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'Usar diálogo' con... Héctor Bometón ('Mierdecitas'), creador de Superego, el Monkey Island de Elche

16/06/2019 - 

ELCHE. "Qué apropiado, tú peleas como una vaca", "luchas como un granjero" o "Mira, detrás de ti, un mono de tres cabezas". Son sólo algunas de las frases célebres del entrañable pirata Guybrush Threepwood, protagonista de la aventura gráfica por antonomasia: Monkey Island. Una producción de LucasArts que ha permanecido en el imaginario colectivo y cuya influencia llega hasta nuestros días. A barrios ilicitanos como Carrús —más concretamente, La Rata—, poseyendo como buen espíritu de LeChuck a almas ingeniosas y talentosas como la del ilicitano Héctor Bometón (1989), más conocido en el mundo de internet como 'Mierdecitas'. Pero más conocido aún por ser aquél que hizo el glorioso gif milenarista de Fernando Arrabal

Bometón vive actualmente en Madrid, donde se trasladó allá por 2013/14, aunque después volvió a su Elche natal para acabar en la capital de nuevo en 2018. Además de haber hecho un par de libros de viñetas de humor absurdo e inflarse a hacer los gifs de los personajes más conocidos, Bometón se embarcó hace tres años en un proyecto diferente: crear un videojuego con el pixel art que tanto le gusta. A él y al todopoderoso mundo de Internet. Su obra, Superego, de la que es protagonista, ha estado recaudando estos días en Kickstarter el dinero necesario para poder lanzarlo aproximadamente a finales de año. Y lo conseguirá porque justamente el domingo 17 de junio se cierra el grifo, aunque ha superado las expectativas, ingresando más de lo propuesto. 

Pero, ¿por qué invertir el dinero de varios cubatas en Superego? ¿Qué tiene de diferente de otros juegos indie o de estilo retro? Superego se desarrolla en lugares reales de Elche y de Madrid, su ciudad de origen y la que hoy le acoge. El morbo de ver su deambular neurótico con sus surrealistas aventuras en tu barrio, en la plaza donde pierdes los papeles los sábados por la noche o en ese monumento en el que ves a guiris hacerse selfies a diario. Desde la Glorieta ilicitana y unos Rejis del 24 Horas del Odeón (o no), hasta el clásico BBVA junto al metro de Lavapiés, esta aventura ya ha dejado claro con su demo que las expectativas son altas por el ingenio y entretenimiento que rezuma el juego, haciéndose fuerte en las cosas millenials, que no milenaristas, del día a día. Con el plus de que sea en tu ciudad, además de experimentar una especie de turismo pixelado. Incluso hay una versión del 'Aromas Ilicitanos', para los más chovinistas de Elche. De todo ello y mucho más, como el odio irracional a la carrera de Publicidad, ha hablado con él Alicante Plaza —perdonándole eso sí que se haya inventado los semáforos con botones para cruzar el Puente de la Virgen—.

- Háblame de Superego. ¿De qué va y por qué hay que apoyarlo?

Superego es un videojuego de aventuras gráficas, mi primer videojuego y es además un poco peculiar al tener un componente documental. Todas las localizaciones y personajes existen en la vida real; ambientadas en Elche y en Madrid. Y básicamente la estética es pixelar porque tengo nostalgia por el género y esa estética. Resume bastante bien qué es Superego.

A día de hoy (viernes) va por el 126% de recaudación, ¿esperabas que fuera tan bien?

Esta mañana estábamos en el 126% —estábamos lo digo por modestia, el proyecto me lo estoy comiendo yo sólo— y es un sueño. Mucho más de lo que hubiese pensado. Puse una cifra relativamente asequible. No sé cómo está familiarizada la gente con el mundo de los videojuegos, pero 9750 euros es muy poco. Pero era un mínimo que había calculado y claro, viendo el resultado, muy contento de haberlo superado.

Por qué has decidido apostar por hacer un videojuego?

En realidad hay varias cosas. Primero lo de la nostalgia por el género, que no encuentro de este tipo que me satisfagan. He pensado en hacerlo yo y luego también está que llevo haciendo esta técnica de pixelar, como de personaje de videojuego retro, y tenía ya una serie de personajes hechos pero no tenía ninguna aplicación y dije, si me gusta hacer juegos, voy a intentarlo.

