ALICANTE. Los chatbots turísticos son una herramienta que puede ser valiosa y fundamental para mejorar el comercio local de municipios alicantinos de tamaño medio, aunque también presentan desafíos. Alicante Plaza habla con el investigador Ángel Rafael Lloret para conocer detalles del uso de la IA y herramientas PLN en Smart City en el marco de un proyecto desde la UA y con Cenid.
En este proyecto se ahonda en el uso de la IA y las herramientas del Lenguaje Natural en Smart City. ¿En qué se centra en concreto su investigación?
Entre otras cosas, vamos al concepto de destino turístico inteligente, un DTI. Es decir, una población o una mancomunidad de municipios que deciden utilizar las nuevas tecnologías, habilitadores digitales. El objetivo es, en primer lugar, hacer que el turista o visitante tenga una experiencia mejor, mucho más cercana al municipio. En segundo lugar, que los datos que se obtienen con estos habilitadores digitales puedan servir para las administraciones públicas, para los comercios, para el ecosistema del destino turístico. En definitiva, acciones para poder tomar decisiones que beneficien tanto a negocios como a una mejor experiencia de visita. Es esa parte de la Smart City en la que nos centramos en este estudio.
En primer lugar, hemos visto qué aplicación de inteligencia artificial puede sernos útil. Hemos hecho un trabajo de prospección y de investigación y nos hemos dado cuenta de que la herramienta que más usan los turistas son los chatbots.
Ahora, las herramientas de procesamiento de lenguaje han avanzado. El deep learning y, ahora, la IA generativa con ChatGPT, por ejemplo, contribuyen a que los resultados de las respuestas a las preguntas que realiza el ser humano sean mucho más exactos. El mayor manejo aplicaciones como Whatsapp ha hecho que culturalmente se incorpore a nuestra forma de vida el conversar digitalmente. Eso, junto con la precisión de la respuesta mediante la mejora de los algoritmos de inteligencia artificial, hace que los chatbots tengan más éxito en su utilización. El proyecto lo formamos tres investigadores del Departamento de Sistemas Informáticos de la UA. Los catedráticos Antonio Fernández Rodríguez, Jesús Pérez Cortés y yo.
¿Cómo surgió la iniciativa, qué recorrido lleva la investigación y en qué fase está actualmente?
En primer lugar, cuando salió la convocatoria, lo primero que hicimos es reunirnos los tres investigadores y ver qué estudio podía ser interesante para el objetivo nuestro y de Cenid. Debíamos enfocarnos en ofrecer servicios a municipios que tienen pocos recursos económicos o técnicos. A partir de ahí, vimos que la implantación de un chatbot económicamente no era muy costosa para ayuntamientos, porque tenía que ser una propuesta realizable. En segundo lugar, el mantenimiento técnico debía requerir una formación necesaria mínima para hacerlo funcionar y mejorar.
Vimos que el proyecto ideal era este, para la investigación y prospección de servicios Smart City digitales para fomentar el turismo y dinamizar el comercio local mediante el uso de chatbots para obtener información sobre la satisfacción del turista y del consumidor e identificar puntos de mejora en municipios de menos de 20.000 habitantes de la provincia de Alicante.
¿Qué tipo de información se puede suministrar con esta herramienta?
Hicimos una arquitectura lógica del chatbot para este estudio. Hay dos partes muy importantes, la de la asistencia digital y la de la IA. Una es la de la elaboración de programas informáticos con lenguaje natural ágil, por ejemplo, Python. Pero si yo tengo un programa perfecto sin datos del que se pueda nutrir, no se enseña a la IA y es incapaz de tomar decisiones. Es importante el lenguaje y la cantidad de datos que puedo usar.
¿Qué efecto puede tener este chatbot en los municipios donde se implante?
El impacto que puede tener un chatbot en un pequeño municipio es transformador, incluso en el papel que pueden realizar las administraciones públicas a la hora de intervenir como actor para vitalizar el turismo de su localidad. Primero, transformará la experiencia turística con obtención de información para el turista más exacta. También está la parte de la promoción eficiente de los destinos.
La mayoría de las veces, los pequeños municipios se suman a eventos de promoción con otros grandes y es muy difícil destacar sin tener recursos. Sin embargo, mediante la implantación de un chatbot puede promocionarse individualmente, personalizarlo y diferenciarlo de otros. La tercera ventaja sería la recopilación de datos de interés. Es decir, el hecho de que un turista entre y haga una serie de preguntas al chatbot ayuda a tener datos de interés muy interesantes para que los gestores tomen decisiones. Por último, contribuye a la optimización de recursos públicos.
¿Existe ya implicación o promesas de instalación del chatbot en muncipios alicantinos?
Lo bueno que tiene el proyecto es que está fomentado por la Diputación. Así, puedes mancomunar la parte técnica. Se debe conseguir fomentar el que se implante ser mancomunado.
¿Qué retos o desafíos ven a la hora de implantarlo?
La disponibilidad de la información. Tan sencillo como eso. Eso es, sobre todo, importante para el chatbot. Si la información está actualizada y alimentamos la base de datos de la cual se suministra la información, la respuesta al turista será muy exacta. Eso se puede convertir en un problema fundamental porque es necesario que quien alimente al chatbot se debe implicar. Desde la administración local y desde los agentes locales.
Por otro lado, el avance de la IA tiene un lado positivo y otro lado negativo. En el segundo caso está la seguridad. El hecho de que protejamos bien la información y la seguridad. Además, es importante tener en cuenta la evolución de la IA, porque también tiene sesgos y desconocemos el tipo de fuente desde la que suministra datos.
A corto y medio plazo ¿Qué quieren conseguir con la herramienta?
Nosotros, en el estudio hemos hecho una propuesta de herramienta, Alicante Rural. Le hemos puesto el objetivo promover el turismo y facilitar la comunicación con visitantes. No quiero que se me olvide la parte de educar a la población local y a comerciantes de la importancia de colaborar en el campo turístico, no solo la administración, sino de todos para que la población local sea capaz de ver lo útil que es y, de esa forma, participen. El estudio está a disposición de la Diputación.