ALICANTE. El Grupo Municipal Socialista, a través de su portavoz adjunta, Trini Amorós, ha denunciado el estado de deterioro que afecta a buena parte del patrimonio que goza del mayor grado de protección en la ciudad de Alicante, el catalogado como Bien de Interés Cultural. Un recorrido por algunos de los elementos más significativos como, por ejemplo, el castillo de San Fernando, las Torres de la Huerta o las Villas Romanas del Castillo Ansaldo evidencia que permanecen en el rincón del olvido por el gobierno del PP, una situación que es urgente revertir. En ese sentido, los socialistas han elevado una propuesta que se debatirá en la próxima sesión plenaria para garantizar su estado de conservación e impulsar una línea presupuestaria para su recuperación y mantenimiento.
“El patrimonio de todos los alicantinos y alicantinas no puede seguir ni un minuto más sin ser atendido, recuperado y puesto en valor. Debe de hacerse de una manera integral, entendiéndolo en su conjunto. Lo peor de todo es que ni siquiera se establecen estrategias, políticas o medidas para frenar su deterioro”, ha destacado Amorós. La concejala ha puesto el foco en que Alicante carece de planes directores que establezcan los usos y, por tanto, la relación de los alicantinos y alicantinas con su patrimonio. Además, “estamos perdiendo oportunidades económicas al no posicionar Alicante entre los destinos turísticos culturales porque no ponemos en valor nuestro patrimonio, que podría atraer turismo de calidad”.
La recuperación arquitectónica del Castillo de San Fernando, en la que se invirtió un millón de euros para garantizar la accesibilidad y para impulsar su promoción cultural, no ha cumplido su total objetivo. La maleza que inunda la fortaleza y su entorno llega a alcanzar los tres metros, hasta el punto que no se pueden observar las actuaciones que se ejecutaron para sacar a la luz elementos originales. También dificulta el tránsito por escaleras y zonas adaptadas a personas con movilidad reducida. Pintadas y basura son elementos predominantes en esta fortificación y también en el entorno de la Torre Ferrer, que continúa encajonada entre urbanizaciones. Si se pone el foco en la Villa Romana del Parque de las Naciones, la situación no es mejor. Existen excavaciones que ni si quiera han sido cubiertas, quedando todos los elementos a la intemperie, sin ningún tipo de protección.
La concejala ha recordado que las intervenciones que se han realizado, por ejemplo, en el Castillo de San Fernando con fondos europeos se encuentran intransitables y, por tanto, de nada sirvió el trabajo realizado para facilitar su interpretación. A esto hay que sumarle las oportunidades millonarias que ha perdido el Ayuntamiento al no solicitar las ayudas que el Ministerio, la Generalitat Valenciana o la Diputación impulsan cada año para financiar las obras de recuperación y mantenimiento del patrimonio cultural. Si a esto se le une que los presupuestos municipales son irrisorios para sostener el patrimonio, la situación de Alicante es de emergencia. “No existe política alguna de conservación del patrimonio que vamos recuperando. No es tolerable que se haga una obra y ni siquiera se prevea que se necesita un servicio de eliminación de malas hierbas o limpieza, como tampoco es aceptable que no se invierta prácticamente nada”, ha subrayado Amorós.
En total, son 48 los elementos que están calificados como BIC en el catálogo de protecciones aprobado provisionalmente en septiembre de 2020 y que, por cierto, sigue a la espera de su aprobación definitiva. Frente a esa parálisis del gobierno municipal, y viendo cómo el patrimonio se deteriora ante la mirada impasible de los responsables municipales, el Grupo Municipal Socialista ha propuesto tres medidas. La primera, que las concejalías competentes elaboren un Plan Integral de Recuperación, Mantenimiento, Conservación y Puesta en Valor de todos los elementos catalogados como BIC en el catálogo de protecciones aprobado provisionalmente en septiembre de 2020.
La segunda, que el Ayuntamiento de Alicante destine el 3% de su presupuesto anual a las labores de recuperación, mantenimiento, conservación y puesta en valor de los elementos de propiedad municipal catalogados como BIC hasta que el estado de conservación de dichos elementos requiera únicamente un presupuesto que garantice su mantenimiento. Y la tercera, que las concejalías competentes ejerzan cuantas acciones y competencias les otorgue la legislación para que los propietarios de los elementos catalogados como BIC en el catálogo de protecciones cumplan con su deber de recuperar, mantener y conservar el patrimonio cultural alicantino.
Por último, ha destacado que si el patrimonio de titularidad pública está olvidado, el de titularidad privada, salvo honrosas excepciones, está peor todavía. El Ayuntamiento, ha advertido Amorós, no cumple con su deber de incentivar y apremiar a que se conserve en las condiciones que merece porque no establece política o medida alguna. En ese sentido, ha pedido al gobierno del PP que mueva ficha, asuma su responsabilidad y tome medidas.