Este domingo miden sus fuerzas en el estadio Rico Pérez de Alicante dos históricos del fútbol español, el Hércules y el Real Murcia.
Los blanquiazules atesoran veinte temporadas en Primera División, por dieciocho los pimentoneros. Además, ambos están entre los clubes españoles con más ascensos a la división de honor, ocho y once respectivamente, y en la clasificación histórica de la Liga, los blanquiazules son vigésimo terceros, seguidos por los grana, vigésimo cuartos.
Pero lejos de un pasado dorado, si hay algo que une a estos dos clásicos es un presente durísimo, y un futuro incierto. Juntos 'dejaron' el fútbol profesional en la temporada 2013/14: el Hércules por la puerta grande, como último clasificado; y el Murcia tras acariciar el ascenso a LaLiga Santander en el 'play-off', al protagonizar un descenso administrativo. Después de siete temporadas deambulando ambos por la extinta Segunda B, la pasada primavera también perdían la categoría, pasaban a competir de cara a este curso en el cuarto escalón del fútbol patrio, en la nueva Segunda RFEF.
Antes, los dos últimos pasos de blanquiazules y granas por la máxima categoría se saldaron de la misma manera: con descenso a las primeras de cambio. Y los intentos de ambos por regresar a la elite...
Por historia, el Real Murcia sigue siendo el principal equipo de la Región de Murcia, pero el refundado Cartagena en LaLiga SmartBank y el UCAM Murcia en Primera RFEF (que para más inri juega en la vieja Condomina, bien situada en la ciudad) le hacen sombra, al tiempo que protagoniza derbis con el Águilas y el Mar Menor.
La situación en Alicante es todavía más alarmante: el Elche en los últimos años se ha distanciado notablemente y hoy juega en LaLiga Santander. El Alcoyano lo hace en la Primera RFEF e Intercity y La Nucía superan al Hércules en la clasificación de una Segunda RFEF en la que el Eldense aparece pisándole los talones.
Trasvase
Multitud de futbolistas y entrenadores han aprovechado el cauce del río Segura para mudarse de ciudad: Albadalejo, Moyano, Manolo Alfaro, Paco Peña, Jesús Alfaro... la lista de futbolistas que han defendido ambas camisetas es casi interminable y la cierran Yeray y Armando. Por lo que se refiere a los banquillos, el mítico Felipe Mesones, fallecido en 2017, o los más recientes Siviero, Manolo Herrero y Vicente Mir han entrenado a ambos conjuntos.
Por desgracia, este duelo centenario se disputará sin el glamour que antaño conocieron Hércules y Real Murcia, como en la primera jornada del curso liguero 1974-75, con un empate a dos en el estreno del Rico Pérez en Primera y Arsenio y Mesones en los banquillos. Hoy se ven las caras en el llamado fútbol de barro, que por no tener no tiene ni barro, si acaso algo de caucho desprendido del césped artificial tan propio de esta categoría.
Hércules y Murcia se han enfrentado en 85 encuentros oficiales, con un balance muy igualado: 35 victorias alicantinas por 32 murcianas.
Tanta similitud y coincidencia de objetivos ha creado una fuerte rivalidad entre las respectivas aficiones. Pero bien mirado, este encuentro debería ser el de la paz. Porque si hay dos aficiones en España que se entienden mutuamente, o al menos deberían, esas son las del Hércules y el Real Murcia: los blanquiazules deberían hacer pasillo a los granas, que una vez más estarán acompañados por sus aficionados en Alicante. De igual manera, los alicantinos deberían ser reconocidos con los mismos honores en la vuelta.
Poco les queda del prestigio de que gozaron en el pasado, pero no son ni las victorias ni los triunfos los que mantienen viva la llama entre las respectivas aficiones. Los es el sentimiento centenario, forjado en los éxitos, pero más aún en los golpes recibidos (ambos vienen de no sumar) pero, ¿qué más da? Se juega un Hércules-Murcia, y ambas aficiones lo saben.