TÁRBENA. El restaurante Can Sueño de Tárbena ha iniciado el proceso para conseguir la Declaración de Interés Comunitario para hacer realidad su proyecto de alojamiento rural en alquerías y estilo riurau. El terreno actual es suelo no urbanizable, por lo que en la documentación presentada tratan de justificar la necesidad de convertirlo en urbanizable para dar viabilidad al establecimiento. Los empresarios promotores de la idea son Robertus Maria Antonius Guustaaf Froeling y Henderika Sprenger, tal y como consta en el expediente de la Conselleria.
En concreto, está ubicado en el polígono Bixauca, y la actuación consistirá en la ampliación del Can Sueño y la reconstrucción de una edificación en ruinas. Como consecuencia, tendrá una capacidad de 30 comensales para el restaurante y alojamiento para 16 huéspedes.
El proyecto presentado en Conselleria señala que todo ello "se realizará acorde con el entorno, respetando la tipología del lugar, así como la naturaleza en la que se encuentran; realizando el menor impacto en el ecosistema e integrando tanto materiales como la forma". Además, indican que sus pretensiones pasan por que el factor humano en el lugar acompañe al entorno, "no lo modifique y traiga consigo los máximos beneficios al mismo".
La actividad se desarrollará en la edificación existente en el terreno: una casa de campo de dos plantas sobre rasante, que incluye el lugar destinado al restaurante y alojamiento para dos personas. También se empleará un servicio complementario a la vivienda, existente en el terreno, que dará alojamiento a cuatro personas, que tendrá una piscina exterior descubierta ya construida.
El servicio complementario es un pequeño edificio en planta baja de 62,20 metros cuadrados construidos. Tiene un porche y alberga dos dormitorios con dos camas simples, una cocina-estar y un baño completo compartido. La ampliación que se pretende realizar se encontraría situada al lado del mismo. Contará con 82 metros cuadrados, pudiendo así alojar a 4 personas más.
Como se decía, en la parcela existe también una ruina de mampostería tradicional en planta baja de 112 metros cuadrados construidos. Esta ruina se pretende reconstruir, así como los márgenes de alrededor de la misma, para dar uso de alojamiento para seis personas.
La cuestión es que esto encaje. La clasificación y calificación urbanística del suelo es suelo no urbanizable común. Sin embargo, el certificado de compatibilidad urbanística señala que "queda debidamente acreditada la compatibilidad urbanística del proyecto referente a la actividad hotel rural con el planeamiento urbanístico municipal". Además, según el Instituto de Cartografía Valenciano, afirman que el terreno se encuentra bajo la zonificación de Suelo Rural Común, por lo que no se trata de Suelo Protegido.
En el Estudio de Integración Paisajística presentado, aseguran que la "magnitud del impacto se estima muy baja ya que, tratándose de un sector de 26.135,32 metros cuadrados en total, solo 378,42 metros cuadrados se encuentran edificados y las modificaciones solo suponen un aumento de la superficie de 82 metros cuadrados, por lo que la ocupación final de la edificación será únicamente de un 1,76%".