“¡Hablamos del milenarismo, cojones ya!”

¿Eso significa que va a salir (Fernando) Arrabal en el juego?

(risas) No digo que vaya a salir Arrabal… pero alguna sorpresa de ese tipo habrá. De ese calibre.

¿Por qué va de ti el juego? Eres el protagonista.

en la vida real soy una persona tirando más bien a neurótica y me parecía que sería gracioso que el personaje fuese eso, y luego hay un poco de exageración

Una vez que decidí que quería ambientarlo en el mundo real, sí tuve claro que el personaje principal quería ser yo. Es más bien por lo que he dicho alguna vez de que como quiero ser un 'blanco'. Soy un personaje un poco patético, no quiero adjudicarle ese papel a otra persona, así que ya me echo la mierda yo encima. Ya hago yo el ridículo por los demás (risas).

¿Por qué tienes esa visión? ¿Por la coña? ¿Autoterapia?

Se da la situación de que en la vida real soy una persona tirando más bien a neurótica y me parecía que sería gracioso que el personaje fuese eso, y luego hay un poco de exageración. No es que sea tan torpe o estúpido como sale en el juego, pero creo que hay que echarle un poco más de sal a mi personalidad, que no está tan lejos pero…

Sí, manías y movidas varias, vamos.

La gente que me conoce me reconocerá, y la que no, se quedará con ese personaje neurótico.

¿Qué tiene de diferente este juego con respecto a otros retro o indies?

Lo que te decía del componente documental, que no está mucho, aunque haya juegos ambientados en lugares reales, pero con este punto de detalle y de que en el juego también haya un disfrute puramente por explorar el entorno es bastante novedoso y creo que bastante efectivo. Es muy divertido porque llama la atención. La otra diferencia notable que te diría, aunque la jugabilidad es la clásica de estas aventuras, son los temas. Sin ir más lejos, en el juego aparezco yendo a buscar un pollo, es una excusa un poco prosaica. Está repleto de estas cosas cotidianas. En un juego normalmente no tienes que ir a Hacienda y cosas así.

¿Quiere decir que hay que hacer cola en Hacienda? 

Puede ser, a lo mejor no es un ejemplo al azar...

A pedir una beca…

Sí, pero vamos, ese tipo de cosas. O esperar al metro.

Influencias que tienes, supongo que las obvias: Monkey Island, Day of the Tentacle, Indiana Jones…

Sí, no lo puedo negar. De hecho Monkey Island fue el punto de inflexión para mí. El primer juego que jugué de aventura gráfica fue ese y entré por la puerta grande, porque hay un consenso como que es el clásico de clásicos, aunque haya muchos. La piedra de toque y un faro para el género, y para mí es una referencia imprescindible obviamente.

Es decir que jugabas a otro tipo de juegos y entonces descubriste este género y el Monkey Island.

No te sé decir exactamente, pero de los primeros seguro. Tenía en casa el ordenador mi padre para trabajar y fue uno de los primeros juegos que entró en casa. Yo tenía contacto también con el mundillo porque tenía primos que vivían cerca de mí y tenían videjojuegos. No los he jugado porque era pequeño y no me dejaban jugar, yo sólo miraba. Pero siempre he tenido ese contacto con los videojuegos desde pequeño, y no sólo con el género de aventuras gráficas. Me interesan otros géneros.

Te han dicho que incluso la letra está demasiado pixelada. Muy pixelada, ¿te has pasado de purista?

En realidad, yo era consciente de esto antes de que me lo dijesen. Y sí que es cierto que quiero corregirlo, aunque no me disgusta del todo. Esto es también importante para mí, no es un juego que simule ser retro —bueno sí lo simula porque está hecho en 2019— pero me refiero a que el motor no simula la jugabilidad de un juego antiguo, sino que está hecho de verdad a baja resolución. Luego si eso lo amplías, la letra se amplía con todo y se ve peor. No hay posibilidad de poner otra letra más pequeña. Sí otro tipo de tipografía, más legible, que es lo que quiero hacer, pero a la resolución no hay mucho que hacerle (risas).

