una breve pincelada sobre la biografía de este señor. Nacido en Alicante (1846-1937), fue un ingeniero y militar español. Fundador del Laboratorio de Material de Ingenieros, también creó la institución de Inspector del Trabajo en España. En 1904 ingresó como académico de número en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. También trabajo en el Instituto Nacional de Previsión del que fue uno de sus presidentes.
Para la construcción de este nuevo barrio se pensó que el lugar ideal es allí donde empezaron a construirse dispersas por el campo casas de burgueses que huían del tórrido calor del verano. Al estar el altozano lo soportarían mejor.
El arquitecto municipal fue Francisco Fajardo Guardiola quien presentó su plan urbanístico de la zona en 1923. A su vez, fue el arquitecto de muchas de esas viviendas unifamiliares. También lo fue el reconocido Juan Vidal Ramos. Se construyeron en régimen de cooperativa. La idea original era construir 200 casas con su jardín. Con ellas fue creciendo, generando un nuevo barrio muy arbolado. Se le llamó también Colonia Lineal por estar las casas una al lado de la otra.
Esta Ciudad Jardín limita al norte con el término municipal de San Vicente y el barrio de Villafranqueza, al este y al sur con Virgen del Remedio, al oeste con el barrio de Divina Pastora y parcialmente con Rabassa.
Leyendo al cronista provincial Vidal Tur me encontré con los orígenes de este barrio en su libro 'Alicante, sus calles antiguas y modernas', y me interesé por él. Fruto de esta lectura, y de otras, es este escrito que comparto con usted.