A falta de menos de un año para que acaben los mandatos locales, Carlos Mazón, presidente de la Diputación de Alicante y candidato a la Presidencia de la Generalitat, ha tejido una estrategia en Elche basada en la hiper-presencia, cosa que no había hecho ninguno de sus antecesores que servidor recuerde; o por lo menos con tanto ruido y boato. Una estrategia nítida: la de reforzar al candidato local, el senador y concejal Pablo Ruz, y echar el resto en la tercera ciudad de la Comunidad Valenciana. Si se gana en Elche, donde el PP solo ha gobernado en una ocasión, con Mercedes Alonso, se conquista el Palau de la Generalitat fijo. Elche, icono y paradigma. Aunque la victoria tenga que ser en compañía abultada del partido de las tres letras como auguraba una encuesta publicada por este mismo periódico hace un par de semanas.
Mazón visita Elche básicamente para restregarle al alcalde socialista, Carlos González, que su camarada Ximo Puig lo maltrata, y que la promesa, vaga, de recompensar las arcas municipales con la llamada deuda histórica, más de 40 millones de euros, es poco menos que un cuento chino: una deuda que parte por las expropiación de terrenos, a cuenta del erario municipal, para la creación de la UMH. Restregarle y chinchar al PSOE que no tiene claro quién será su candidato en los comicios de mayo de 2023 en el contexto del singular duelo que mantienen Alejandro Soler, dueño y señor del partido tanto en Elche como en la provincia, y Carlos González. También sería de tontos destapar cartas antes de tiempo, a un año vista de las elecciones, en el caso de que Soler consiga apoyos en Ferraz para darle el pasaporte a González que es quien gobierna desde 2015. Cosa distinta es Alicante, donde los socialistas se encuentran en la oposición y la mayoría local, la de Ángel Franco y Miguel Millana, van a careta quitada contra Paco Sanguino, el mismo que el otro día publicaba en una red social un fotograma de Gary Cooper en Solo Ante el Peligro, obra cumbre del maestro Fred Zinnemann. Ecuación: Sanguino igual a Cooper. Que no decaiga la moral.
El jueves pasado Mazón se dio un homenaje en Elche, ante 200 empresarios y fuerzas vivas en general, convocado por el Círculo de Empresarios de Elche y Comarca (Cedelco) y en el salón de actos de Joquín Pérez, Neumáticos Soledad y presidente de la CEV: no faltó nadie: desde Enrique Martín a Rosana Perán. Fuerzas vivas y algún que otro zombi haciendo bulto. Y tromba de anuncios: la Diputación está dispuesta a comprar el local de la Fundación Mediterráneo, el antiguo Casino, para usos culturales o como una especie de subdelegación de la institución provincial. O, en su defecto, el antiguo cine Capitolio, el mismo que está siendo tanteado por la Universidad del CEU para instalar una Escuela de Dentistas (la cosa se está poniendo cruda, estimado Paco Sánchez, Fundesem se ha acaba de pedir lo mismo en joint ventur con la Universidad Europea). González ha acogido de buen grado esta anunciación aunque él prefiere la opción de la Fundación Mediterráneo, operación que rondaría los 5 millones de euros. El alcalde ilicitano, que ha acuñado la expresión de deuda histórica de la Diputación, prefiere hacerse el sueco y el noruego, con la estrategia profunda del también presidente regional del PPCV. Mazón desenfrenado: conciertos de la orquesta sinfónica del ADDA en el antiguo Casino o en el antiguo cine, o piezas arqueológicas del Marq. Dos imposibles. Pelillos a la mar. No veo en estos espacios a los guerreros de Xiam, pongo por caso. Menos aún uno de los montajes operísticos a los que se está aficionando Josep Vicent, director artístico del Auditorio Provincial.
Más anuncios y reanuncios: una oficina del SUMA en el Polígono Industrial de Carrús, más apoyo al yacimiento arqueológico de la Alcudia, el Palacio de Congresos, un estudio para la implantación del tranvía, asunto que ya ha rechazado de forma enérgica González, en el límite de echar espuma por la boca, por invasión de competencias... Don Mazón juega listo porque lo que le está diciendo al PSOE ilicitano es que la Generalitat pasa de ellos olímpicamente. El Ayuntamiento de Elche va a destinar 300.000 euros para apuntalar las zonas más degradadas del antiguo Convento de la Mercé (donde el hotel fallido). 300.000: alpiste para el periquito mientras que en Orihuela ya han iniciado los trámites (antes de la moción de censura) para la compra y rehabilitación del Palacio del Marqués de Rafal: una millonada. Esto se le olvidó decirlo al presidente de la Diputación. Un lapsus. Sí que dijo -otra estocada para el PSOE ilicitano- que la Generalitat debiera albergar la predisposición de colaborar en la financiación del Palacio de Congresos de Elche, presupuestado en torno a los 30 millones de euros, con la misma predisposición que manifestó el mismísimo Ximo Puig para el Palacio de Congresos de Alicante.
En fin, Carlos Mazón alcalde de Elche, con la venia de don Ruz.
CODA: Si la consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas fuera del PP o de Cs, en vez de Mónica Oltra, ya estaría desterrada del Consell de la Generalitat por el caso abusos. Desterrada y socarrada lentamente en una hoguera de la Santa Inquisición (que todavía existe aunque disfrazada con el espíritu del tiempo). El informe de La Fiscalía deja muy escasas dudas de que Oltra vaya a ser investigada (imputada) por el TSJ por un asunto turbio donde los haya. Sé que es un topicazo: hay una doble vara de medir en función de quien protagonice los escándalos de corrupción. Nada nuevo bajo el sol.