Una de las cuestiones que se me planteó al jugar la demo, como me pasaba al jugar a las aventuras gráficas clásicas, es si de verdad va a servir para algo el comando ‘Empujar’, ¡uno de esos comandos de relleno que no se usa nunca!

Sí, está bastante marginado, pero quiero equilibrarlo bastante. De hecho, no sé si se nota o se percibe cuando se juega, pero esto lo he tenido en cuenta: que hubiese un poco de todo. Por ejemplo yo introduje algo que no está en todos los juegos que era ‘consumir’, y que era ambivalente porque me valía para comer, beber… otras sustancias. Me hacía ilusión pasar por todos los comandos posibles porque los he puesto ahí por algo.

O sea que podrías haber puesto instagramear, ¿no?

Sí, tal cual, por poner… (risas). Y no descarto poner alguna gracia de ese tipo. No quiero adelantar demasiado por no hacer un spoiler o hacerme el misterioso, pero habrá momentos en los que haya más opciones. O que el menú cambie y haya otros comandos.

O sea que habrá mucho de juventud y postureo 2019.

Sí… habrá sorpresas.

¿Cómo va a ser la dificultad? ¿Vamos a encontrarnos mucha situación de desesperación de usar los objetos unos con otros para ver si pasa algo?

Partamos de la base de que creo que en estos juegos tienes que atascarte aunque sea un poquito. Es normal llegar a momentos en los que no sabes qué tienes que hacer. Pero eso es una de las cosas que más me ha costado equilibrar. Que fuesen puzles no muy exigentes, gratificantes de hacer, pero que no fuesen tampoco excesivamente aleatorios, que tuviesen algún sentido. Y luego está el sistema de ponerle la vela a la Virgen (de la Asunción, para los profanos), que en la demo te hace las veces de guía con alguna pista, y esto va a estar en el juego permanentemente. Vas a tener una cantidad de velas que puedes agotar según tu quieras o no y puedes completar el juego sin acudir a esa ayuda. No van a ser pistas muy explícitas, pero van a tener la posibilidad para gente no muy hecha al género.

¿Qué nos vamos a encontrar? ¿Humor negro, Nacho Vigalondo, Rosalía…?

Sí, aparte de estas celebrities y tal, el humor y la gente que ya me haya podido seguir, cabe esperar un poco más de lo mismo en tanto que en los libros y redes ya he mostrado mi humor. No lo estoy forzando ni diciendo, quiero que haya humor negro. Es mi humor y el que conozca lo que vengo haciendo con las viñetas, viene siendo mi estilo.

¿Y personajes famosos que se pueda decir?

Ayer desvelé tres de primera línea. Brooke Candy, Rosalía y Duncan Jones (director de Moon). Otros que he ido anunciando y otros que están en la recámara por cuestión de dosificar la promoción. Pero no deja de ser anecdótico. No van a tener más importancia porque sean celebrities, vamos.

¿Quién es Pol?

Pol es un chico de Barcelona, que trabajaba en Playground y que se prestó a ser quien es en la demo. O sea no ha tenido un intento de suicidio en la vida real (risas), de hecho le consulté si para él era un tema sensible. No me preocupaba sólo que él tuviera alguna relación con el tema, sino me preocupaba cómo lo iba a recibir el público. Si iban a pensar que estaba frivolizando con el tema, porque creo que lo he tratado con sensibilidad. Al final Pol es ese tío que no tenía nada que ver con nada. Me pegaba estéticamente para el rol y le encantó la idea.

Yo también me lo planteé… (risas) Joder, la primera que entras y en la frente.

Sí, sí… bueno había varios temores al respeto. El primero el obvio si a la gente le va a hacer gracia que se bromee con esto, y luego cómo se va a recibir esto en Elche, no sé si va a ser como una especie de mala publicidad… Pero es que en realidad me da un poco igual. Esas cosas ocurren, sé que es un poco tabú, y no sé las cifras, pero me consta que la gente se echa por los puentes, entonces tampoco es una cuestión como de ocultarlo. Me conformo con que creo que está planteado de una forma sin mal gusto.

¿Qué sitios o cosas de Elche y Madrid vamos a encontrar? Que se puedan desvelar.

