PEGO (EFE).- El colectivo en defensa del territorio PegoViu, junto con otras 14 entidades, ha convocado una concentración este viernes a las 19 horas en contra de las macrourbanizaciones y campos de golf, en defensa de una gestión hídrica y territorial racional y a favor de "un nuevo modelo social y económico en los pueblos".
A raíz de la puesta en marcha de las urbanizaciones Penya Roja y Pego Golf (1.200 y 1.300 viviendas y un campo de golf, respectivamente) en el municipio, así como de numerosos proyectos urbanísticos en la Marina Alta, PegoViu ha organizado una protesta para evitar "convertirnos en un nuevo Doñana".
Los representantes del colectivo han indicado que la Confederación Hidrográfica del Júcar no ha concedido el agua para abastecer estas urbanizaciones ni existe la capacidad hídrica para hacerlo: de lo contrario, la disminución del caudal de agua que ahora llega a los campos y a la marjal de Pego-Oliva (en la zona de influencia de la cual se proyectan ambas urbanizaciones) llevaría al "colapso hídrico y ecológico".
PegoViu, un colectivo que nació tras el incendio que arrasó el monte de la localidad pegolina en 2015, se ha organizado con más de una docena de entidades de las comarcas centrales valencianas que "están sufriendo otras agresiones en sus pueblos y que tienen otra idea del pueblo donde quieren vivir", según afirma María José Sala, secretaria de la asociación.
Las entidades que convocan son ABAI, Acció Ecologista Agró Marina Baixa, CAECV, Colla la Carrasca Alcoi, Rentonar, Coordinador d'Estudis Eòlics del Comtat, Callosa Sostenible, Espai Veïnal, Ebo Viu, Plataforma NO a la MAT Comarques de Castelló, la Unió Llauradora i Ramadera, Unió Cultural d'Amics de la Vall de Gallinera y Adensva.
Su primer objetivo consiste en "informar a la gente sobre los proyectos, los permisos que no se han dado y sus consecuencias si se llevan a cabo; pues hay muchos vecinos que no saben qué van a hacer, y pensamos que todos deberían saberlo y decidir si quieren ese modelo de pueblo".
En última instancia, quieren "parar las urbanizaciones, que nos escuchen y que conozcan el modelo de pueblo en el que queremos vivir"; y para realizarlo "organizaremos actos informativos, presentaremos alegaciones y, si hace falta, llegaremos a las instituciones europeas".
"Esperamos que (las instituciones) se den cuenta que gran parte de la sociedad no está de acuerdo con la gestión actual de los pueblos y de sus recursos finitos, como el agua". Actualmente "estamos abandonados como ciudadanos: nos sentimos como ciudadanos de segunda respecto a los habitantes de las ciudades, y con los recursos expoliados", concluye la representante