MADRID (EFE).- El presidente de la Diputación Provincial de Alicante y del PP en la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, ha afirmado hoy que la decisión del Gobierno de aumentar el caudal ecológico del Tajo reduciendo progresivamente el trasvase al Segura es "un capricho, una decisión política" y "un hachazo" que "no está documentado, porque no hay ningún informe que lo acredite".
Mazón, que participa junto a otras autoridades políticas valencianas en la protesta que miles de personas despliegan en Madrid frente al Ministerio para la Transición Ecológica, ha calificado el plan del ejecutivo como "una de las mayores gestas de insolidaridad que se pueden realizar, después de 22 recortes injustificados del Gobierno de Pedro Sánchez contra la Comunidad Valenciana".
A su juicio, "la desalación es contraria al medioambiente y la sostenibilidad" y la sustitución del trasvase por el agua desalada "condena a 50 millones de árboles y a cientos de miles de familias por un capricho político".
Además, ha lamentado la ausencia en la concentración del presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, y ha criticado que "desgraciadamente" el gobierno autonómico se abstuviera a la hora de votar en el Consejo del Agua porque "nos quita mucha fuerza para reivindicar".
En la manifestación también está el alcalde de Elche Carlos González Serna (PSOE), acompañado de sus concejales de modernización del espacio público y servicios municipales, Héctor Díez (PSOE), y de comercio, eficiencia energética y desarrollo rural, Felip Sánchez (Compromís), por considerar el trasvase como "absolutamente fundamental" para la agricultura ilicitana.
González ha pedido "volver al acuerdo alcanzado en su día en el Consejo Nacional del Agua" que posibilitaba "conciliar los intereses" entre la cuenca cedente (Castilla-La Mancha) y las receptoras (Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía) ya que el aporte hídrico del trasvase es "absolutamente esencial" para el sureste español.