Mira, de Elche, es tan pequeño en proporción a Madrid, que si empiezo a sacar todos los sitios icónicos, al final sale toda la ciudad. Si saco Santa María, la Glorieta… al final estoy sacando el 50% de la ciudad. Y como yo he vivido aquí, no hay ningún espacio que no sea digno de aparecer. Estoy familiarizado tanto con esos sitios históricos como con la calle donde vivía mi abuela. Tengo que equilibrarlo un poco porque no todo el mundo lo va a reconocer, pero como tampoco es la atracción del juego, es más bien como un daño colateral, un extra que tiene, tampoco le doy demasiadas vueltas. El juego tiene que tener un sentido porque al final el juego tienes que completarlo y tiene que tener una trama cerrada: colocar a la gente y los objetos en un sitio determinado. Con los puzzles cerrados. No puedo meter a boleo todo lo que yo quiera, pero en el caso de Elche creo que nadie va a echar en falta ningún sitio que no sea muy conocido. Van a estar prácticamente todos.

Tú ere de Carrús, de La Rata concretamente. ¿Sale algún sitio que no sea ‘típico’?

Sí, lo que no quiero es que la gente vaya a buscar la casa de mis padres (risas)

Que vayan a ponerle una marca.

Claro, que no vayan a hacerle escraches o algo. Pero bueno tengo ya pensado cómo saltarme esas cosas. Saldrán lugares que tienen significado para mí porque yo los he vivido.

¿Saldrá la Dama (de Elche)? Últimamente está como todo el mundo un poco pesado con que vuelva…

Sí sale, además tiene un huequito en la espalda que da mucho juego para una aventura gráfica.

Ahí se pueden meter muchas cosas de cualquier índole…

Sí… sí que sale sí que sale. La réplica que está en la Glorieta y la real también, que está en Madrid.

¿Y tendrá superpoderes como la Virgen?

Ya veremos, ya veremos… La Dama es que no la asocio a un rollo tan religioso. Aunque aquí en Elche es también una religión (risas).

Monkey Island fue el punto de inflexión para mí. El primer juego que jugué de aventura gráfica fue ese y entré por la puerta grande

¿Te ha llevado mucho tiempo la inspiración para el detalle de cada sitio o cosa? Me hacía gracia ver el coche de la Policía Municipal…

He intentado que todo sea como lo más fiel a la realidad, me he tomado licencias, pero me tomo bastante tiempo para documentar ese tipo de cosas. Quiero que las cosas que aparezcan al menos tengan el aspecto de la vida real. Entré en Google Imágenes y puse por ejemplo Policía Local y me salía la foto de un plantel de recién licenciados y cogí dos al azar (risas). Si se reconocen luego en la pantalla tampoco pueden demostrar que son ellos porque los nombres son inventados. Pero las caras están basadas en policías reales.

A ver si alguno se va a encontrar con que tuvo una mala experiencia con ese, o le requisó alguna cosa…

No sé si me la estoy jugando mucho, pero vamos, la imagen que doy de los policías va en la línea de la que doy de mí mismo. No deja de ser una parodia.

¿Vamos a tener también dosis de malasañeo y hipsterismo madrileño?

Sí, por desgracia es inevitable. No es mi ambiente predilecto, pero en Madrid el centro está ya todo malasañizado, entonces… Aunque no estés en Malasaña parece que sí lo estés.

¿Habrá algo de Trap, ahora que está tan de moda?

Bueno, hay estrellas del trap. Bad Gyal está pendiente de confirmación porque lo que ocurrió con algunas de las celebrities, es que contacté con ellas cuando empezó el juego hace casi tres años, y con algunos no he vuelto a hablar hasta ahora. Algunos han crecido mucho en popularidad, no se que me hayan dicho que no, pero tengo que retomar esas conversaciones y ahora es gente que tiene imagen protegida, que seguro que cobra por prestarte su cara… Pero la gente que me ha dicho que sí no se ha echado atrás.

¿Saldrá Young Beef?

No he podido contactar, pero me encantaría. Luego también es que hay un momento en el que tengo que cortar el grifo… pero hay gente que va a sorprender. Son ya a lo tonto 500 personajes.

¿El juego tiene final o estás estirando el chicle?

