ELCHE. La startup ilicitana Bioferric Ink ha concluido las pruebas fuera de laboratorio de su nuevo adsorbente para tratar agua residual. La empresa, nacida en el Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández ha colaborado este año con la empresa Facsa y ha terminado este noviembre con sus pruebas, de las que ya tienen resultados.
La colaboración empezaba en febrero de 2024 y ha finalizado este mes y, según los creadores de la firma, "nos permitió tener los recursos e infraestructura para poder seguir desarrollando y escalando nuestra tecnología, hasta el punto actual en el que hemos podido validar el proceso completo a escala piloto, de 50 litros".
A comienzos de año mudaban su actividad a las instalaciones de Facsa para poder contar con los despachos, laboratorio y espacio suficiente para poder realizar el escalado del proceso que había sido validado durante los meses anteriores en el laboratorio. En este caso, los primeros meses la actividad se centró en la construcción de la planta de producción de las microesferas recubiertas y la posterior optimización del proceso. "En los cambios de escala siempre hay cosas que modificar, cambiar y mejorar, y el paso de un proceso de producción de unos pocos kilogramos de adsorbente que teníamos previamente, al desarrollo actual donde podemos producir cientos de kilos al mes, no ha sido una excepción", explican desde Bioferric Ink.
En este caso explican que, una vez tuvieron esta primera parte validada y optimizada, pudieron pasar a la segunda parte "y más importante", la de poder confirmar y validar a escala piloto el proceso de adsorción para tratamiento de aguas basado en este nuevo material adsorbente que han desarrollado.
De este modo, han podido enfocarse en la extracción de los contaminantes disueltos y su posterior liberación "ultraconcentrada" en forma de fangos sólidos que pudiesen ser fácilmente filtrados del medio de regeneración de los adsorbentes, permitiendo así lavar sus filtros sin producir aguas de rechazo en el proceso.
Finalmente, el proceso y los resultados han sido validados en esta escala para dos tipos de aguas industriales y familias de contaminantes muy complicados de tratar mediante procesos convencionales. Son, además, problemas comunes en sectores como el químico, el petroquímico, el textil o el manufacturero, entre otros las aguas con materia orgánica recalcitrante y aguas con sales inorgánicas tóxicas de compleja eliminación.
Desde Bioferric Ink afirman que "en ambos casos se pudo confirmar la eficiencia de nuestra tecnología, reduciendo la concentración de estos contaminantes por debajo de los límites exigidos por la normativa actual en cada caso". También han agradecido al equipo de Facsa el proceso de trabajo en conjunto.
En verano, la startup era una de una de las diez empresas emergentes seleccionadas en el programa Indpuls para innovación industrial. Así, Indpuls es una asociación privada sin ánimo de lucro para "compartir la construcción del futuro con otros y reforzar sus propias estrategias de innovación".
A mediados de mayo su comité de evaluación se reunía para seleccionar las diez startups que participarán en la segunda edición del Programa de Apoyo a Startups Accelerate Your Go To Market, una iniciativa de Indpuls orientada a identificar oportunidades de colaboración entre startups de base tecnológica e industrias asociadas, empresas, para acelerar su crecimiento.