LA VILA JOIOSA. La Casa de la Música de la Vila Joiosa va a tardar en ser una realidad. El proyecto que hizo suyo el anterior alcalde, Andreu Verdú, ha encontrado una piedra en el camino: la empresa que contrataron para la redacción del proyecto no ha presentado la documentación en plazo. Tras cinco meses para su elaboración, el pasado 10 de octubre terminaba el tiempo previsto sin que entrara por registro ningún tipo de esbozo de lo que será el centro para músicos. Ahora, el nuevo alcalde, Marcos Zaragoza, espera que esté antes de ocho años.
Así se mostró en el pasado pleno cuando desde Compromís le pidieron explicaciones sobre el proyecto. Según confirman fuentes municipales, el contrato se va a declarar desierto después de que se haya pasado el plazo de entrega. Pero eso no es todo, van a pedir una indemnización a la empresa a la que se le adjudicó el servicio: la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por San Juan Arquitectura S.L. y Daniel Danés Grases Proyectos Ejecución de Obras S.A.
El motivo no es otro que el incumplimiento de contrato que alegan desde el Consistorio. Al procedimiento se presentaron otras cuatro ofertas, sin embargo, no cogerá el testigo la siguiente con mejor calificación en la licitación.
Según explicó el primer edil, comenzará todo de cero. Lo siguiente que harán será redactar los nuevos pliegos para introducir modificaciones. Lo más significativo por el momento será la ubicación. A pesar de que en su día desde el gobierno de Verdú aseguraron que contaban con las aportaciones de las entidades locales, los populares afirman que la situación del centro no les gustaba a los futuros usuarios, por lo que estudiarán un nuevo emplazamiento que encaje más a los músicos.
La Casa de la Música es un proyecto de envergadura para el Ayuntamiento, con un presupuesto estimado de algo más de siete millones de euros que en principio se haría sin financiación externa. La parcela propuesta en su momento está ubicada en la calle Pedro Ruiz Galiana número 2 y cuenta con una superficie de 2.129 metros cuadrados. Entre otros asuntos, el programa de necesidades consensuado con las asociaciones locales contemplaba el espacio más grande para el auditorio, de 648,40 metros cuadrados.
Además de lo ya comentado, el edificio contemplaba tres salas de ensayo, un aula multifuncional, nueve aulas de estudio, 15 aulas de instrumento, tres de percusión, cabinas insonorizadas, cinco aulas de lenguaje musical, dos salas de jardín musical, otra de conjunto, de música moderna, de informática musical, una más para música rondalla y colla, y dos aulas de baile. Las aulas instrumentales y las cabinas de estudio para orquesta, percusión y clave estarían comunicadas con el auditorio para facilitar el traslado de los instrumentos.
Su ubicación tampoco ha hecho que fuera fácil. Mientras estaba en marcha la redacción del proyecto para la Casa de la Música, el Consistorio preparaba estudios arqueológicos para garantizar en un futuro que se podía construir el edificio sobre esta parcela.
Tal y como informan desde el Ayuntamiento, en él está documentado el yacimiento arqueológico de Barberes Sur. Dicha parcela se incluyó en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos del 2001 como Área de Protección Arqueológica por la existencia de un asentamiento romano de los siglos I y II d.C., con restos de actividad industrial.
Para Zaragoza, el proyecto ha sido un "fracaso absoluto". "Hemos perdido el tiempo porque las cosas no se han hecho bien", dijo, atribuyendo parte de culpa al Ayuntamiento en su etapa posterior. Por su parte, el PSOE quiso recordar que cumplió con su programa electoral al haber iniciado el procedimiento de adjudicación del proyecto de construcción. La socialista Isabel Perona, anterior concejal de Cultura ha explicado que “el anterior equipo de gobierno dejó todo el procedimiento preparado y que, después de cinco meses el PP no se ha preocupado lo más mínimo del proyecto de la Casa de la Música, contestando en el Pleno que no sabía el motivo por el cual no se ha presentado en tiempo y forma”.
Finalmente, el PSOE dijo esperar que el alcalde "tome cartas en el asunto personalmente y que se pida responsabilidades a la adjudicataria y que, en caso de no cumplir con el proyecto, se le sancione conforme a la ley".