la hortofrutícola alicantina renegocia la financiación bancaria

Bonnysa se acompasa al mercado pese al covid y eleva su beneficio a 5,4 millones en 2021

19/07/2022 - 

ALICANTE. La empresa hortofrutícola alicantina Bonnysa, uno de los principales exponentes del sector agroalimentario en la provincia (referente en los segmentos del tomate o del plátano, especialmente), logró acompasar su ritmo de producción a la demanda del mercado durante el último ejercicio, pese a que los coletazos de la pandemia seguían sembrando de incertidumbre el comportamiento de los grandes distribuidores, y por primera vez en varios ejercicios no tuvo que acudir a los mercados secundarios para colocar excedentes.

El acompasamiento de Bonnysa al mercado en el ejercicio que va de junio de 2020 a junio de 2021, afectado como se recordará por la tercera ola de la pandemia de principios del pasado año, permitió que la firma que dirige Jorge Brotons cumpliese casi al milímetro las previsiones de negocio elaboradas a comienzos de año, de forma que maximizó el Ebitda y el resultado después de impuestos, tal como recogen las cuentas de la sociedad principal del grupo, Bonnysa Agroalimentaria

Según las cuentas individuales de dicha sociedad, que facturó 46,8 millones de euros, un 9,8% menos que el año anterior, el Grupo Bonnysa (liderado por Bonnysa Heredad, sociedad patrimonial, y del que forma parte también la envasadora y comercializadora SAT Bonnysa) se anotó un beneficio consolidado después de impuestos de 5,43 millones de euros, cuando un año antes las ganancias netas habían sido de apenas 114.000 euros. En 2019, como contó este diario, el grupo incurrió en pérdidas, también testimoniales.

En todo caso, y pese al buen resultado tanto de explotación como después de impuestos, Bonnysa llevó a cabo una nueva renegociación de la deuda con el pool bancario, de forma que el primer vencimiento del tramo principal del préstamo ha pasado del ejercicio 2020 al 2025, y los otros dos pasan de 2021 y 2025 al año 2026. Para ello, además, Bonnysa llevó a cabo desinversiones por valor de más de 1,5 millones con el objetivo de reducir la deuda pendiente en otros tramos de la financiación y cumplir así las condiciones exigidas por la banca. A 30 de junio de 2021, el importe del tramo A ascendía a 23 millones de euros.

Por contra, durante el pasado ejercicio la empresa principal de Bonnysa no llevó a cabo ningún ERTE y tampoco necesitó acogerse a algún otro de los mecanismos habilitados por el Gobierno ante la prolongación de la pandemia, tal como se recoge en la memoria de las cuentas. En 2021, Bonnysa Agroalimentaria traspasó a SAT Bonnysa parte de su negocio, concretamente el relacionado con la cuarta gama, en una operación valorada en 3,88 millones que dejó un beneficio por enajenaciones del inmovilizado de 1,92 millones.

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