ALICANTE. Casa Mediterráneo elude todo atisbo de polémica y acelera la regulación de su licencia de actividad con el objetivo de centrarse en sus fines fundacionales: promover las relaciones económicas y culturales entre los países ribereños que, de manera simultánea, contribuyan a proyectar la imagen internacional de Alicante. El nuevo equipo directivo de la institución diplomática, ahora con Andrés Perelló al frente, prevé presentar esta misma semana (previsiblemente, este martes) el proyecto modificado sobre los trabajos de rehabilitación desarrollados en la antigua Estación de Murcia en 2009 con el fin de obtener el permiso administrativo que ampare su funcionamiento.
Al tiempo, en ese trámite se prevé que también adquiera el compromiso de restituir los elementos protegidos del inmueble que fueron demolidos o retirados durante el desarrollo de esa reforma -una escalera y parte del forjado interior del edificio principal- de acuerdo con el requerimiento formulado por la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante. Se trata de un paso necesario con el que se pretende allanar la adaptación posterior del edificio, en el que se prevé actuar con una intervención no invasiva (ajustada a sus condiciones de conservación) que permita cerrar el paso al viento con el fin de poder potenciar la organización de eventos durante cualquier época del año.
La solución arquitectónica a desplegar debe consensuarse, todavía, con los técnicos municipales, aunque se estaría sopesando la posibilidad de instalar una suerte de cristaleras o medidas de arquitectura efímera (retirables) que permitan una funcionalidad similar. La prioridad, en todo caso, seguiría siendo la de permitir que puedan desarrollarse eventos de gran formato en su sala principal que ahora no son posibles por las condiciones de temperatura a las que quedan expuestos los asistentes. Por lo pronto, según fuentes consultadas, ya se dispondría de una partida presupuestaria bloqueada para poder aplicar esa medida.
En cualquier caso, la prioridad para el futuro del funcionamiento de la institución diplomática consiste en abordar su redimensionamiento para que pueda cumplir sus fines reales en lugar de actuar a modo de centro cultural, en competencia con otros espacios situados en su ámbito de influencia, como la Fundación Mediterráneo, por ejemplo. El propio Perelló indicó, en declaraciones a Alicante Plaza, que en estos momentos se cuenta con una plantilla conformada por cuatro personas, al margen del secretario general y de él mismo como director, cuando llegó a disponer de 23 trabajadores. De igual modo, señaló que su presupuesto actual es de 850.000 euros cuando llegó a contar con una suma de 3 millones anuales. Pero, además, incidió en que con esos limitados recursos actuales -que han forzado a recurrir a asistencias externas- se estaría volcando la mayoría de los esfuerzos en tratar de ofrecer una programación únicamente de carácter cultural, cuando otro de los objetivos esenciales de la institución es establecer relaciones de diplomacia económica y comercial entre los países que forman parte de la cuenca.
La nueva dirección ya ha entablado contactos con empresas de la provincia y del conjunto del país para conformar el alto patronato encargado de orientar la programación de sus acciones diplomáticas culturales y económicas
En este sentido, insistió en que ya se han iniciado contactos entre el tejido empresarial de la provincia y del conjunto del país con el fin de constituir el Alto Patronato previsto en el artículo 12 de los estatutos de la institución. Se trataría de incorporar compañías interesadas en promocionar esos vínculos con los países del sur de Europa y del norte de África. La constitución de ese patronato (sujeto al abono de cuotas todavía por determinar) permitiría orientar y participar en el desarrollo de acciones de intercambio económico en el conjunto del Mediterráneo. En principio, según Perelló, el objetivo es que ese patronato quede conformado antes de que concluya 2022, con la intención de poder desplegar iniciativas como la celebración de un foro económico con Orán, con el viaje de una delegación empresarial durante un fin de semana a ese país, por ejemplo.
En paralelo, y probablemente con mayor antelación, también se prevé alumbrar el consejo diplomático igualmente amparado en los estatutos de su fundación. En este caso, como se detalla en su artículo 13, se trata de un órgano conformado por todos los embajadores de los países euro-mediterráneos representados en España, con el que se contribuirá a estrechar lazos internacionales para cimentar esas relaciones culturales y comerciales.
Con esa configuración, se aspira a poder desarrollar acciones de diplomacia económica enfocadas en la agricultura de precisión o en el desarrollo de proyectos tecnológicos, por ejemplo. Todo, al margen de poder acoger un gran acto institucional enfocado en el Mediterráneo entre julio y diciembre de 2023, cuando España asumirá la presidencia rotatoria del Consejo Europeo.