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la expresidenta está en la órbita cercana al presidente gallego

Bonig, del 'bullying' a tener hilo directo con el nuevo PP de Feijóo

20/03/2022 - 

CASTELLÓ. "La política es construir una puerta lo suficientemente grande para que quepa todo el mundo y lo suficientemente alta para que nadie tenga que agachar la cabeza". Esta frase la pronunció Isabel Bonig desde Les Corts en su lacrimógena despedida desde el estrado, un adiós lleno de amargura ya que, como ella mismo reveló, "me marcho porque no cuento con la confianza de mi partido".

Unas semanas antes Bonig había asistido a una reunión en Génova, la sede nacional de los populares. En un tenso encuentro la presidenta del PPCV no consiguió que Pablo Casado le mirara a los ojos cuando ella le pedía explicaciones ya que el presidente nacional le había confirmado por activa y por pasiva que ella, y solo ella, era su candidata. 

  

Un encuentro al que asistió con una encuesta que le daba empate técnico con Ximo Puig y que acabó con un golpe en la mesa del entonces secretario general, Teodoro García Egea, -literal y figurada- y una advertencia: aunque fuera a primarias y las ganara, nunca sería candidata a la Generalitat porque las listas, ya se sabe, las aprueba Génova.

La reunión llegaba tras una especie de 'bullying' público constante desde Génova en los medios, filtrando su defenestración y cuestionándola, ninguneándola con decisiones trascendentales, como la imposición de Marta Barrachina en la dirección de su propia provincia cuando lo pactado era que siguiera Miguel Barrachina y varios encontronazos públicos y privados con el equipo de Bonig y ella misma.

  

Y justo en aquellos días macilentos para Bonig encontró cariño, consuelo y complicidad con dos de los barones territoriales, Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno que "siempre le han tenido un cariño especial", como explican desde el círculo de la expresidenta. De hecho, en aquellos momentos ambos apoyaron a Bonig en privado, así como en otros momentos complicados de su presidencia e, incluso, fueron algunas de las personas con las que consultó qué hacer. Pero también con otros amigos del partido, como Rajoy, Soraya, Ayuso... 

Es más, algunos apuntan a que el aciago capítulo de la expresidenta valenciana sirvió para tomar nota a los barones e, incluso, visualizar la necesidad de parar los pies a Egea y Casado ya que también se habían generado conflictos similares en los congresos provinciales de Andalucía, Galicia, Castilla y León o un choque sin precedentes con el PP vasco y el catalán, por no hablar del continuo choque con la presidenta madrileña. "Llegaron a la conclusión de que si le hacían eso a Bonig, ellos podían ser los próximos", explican desde el círculo cercano a la expresidenta regional.

Romper el silencio

Desde su marcha Bonig ha mantenido un discreto silencio y ha emprendido una nueva vida en Madrid, pero, con la crisis abierta en canal en el PP decidió romper su silencio mostrando su apoyo a Feijóo en redes sociales. Además, esta misma semana la exalcaldesa de la Vall d'Uixó fue vista en el acto de Feijóo en Madrid, donde se saludaron y charlaron. A ello se le añade su petición de acudir como compromisaria al congreso nacional de Sevilla, lo que ha generado nerviosismo en el PPCV.

Pero, ¿es posible que Bonig vuelva a la política? La realidad es que la expresidenta popular rechaza de plano esta opción ya que vive alejada del ruido político y circunscribe su reaparición a devolver el cariño a "un buen amigo" que "se ha portado siempre muy bien con ella", señalan fuentes cercanas a la exsíndica del PP.

¿Ajuste de cuentas?

Sin embargo, matizan que "es lógico que haya preocupación porque hubo gente que la traicionó de forma grave y la trataron muy mal" pero "ni se le pasa por la cabeza un ajuste de cuentas". En cuanto al actual presidente valenciano, Carlos Mazón, aseguran que "no tiene nada absolutamente contra él, ni mucho menos, ella quiere que él sea presidente de la Generalitat por el bien de los valencianos y, al revés, nunca haría nada en su contra" ya que "ha demostrado muchas veces que es una mujer de partido, por encima de todo". Su circulo, sin embargo, sí creen que "los que la traicionaron yendo al despacho de Egea a malmeter es normal que estén nerviosos, porque van a caer ahora".

Pero en solo cuestión de meses, Isabel Bonig ha pasado de ser una lideresa laminada por Génova a tener hilo directo con el futuro PP nacional. Pese a que varias fuentes insisten en que no quiere volver a la política activa, aseguran que "otra cosa es que el gallego llame directamente, entonces... sí". 


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