El guión estaba claro desde el principio. Sobre todo cuando acabé la demo —una especie de prólogo separado de lo que será el juego— ya podía centrarme en el juego. Ahora sí me planteo si quiero meter alguna variación, pero no puedo porque hay que dar una estimación de entrega en el Kickstarter. Prefiero no fliparme, que soy bastante propenso.

¿Qué has hecho desde hace tres años?

Me lo preguntan. Lo empecé hace tres años, pero claro, yo esto lo he estado compaginando con mi trabajo en mis ratos libres. Luego ha habido periodos en los que no he podido avanzar. En total igual han sido 8-9 meses, pero he tenido mudanzas, trabajo…

Supongo que aún está lejos, pero, ¿te planteas ya un segundo juego?

Sí, tengo muy claro que mi segundo juego no va a ser aventura gráfica. No debería decirlo porque debería estar concentrado en el juego, pero ya sé cuál va a ser. La idea la tengo bastante clara. En cuanto lo acabe, calculo que para finales de este año, me pondré con él.

¿Se puede saber?

No (risas). Se puede saber que no será aventura gráfica. Sería pixel, pero diferente. Más orientado a consola, mercado multiplataforma. Y el juego sería más sencillo.

¿Seguiría siendo indie, no?

Sí, mis recursos son indies, salvo que mis aspiraciones con Superego se excediesen y tuviera una plantilla con la que trabajar. No porque no tenga gente que quiere colaborar, sino porque si no tengo dinero para pagarles prefiero no abusar de eso.

¿Por qué has apostado por el crowdfunding? 

Me quedé sin trabajo hace tres meses, aunque la idea ya rondaba de antes. Pero bueno, fue, si lo saco ahora es un doble alivio, podría dedicarme sólo al juego y no buscar trabajo. Aunque fuera durante 5-6 meses, me permitiría un poco de respiro. Y ya sé lo que es trabajar y compaginarlo con esto. Si no hubiese sacado el crowdfunding y tuviera que compaginarlo con el trabajo, igual saldría en 5-6 años. Al final después de los pagos a Hacienda, el IVA, etc. Repartido lo recaudado en unos 6 meses, me quedarían 1300€ mensuales. Pero vivo en Madrid, pago en Madrid, soy autónomo... No tengo ningún colchón de dinero. Y Son 1300 porque he llegado a 12000 euros y pico, si me quedo en 9750 sería menos incluso. Lo que he pedido es bastante ajustado.

Quiero aprovechar para reivindicar los videojuegos como disciplina audiovisual. No me creo que en el año 2019, no se tenga en cuenta


¿Has intentado vendérselo a alguien?

No. Para empezar, las compañías de videojuegos todavía están en España bastante en pañales, aunque hay varias muy potentes. Yo tampoco tengo nombre en la industria, acabo de sacar la primera demo y tampoco eso garantiza que tenga viabilidad. Y luego tengo entendido pro las experiencias similares de gente que ha empezado en lo indie y luego ha conseguido distribuidora, que normalmente el flujo es al contrario. Si interesa vienen a buscarte. El mercado no es amplio y cuando algo despunta en seguida te fichan.

Hablando de este submundo del desarrollo indie, ¿cómo es? El otro día hablabas de precariedad, que si no es por la recaudación del crowdfunding…

Tengo que aclarar que no ha sido despido, ha sido que yo estaba como freelance y la empresa ha dejado de tener faena y me ha hecho ghosting, me ha dejado de llamar progresivamente. Para mí esto ha sido un descubrimiento. Me he metido un poco sin pensar a la piscina porque no quería pensármelo mucho, al final era yo en mi casa haciendo el moñas. Y lo que he descubierto es que la comunidad de gente que desarrolla estos juegos es tremendamente solidaria, te apoyan en todo o te remiten a alguien. Y lo segundo es que aunque todo parezca profesional desde fuera, tiene las mismas dudas, mismas inseguridades… Parece que si tienes una marca o un estudio, tienes algo más de estatus, por ejemplo Bometón Games. Pero al final somos gente que compagina esto con otras tareas y se busca la vida e igual ni tiene formación reglada de videojuegos.

