VALÈNCIA. El Consell del Botànic, conformado por PSPV, Compromís y Unides Podem, corre serio riesgo de no presentar por primera vez los presupuestos en tiempo y forma. La Ley de Hacienda Pública valenciana establece que el Ejecutivo deberá remitir a Les Corts el proyecto de Ley de Presupuestos de la Generalitat "antes del 1 de noviembre de cada año", algo que también se refleja en el artículo 76.4 del Estatuto de Autonomía.
Un mandato que, salvo milagro o imposición, el Gobierno valenciano incumplirá si no es capaz de cerrar un acuerdo político sobre las cuentas en 24 horas para dejar paso a los laboriosos procesos técnicos necesarios para entregar la hoja de ruta económica de la Comunitat Valenciana para 2022. Así pues, los presupuestos más necesarios de los últimos años, los de la recuperación y la llegada de fondos europeos, corren el peligro de entrar fuera del plazo establecido por la ley. E incluso, de no aprobarse.
Esto es lo que se desprende desde distintas partes del Ejecutivo consultadas por este diario. Tal y como venía informando Alicante Plaza, el proceso todavía se encuentra en el seno de la comisión política de negociación, por lo que ya se hacía materialmente imposible que la entrega en Les Corts y presentación de las cuentas tenga lugar este viernes. Con este escenario, la hipótesis barajada estos días era llevar el procedimiento al domingo, abriendo ex profeso el registro de entrada de Les Corts para recibir el presupuesto e incluso proceder posteriormente a la tradicional rueda de prensa informativa.
Sin embargo, esta posibilidad también quedó pendiendo de un hilo este jueves por la tarde. La comisión política estrenada para esta negociación y en la que están representadas todos los partidos que componen el Botànic, no había alcanzado un acuerdo al final de esta jornada, por lo que las opciones de que exista un pacto este viernes y se proceda al ingreso de los datos necesarios quedaba prácticamente descartada.
Las versiones sobre las razones del desacuerdo distan entre sí. Como ya informó este diario, desde la parte socialista del Ejecutivo se insiste en que las consellerias tenían la misión de recortar partidas para cuadrar las cuentas a lo largo de estos días. Así, esgrimían ayer que existía un desajuste de mil millones de euros: una cifra que podía ser cierta días atrás pero que, tras algunos incrementos en ingresos realizados en la Conselleria de Hacienda, se había reducido a varios cientos de millones por debajo de 500.
En cambio, desde Compromís se criticaba el retraso del documento que debía llegar vía Dirección General de Presupuestos con la actualización de los datos acordados el jueves anterior sobre los ingresos procedentes de fondos finalistas externos para las consellerias. Sólo una parte llegó el martes, aseguraban, y la información completa se trasladó este mismo jueves, por lo que no se había podido avanzar en el cierre de las inversiones ajustadas a los ingresos.
Llegados a este punto, en ambos bandos se abría una guerra de 'faroles' en la tarde de este jueves. Desde Compromís, se daba por hecho que no habría prespuestos el domingo: "Lo que importa es el qué, no el cuándo", subrayan fuentes próximas a Mónica Oltra, secundando así un discurso que la propia vicepresidenta ha mantenido públicamente en las últimas semanas. En esta línea, llegaban a supeditar la aprobación de las cuentas a que se forzara una votación en el seno del Pleno del Consell donde los socialistas gozan de mayoría por el voto de calidad del presidente, Ximo Puig.
En la otra orilla, desde Presidencia, se ponía como línea roja la necesaria entrega de las cuentas en la citada fecha y, de no ser así, se ponía sobre la mesa la posibilidad de romper las negociaciones y seguir adelante con los presupuestos de 2021 prorrogados. Una opción especialmente compleja en el ejercicio de la recuperación económica postcovid en el que deben llegar cientos de millones de inversión procedente del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), el principal instrumento del programa Next Generation EU junto al fondo React-UE.
Desde ambos frentes se arrogaban el respaldo de Unides Podem a sus posiciones, mientras ambas formaciones (Podemos y EU) trataban de desmarcarse de la batalla.
En cuanto al contenido, se espera un crecimiento del presupuesto en líneas generales aunque quizá no tan expansivo como en otras ocasiones. Los recursos siguen limitados a la espera de una reforma del sistema de financiación autonómica -aunque volverán a 'pintarse' los 1.336 millones de euros reivindicativos- y en el cálculo de ingresos hay que tener en cuenta la desaparición de determinados fondos extraordinarios, como los 1.400 millones repartidos por el Gobierno a la Comunitat para paliar el impacto de la covid-19.
Por otro lado, distintas fuentes del Ejecutivo consultadas por este diario apuntaban a que probablemente los departamentos que más crezcan en esta ocasión serán los de talante más inversor, como por ejemplo Obras Públicas (parte de los 300 millones de euros que inyectará el Gobierno se incluirán); Vivienda (Podem) y Economía (en ambos casos porque serán departamentos que se verán beneficiados por los planes de fondos europeos) además de Transparencia y Cooperación (EU). En cuanto a las carteras más sociales, todo apunta a que tendrán ascensos más leves o se mantendrán y, precisamente, este es uno de los caballos de batalla de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas que lidera Oltra.