BENITATXELL. Los trabajos que se han llevado a cabo en la Cova de les Morretes de Benitatxell han sacado a la luz un tesorillo del siglo XIX, además de hallarse evidencias de estar habitada desde el siglo XVII. Un estudio etnológico y la restauración de la cavidad, encargado por el Ayuntamiento a la empresa Arqueo Inventario S.L., ha permitido dar con el hallazgo, un conjunto de monedas españolas del Gobierno Provisional y Alfonso XII, datadas entre 1869-1879.
La Cova de les Morretes es la primera de cuatro situada en la Ruta dels Penya-segats, un lugar único que cuenta con una de las vistas más espectaculares de la costa alicantina. No se tenía claro cuándo fueron construidas estas casas cueva, sólo la fecha de abandono, en torno a los años 50-60 del siglo XX. Sirvieron como refugio para personas de condición humilde que se dedicaban a la pesca y a la explotación de los bancales aledaños. Como complemento a su precaria situación practicaban el contrabando, muy posiblemente de tabaco.
La primera fase del proyecto ha consistido en el desbroce de la zona, la limpieza de la cueva y su virtualización por medio de fotogrametría y vuelo con dron. A su vez, se ha utilizado la detección metálica y es la primera vez que la intervención ha sido grabada y compartida en las redes sociales a través del canal de YouTube de “Arqueo Directo”.
Durante los primeros trabajos de limpieza se localizó una primera moneda, hecho por el cual los directores del proyecto se plantearon la posibilidad de utilizar la detección metálica como herramienta para determinar la posible existencia, o no, de más monedas u objetos que propiciarían una mayor información. Para estos trabajos se contó con la colaboración de Virgilio García, detectorista con una amplia experiencia contrastada y que cuenta con el canal de YouTube “Detección Metálica”, con cerca de 4 millones de seguidores.
La combinación de Arqueología y detección metálica propició unos resultados espectaculares, ya que permitió la detección y delimitación de un tesorillo, una ocultación de 67 monedas, que posteriormente fueron excavadas mediante metodología arqueológica y fotogrametría.
Además del tesorillo compuesto por monedas españolas del Gobierno Provisional y Alfonso XII, datadas entre 1869-1879, se ha evidenciado la presencia de otras monedas de diferentes épocas como una de Vittorio Emanuelle II de Italia 1861-1878, monedas de época franquista y un dobler mallorquín de 1665-1700 de Carlos II. Otros materiales cerámicos y utensilios como jarras, un bacín o un fragmento de lebrillo, han permitido ilustrar el modo de vida en estas casas cueva.
Muy probablemente el habitante de la cueva tuviera escondido su dinero para que nadie se lo robara mientras no estuviera allí. Parece que las monedas se encontrarían en una bolsa de cuero que se descompuso por el estrato negruzco y de compactación baja que las envolvía.
Ante el posible expolio del resto de cuevas tras la noticia de la aparición del tesorillo, la dirección facultativa junto con el concejal de Cultura y Patrimonio, Víctor Bisquert, determinaron intervenir en el resto de las cuevas. Este estudio preliminar permitió catalogar una nueva cueva y recuperar otros objetos, entre ellos unos aparejos de pesca y una serie de monedas que coinciden con la cronología propuesta para la Cova de les Morretes (último cuarto del S. XIX hasta mediados del XX).
Entre los objetos encontrados cabe destacar una bala que, tras consultar con los expertos de la Guardia Civil, dataron alrededor de 1850-1900, y un casquillo de un fusil Remington modificado, fechado entre 1889-1892, lo que concuerda perfectamente con la cronología aportada por los arqueólogos. Finalmente, en un pequeño abrigo de difícil acceso, se pudo localizar un dobler mallorquín de Carlos II y una bala de un arcabuz, fechados ambos a finales del S. XVII.
Cabe destacar que los trabajos realizados por Arqueo Inventario en la Cova de les Morretes y su entorno han sido seguidos por más de un millón y medio de personas gracias a las redes sociales, constituyendo una importante herramienta para la difusión y puesta en valor del patrimonio cultural y la Arqueología.
Como ha señalado el concejal de Cultura y Patrimonio, Víctor Bisquert, la intención es que, una vez concluyan los trabajos de restauración, la Cova de les Morretes pueda ser visitada de forma presencial y virtual, convirtiéndola en un lugar accesible para todas las personas. “Queremos preservar y proteger este emplazamiento y poner en valor los importantísimos tesoros que se han encontrado gracias a los excelentes trabajos de los profesionales de Arqueo Inventario”.
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