ALICANTE. Aliseda, el servicer inmobiliario controlado por el fondo de inversión norteamericano Blackstone y el Banco Santander, ha comenzado a comercializar las oficinas del emblemático Edificio Hispania de Alicante, un inmueble cuya compra cerró el fondo en el segundo semestre del año pasado, según fuentes conocedoras de la operación. Aliseda se está encargando de buscar inquilinos para las oficinas que quedan disponibles en el edificio, ocupado a más del 60%, y también permite contratar plazas de aparcamiento.
Se trata de uno de los edificios de oficinas más emblemáticos de la capital alicantina, tanto por su arquitectura como por la ubicación, justo al inicio del conocido puente rojo con el que la Gran Vía sortea las vías del tren, en el tramo que conecta con la avenida de Aguilera. Entre los inquilinos que forman parte actualmente del edificio se cuentan la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC); la agencia pública provincial Geonet Territorial, dependiente de la Diputación de Alicante, que ocupa la cuarta planta al completo, o la aseguradora Mediterráneo Vida, que tiene alquilada la última planta.
Asimismo, el edificio acoge en la planta baja la sede en Alicante de la Clínica Baviera, una de las referencias en el sector de la oftalmología, con presencia en cuatro países y cotizada en Bolsa (225 millones de capitalización bursátil esta semana). Mientras la clínica tiene la fachada principal y el acceso por la Gran Vía, al resto de oficinas se accede por la calle Ausó y Monzó, a la espalda del edificio. Clínica Baviera abrió en los bajos del edificio Hispania en 2014, con unas instalaciones de 1.000 metros cuadrados que incluyen dos quirófanos, en las que la compañía invirtió dos millones de euros.
Blackstone se convirtió en dueño del edificio Hispania a través de su joint venture con el Banco Santander, Project Quasar Investment, al adquirir a precio de derribo varios activos de la socimi Gestión de Activos Castellana 40, entonces en liquidación, que anteriormente era conocida como Grupo Hispania. Este grupo, fundado por el empresario oriolano Trinitario Casanova (propietario de las naves de Sprinter en el polígono de Las Atalayas con el Grupo Baraka, dueño también del edificio España en Madrid), pasó luego a manos de José Ramón Carabante y finalmente a José Fernando Martínez Blanco, experto en liquidaciones y reestructuraciones de empresas, que fue quien lo vendió a Project Quasar Investment.
Junto al edificio Hispania de Alicante, la joint venture de Blackstone y el Santander se hizo con la propiedad del edificio del mismo nombre en el centro de Murcia, dedicado también al alquiler de oficinas, o con el centro comercial Hispania de la localidad murciana de San Javier, entre otros activos. Como ha contado este diario, el fondo de origen norteamericano posee otros activos inmobiliarios destacados en la provincia, como los hoteles Selomar y Villaitana, en Benidorm.