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natxo bellido, portavoz del tripartito y líder de Compromís

"Compromís no siempre es fácil, pero debemos mantener el cartel como instrumento valenciano"

6/02/2017 - 

ALICANTE. -Hablemos del callejero. ¿Ha habido precipitación en el cambio de nombres?

-Creo que hablar de precipitación después de los años que han pasado desde la Transición es una broma de mal gusto para las personas que hace mucho tiempo que esperan dignidad democrática a la hora de ir por la calle. Creo que hemos creado una concejalía de Memoria Histórica con un proyecto precioso que es Alicante Ciudad de la Memoria que tiene que ver con la recuperación y puesta en valor del riquísimo patrimonio ligado a la memoria de la guerra, estamos licitando el proyecto del espacio de interpretación de la guerra, en Séneca; estamos trabajando por poner en valor los refugios; fuimos la ciudad en que acabó la Guerra Civil, una ciudad de retaguardia en la que quienes más sufrieron fue la población civil, mujeres y niños, somos la ciudad del Estado que sufrió el bombardeo más brutal contra la población civil; todo el mundo conoce el bombardeo de Guernica pero muy pocos conocen el de Alicante, en el que se vieron involucradas 300 personas en un momento en el que la población iba a comprar pescado al mercado. En una ciudad de estas características con esta vinculación emocional, histórica, y con una realidad tan horrenda, en una guerra en la que hubo vencedores y vencidos, decir después de 40 años que cuando alguien pasee por la calle no tenga que bajar la cara delante de ningún nombre, decir que eso es precipitación me parece una forma de ocultar las vergüenzas democráticas que todavía tienen algunos.

-¿Ha habido sectarismo o ánimo de revancha?

-En ningún caso. Se fijaron unos criterios que fueron aprobados por unanimidad política y social de la comisión que se creó al efecto. La parte social, representantes vecinales, la Universidad, los comerciantes, aprobaron el cambio de calles. Seguro que algunos hubiesen puesto unos nombres y otros, otros. Es normal. Después, la ciudad debe seguir poniendo nombres porque es un proceso vivo. Pero no ha habido ánimo de venganza ni de generar discordia. Al contrario, un intento de aportar equilibrio, poniendo nombres de mujeres, para conseguir una mayor igualdad, se dedicó una calle a Miquel Grau, y otra a Nelson Mandela, que creo que deben generar el consenso.    

-La oposición les recrimina que, después de 20 meses, estén iniciando ahora planes estratégicos.

-No es cierto. En el Plan de Ciudad, comenzamos con unas jornadas en mayo del año pasado. En el de Inclusión social, desde hace meses, y ya tenemos un documento muy potente, el diagnóstico de exclusión social, que permite saber la realidad de la ciudad que tenemos para comenzar a trabajar. En la EDUSI trabajamos desde que comenzamos a gobernar con la presentación de un nuevo proyecto. Fue el señor Montoro el que retrasó la resolución hasta octubre. Estamos trabajando en esos planes desde el principio.

-¿Cree que van a poder ejecutarlos?

-Sí, lo que ocurre es que son planes a largo plazo. No son de un mandato. Los tendremos acabados al final del mandato y la EDUSI es un proyecto que llega hasta 2023, el Plan de Ciudad es a 8 años y el Plan de Inclusión social no tendrá una fecha de finalización. Además, queremos que sean planes de toda la ciudad. Esta semana hemos tenido reuniones con la oposición para que colaboren y participen. Como se dedican a sestear de pleno a pleno, no está mal que les demos un poco de trabajo.

-También han criticado que se trate de introducir el valenciano en el Ayuntamiento como primera opción para comunicarse con los ciudadanos.

-Es que eso es falso. Nosotros lo que decimos es que se debe cumplir la ley. Lo que ocurre es que al PP no le gusta cumplir la ley. Ahora no se cumple. Cada día se vulneran los derechos de los valencianoparlantes porque no se ha hecho nada en 20 años. Ahora se están haciendo cosas pero necesitamos mucho más. La oficina de promoción del valenciano es una persona. Estamos obligados a cumplir la ley como administración y estamos lejos de poder cumplirla. La recuperación de nuestra cultura es un proyecto fundamental de la recuperación de la autoestima como alicantinos. Debemos dejar de ser conocidos por la corrupción, para ser conocidos como una ciudad potente a nivel de lo que ofrecemos al resto del mundo, nuestra gastronomía, nuestra cultura, nuestra forma de entender la vida, nuestro clima privilegiado, el tamaño de nuestra ciudad, que es perfecto... Lo estamos poniendo en valor. En eso también tenemos que enseñar nuestras singularidades, la gente cuando sale fuera busca las cosas diferentes, nosotros tenemos la suerte y la riqueza de tener una cultura propia y tenemos que ponerla en valor. Entendemos que no estamos de prestado en el País Valencià, somos propietarios, podemos asumir ese papel de bicapitalidad.