¿Cómo se trabaja en esto? ¿Pixel a pixel? Parece muy laborioso

Ahora tengo ya soltura, pero como empecé de forma vocacional, con el pixel art disfruto, no como con las viñetas. No me parece mucho nunca y me exijo dedicar tiempo a perfeccionar.

De los formatos que practicas, ¿con cuál te quedas?

No te voy a decir que no esté orgulloso de los libros, pero he dejado de hacerlo porque ya no tengo disfrute. Me han funcionado muy bien y a la gente le gusta, a mí también, pero no tengo motivación ni disfruto el momento de dibujarlo.

Al final todo el mundo te conoce por ser el hombre que hizo el gif de Arrabal y el milenarismo. 

Sí (risas) al final eso no lo controlas. Al principio tenía más en cuenta las tendencias del público por si me iban a dejar de prestar atención. Pero al final ya da un poco igual, cerré la etapa de las viñetas y ya está.

¿Cuál fue tu primer gif?

Creo que el de Arrabal, luego el del huevazo de la Sole, de la etapa de humor popular. Luego me pidieron humoristas, como Gila, Tip y Coll e hice esa serie. Y ya me fueron pidiendo cosas y ahí sigo.

¿Te siguen pidiendo mucho?

Sí, ofertaba lo de aparecer en el juego como personaje, surgió una especie de micromecenazgo para que la gente me pida su retrato. Es una barbaridad… al final habrá unos 500 personajes.

¿Por qué Mierdecitas? 

Eso me pregunto yo a veces. El nombre lo decidí porque cuando hice la primer viñeta no había decidido cuándo ni dónde lo iba a poner. Y dije, bueno, me hago un blog, que por 2011 cuando lo abrí aún tenía sentido tener blogs y claro, llegó el momento de elegir el nombre y fue un poco de azar. Probé palabras malsonantes, y estaba todo cogido, como ‘Mierda’. Pruebas ‘Mierda Mierda Mierda’ y también al tienen… y Mierdecitas.

¿Qué estudiaste?

Estudié comunicación audiovisual, aunque cursé un cuatrimestre Publicidad, pero no lo digo porque… Pero me gusta decirlo para dejar claro que odio esa carrera. Y decirlo sin tapujos.

¿Pero el segundo ciclo de periodismo también?

No, con el periodismo no tengo ningún problema. Luego me metí en Ciudad de la Luz que ya sabemos cómo ha terminado aquello. Pero bueno, yo me licencié. Fui de la última promoción de hecho. Me estaban examinando de final de licenciatura los profesores cuando estaban ya tres meses sin cobrar. Nos hicieron el favor. La estaban desmantelando ya, era un horror. Pero lo que he hecho siempre ha sido diseño gráfico.

Eso sí, cuando iba a clase, quiero aprovechar para reivindicar los videojuegos como disciplina audiovisual. No me creo que en el año 2019, no se tenga en cuenta. Me da igual el tema económico, aunque sea con la excusa de que es la industria que más recauda, porque al final eso es como dar la importancia a los videojuegos porque el capitalismo les está respaldando, y me parecería igualmente importante aunque no diera dinero. Me parece muy fuerte que no se mencione. Que hablen de la radio —con todos mis respetos, no tengo nada en su contra— y no de los videojuegos… Me consta que ahora sí hay una asignatura en la carrera. Me parece grave al ser tan colindante con el cine. A mí me hubiera ayudado a tener las cosas más claras. Es una pena.

En comparación con Madrid, cómo ves Elche, aunque no sea una comparación justa. ¿Qué echas en falta como talento ilicitano?

Que por los medios y las instituciones haya más cariño. Ni es cierto que no haya talento, ni que no haya interés por cualquier manifestación artística. Lo que sí es cierto es que hay mucha desidia y dejadez al respecto. La oferta tiene que ser un poco más diversa y actualizada, estar pendiente de a lo que la gente le gusta y tener amplitud de miras. Elche tiene los sitios y las capacidades para hacerlo. El caso de Elche es especialmente triste, yo ya he estado viviendo aquí de adulto. Hay veces que vuelves y parece que sea una ciudad fantasma. No tengo la solución ni quiero ir de nada, ¿eh? Pero creo que se puede hacer todo lo que he dicho. Que no odio la ciudad, que es muy importante para mí, por eso sale en el juego.


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