Foto: EFE/BIEL ALIÑOVALÈNCIA (EFE). El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, ha criticado "los tiempos de demagogia y medias verdades sin rigor" en los que los políticos anuncian en campaña electoral nuevos puestos de trabajo que van a crear otros o hablan de dinero público, que procede de los contribuyentes y de las empresas.
El presidente de ATA y vicepresidente de CEOE, Lorenzo Amor, por su parte, ha manifestado que el clima de polarización política está pasando factura sobre todo a la inversión empresarial, si bien ni el empleo ni la actividad económica lo perciben todavía, aunque ha advertido de que, si siguen "empeñados", "lo notaremos más temprano que tarde".
En estos términos se han pronunciado durante el acto de presentación de la segunda edición del Barómetro del Empresario, impulsado por AVE, que determina qué aportan los empresarios a la sociedad y cómo les valora la ciudadanía.
El empresario naviero Boluda ha demandado estabilidad jurídica y reducción de la burocracia, aspectos que si no se dan, "limitan" a España como país, donde los empresarios sustentan el empleo y, junto con los trabajadores, con sus impuestos sostienen el estado del bienestar.
Los más de 3,2 millones de empresas que existen en España "levantan persianas, producen bienes y servicios y satisfacen las necesidades de los ciudadanos generando empleo, haciendo marca España y apostando por la innovación abierta y el apoyo a la cultura, el deporte y la ciencia", ha reivindicado durante su intervención.
"Yo soy empresario y estoy orgulloso de serlo", ha afirmado Boluda, que ha instado a los empresarios a contar lo que son, sus valores, su cultura empresarial, su compromiso con el entorno y sus planes de innovación.
El presidente de ATA ha señalado: "Mientras Asia está fabricando, EEUU está innovando, Europa y España no deja de poner normas y regulación", y ha apostado por menos normas y más calidad en ellas, y también más seguridad jurídica.
Según ha dicho, si en España hay 21 millones de ocupados, "no es por ningún político", de un signo u otro, sino gracias al esfuerzo de más de 3,2 millones de empresarios que día a día generan empleo.
"No hay nada más progresista que la contribución empresarial", ha concluido.
Empresarios como Ángela Pérez (Healthy in Code) han apuntado que ni los emprendedores son superhéroes ni los empresarios son industriales que solo quieren ganar dinero ni los autónomos son pequeñitos, y Javier Romeu (Grupo Romeu) ha defendido la comunicación a título individual de los empresarios para tener un efecto multiplicador.
En la mesa redonda 'Yo también soy empresario' celebrada durante el acto, varios empresarios de distintos sectores han hablado de los aspectos que han determinado su desarrollo, como Ricard Camarena, quien ha afirmado que la empresa es un vehículo para ejercer su profesión de cocinero y que intenta que una parte importante de su jornada esté relacionada con la cocina y el desarrollo de producto, mientras su esposa se dedica a la faceta empresarial.
Dolores Cortés ha relatado que ha compaginado durante años su profesión de médico con la marca de ropa de baño, iniciada por su madre, y Lara Guerrero, de Pepina Pastel, ha expuesto el recorrido de la empresa desde su nacimiento con ella y su madre hasta tener diez trabajadores.
Toño Pons, de Importaco, ha apuntado que es fácil mezclar los roles de la familia y la empresa pero hay que evitar "el juego de tronos" y establecer claramente dónde y quién tiene que tomar las decisiones empresariales.
El chef Quique Dacosta, asistente a la jornada, ha comentado ante los medios de comunicación que la especialización y cualificación son los atributos que aportan valor añadido a una empresa para tener éxito, y ha apostado por la excelencia para que España siga siendo líder en turismo.
El sociólogo y empresario Narciso Michavila (GAD3) ha destacado la importancia del liderazgo y el economista y escritor Fernando Trías de Bes ha identificado como errores del emprendedor la confusión entre el motivo y la motivación, entre idea y negocio y entre crear y crecer, no tener valores alineados con los socios y tener claro cómo será la separación en caso de producirse y, por último, no confundir empresa y familia.