-¿Cómo se está acogiendo en Alicante los gestos por recuperar esas tradiciones culturales?

-Creo que está teniendo muy buena acogida. Creo que en el Teatro Principal, está siendo un elemento dinamizador de la ciudad, que el programa de la cultura en los barrios está funcionando, que la cultura es un activo de primer nivel también en proyectos como la EDUSI, con un proyecto para el desarrollo de industrias culturales en Las Cigarreras, y es un factor de primer orden.  

-Compromís logró los mejores resultados de su historia en 2015. ¿Se repetirán?

-Confío en que la ciudadanía ponga en valor el trabajo que hacemos pero no es lo que nos ocupa ni nos preocupa. Cuando llegue ya no los plantearemos. Ahora la mirada electoral está fuera de juego. Lo que toca es la política de transformar esta ciudad.

"Alicante y Elche deben cooperar; conformamos un gran área funcional y si la ponemos en valor es el mejor instrumento para contrapesar a Valencia"

-¿Cuál cree que debe ser la relación entre Alicante y Elche?

-Una relación de cooperación. Seguro que tendremos cuestiones de competición. Pero se está hablando de una conexión ferroviaria entre Alicante y Elche, es una cuestión que como otras nos obligan en las que debemos ir de la mano. Desde el absoluto respeto a la autonomía municipal y a las singularidades de cada territorio. Sabemos que hacia Elche debemos mantener una relación de respeto, que somos dos grandes ciudades que conformamos una gran área funcional que si la ponemos en valor es el mejor instrumento para coser el territorio valenciano y para servir de contrapeso a Valencia. Además somos dos ciudades que estamos en proceso de revisión del PGOU y eso desde Compromís en Alicante y Elche lo hemos entendido siempre.

-¿Cómo valora la experiencia de convivencia en Compromís?

-Ha sido una experiencia muy positiva. Ha sido una revolución del panorama político valenciano y también en el Estado. Compromís no siempre es fácil, porque tiene muchas patas, engloba a gente que lleva mucho tiempo en la política y a gente que acaba de entrar, y eso hace que tomar decisiones no siempre sea rápido, pero creo que tiene elementos positivos de haber saber armonizar diferentes posturas políticas y creo que nuestra responsabilidad es mantener el cartel Compromís y que sea el gran instrumento político valenciano para defender los intereses de nuestra tierra y para estabilizar los gobiernos progresistas que no sólo ahora si no también en el futuro deben tener a Compromís como pata fundamental para que sean gobiernos que se preocupen sobre todo de rescatar a personas.

-¿Cómo valora el acuerdo que se firmó con Podemos?

-Fue un acuerdo en una coyuntura de unas elecciones generales muy polarizadas en las que se jugaba mucho en el espacio mediático de Madrid. Quedarse fuera de esa agenda política y mediática era complicado. Creo que Compromís podía haberse presentado solo, pero también en política hay que saber cooperar y hemos demostrado que sabemos hacerlo. Cooperar era lo más positivo para tener una presencia fuerte en Madrid y después, tener una autonomía suficiente, no para poder estar en nuestro grupo parlamentario propio, porque el PP y C's lo impidieron, pero sí desde el grupo mixto utilizar la agenda valenciana de las propuestas y reivindicaciones en Madrid.

-¿Qué opina Compromís en Alicante sobre el decreto de plurilingüismo y sobre la polémica respecto a los cambios en la educación concertada?

-Sobre la concertada, hay que establecer criterios como está haciendo el conseller Marzà. Antes había barra libre y la barra libre nunca es buena. Ahora se está poniendo criterios: donde es necesario, hay conciertos educativos, y donde no se considera necesario, no debe haberlos. Es una cuestión de gestión responsable de recursos públicos, de saber que la educación pública es el instrumento más potente para generar inclusión social y no hay ninguna guerra ni ningún ataque a la concertada. Se están poniendo criterios. Entiendo que ponerlos después de muchos años de barra libre siempre provoque momentos de fricciones o de incertidumbre. Además tenemos unos recursos limitados, recordemos que sólo el agujero de Ciegsa es de 1.000 millones.

-¿Y sobre el plurilingüismo?

-Es una gran apuesta muy equilibrada que trata de resolver que los niños, cuando acaben la escolarización obligatoria, tengan una competencia lingüística aceptable en castellano, en valenciano y en inglés. En estos momentos, con el actual modelo no se daba. Los niños tenían una competencia lingüística en castellano, peor de valenciano y absolutamente deficitaria en inglés. Hablamos de una educación inclusiva y no nos gusta que se separe a los niños en función de la lengua en la que den clase, nos gusta que los niños estén juntos y allí se estudien todas las lenguas; cuanto más, mejor, castellano, valenciano, inglés y si es posible alguna más. Debemos preparar a las futuras generaciones en la competencia lingüística y crear una comunidad plurilingüe porque eso es uno de los factores determinantes en estos momentos para definir sus competencias laborales.

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