ALICANTE (EFE). El Hércules CF, noveno clasificado del grupo III de Segunda B, se jugará sus opciones de disputar la fase de ascenso o lograr una plaza para entrar en la próxima edición de la Copa del Rey ante seis rivales directos en las ocho jornadas que restan para la conclusión del campeonato.
El equipo alicantino cuenta con una desventaja de siete puntos, más el coeficiente particular, con la cuarta plaza, propiedad actualmente del Cornellá, y de cinco sobre el Badalona, conjunto que marca los clasificados para la Copa del Rey.
Aunque aún quedan 24 puntos en juego, tanto Josip Visnjic, entrenador del equipo, como jugadores y dirigentes consideran que la última oportunidad del Hércules de engancharse a la fase de ascenso pasa por ganar al Real Mallorca, líder, el próximo domingo.
Los enfrentamientos ante rivales directos mantienen abierta la posibilidad de una remontada y de descontar puntos cada jornada, si bien también pueden sepultar definitivamente las opciones alicantinas en el caso de perder.
Además del Mallorca, el Hércules deberá enfrentarse a Elche, Lleida, Mestalla y Ontinyent, equipos que la preceden en la clasificación y ante los que se jugará escalar posiciones en la tabla.
En el caso de quedar definitivamente descartado de la pelea por una plaza en la promoción, el objetivo mínimo del club es la clasificación para la Copa, reto que también está complicado y que podría definirse en los duelos directos.
Para lograrlo necesita quedar entre los seis primeros, aunque la valdría la opción de quedar el octavo siempre y cuando los filiales de Villarreal y Valencia estuvieran clasificados por delante.
No entrar en la próxima edición de este torneo, algo que no sucede desde 2004, sería una catástrofe deportiva y económica para la entidad, ya que el suele contar en su presupuesto con una partida de ingresos derivada de una competición que en los últimos años le ha dejado importantes taquillas ante Barcelona o Elche.
También el Atlético Saguntino, situado a dos puntos de los alicantinos, se puede considerar rival directo, ya que el conjunto valenciano, tras asegurar prácticamente la permanencia, aspira a llegar al premio de la Copa del Rey.
De todos los rivales, solo Atlético Baleares, próximo adversario a domicilio, y Llagostera, en el último partido del curso, ambos inmersos en la lucha por evitar el descenso, no comparten intereses con el Hércules en este tramo final de la competición.