Alicante insta a Casa Mediterráneo a reponer elementos derruidos para regularizar su actividad

ALICANTE. Casa Mediterráneo, el consorcio público liderado por el Ministerio de Exteriores, pasa de promover un proyecto de reforma para cerrar la trasera del edificio que alberga su sede, a tener que subsanar y rectificar su proyecto original, de 2013, por el que se produjo su nacimiento. Es decir, el proyecto por el que la antigua Estación de Murcia acabó transformándose en un espacio para la celebración de actividades relacionadas con el fomento del conocimiento entre España y el resto de los países de la cuenca mediterránea. De no ser así, no podrá obtener la licencia de actividad con la que se debe amparar su funcionamiento nueve años después de que quedase inaugurado con ese nuevo fin.

Esa es la conclusión alcanzada en la ronda de contactos mantenida hasta ahora entre los representantes de la institución y los responsables de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante, en los que se habría conminado a Casa Mediterráneo a ajustar el estado del edificio al proyecto original. Esa solicitud, incluye la restitución de algunos de los elementos protegidos que se demolieron durante la ejecución de aquella reforma, entre los que figurarían una escalera y parte del forjado del edificio principal, según fuentes consultadas por Alicante Plaza.

Casa Mediterráneo ya habría iniciado los trámites para reponer esos elementos. De hecho, contaría con parte de ellos (como la escalera) que habrían quedado almacenados tras la ejecución de las obras. En caso contrario, el Ayuntamiento -que forma parte de su consorcio- quedaría abocado a abrir un expediente y decretar el precinto del edificio, al no poder conceder licencia de apertura a un inmueble que no se ajusta al proyecto con el que se solicitó.

La institución deberá restituir una escalera y el forjado interno de uno de sus edificios, demolidos de manera indebida durante las obras de transformación de la Estación de Murcia

Esa distorsión trascendió públicamente este lunes, después de que el nuevo director de Casa Mediterráneo, Andrés Perelló, concediese una entrevista a Radio Alicante. No obstante, los contactos para subsanar esa falta de licencia se habían iniciado meses atrás, en el contexto de las conversaciones mantenidas para cerrar el convenio por el que se acuerda un alquiler simbólico sobre parte del edificio de la antigua estación para que pueda rehabilitarse y situar en él una subsede del Museo Nacional del Ferrocarril. 

En esas conversaciones, Casa Mediterráneo planteó su intención de ejecutar una intervención con el fin de instalar una suerte de cristaleras que facilitasen el cerramiento de la trasera del edificio: uno de los obstáculos que impide o dificulta la celebración de determinados eventos. Fue entonces cuando se constató que el edificio carecía de licencia al no haberse ajustado al proyecto planteado inicialmente sin que ninguno de los cuatro directores que la institución ha tenido hasta ahora (Yolanda Parrado, 2009-12; Almudena Muñoz, 2012-15; Miguel Oliveros, 2015-17, y Javier Hergueta, 2017-20), ni tampoco los sucesivos concejales que han desempeñado las competencias de Urbanismo (Marta García-Romeu, Miguel Ángel Pavón, Eva Montesinos, Mari Carmen de España y Adrián Santos Pérez) hubiesen materializado su regularización hasta ahora.