BENISSA. El proyecto de construcción de un hotel en la costa de Benissa entre la cala Els Pinets y La Llobella parece que se aleja y podría ser para siempre, si nada lo remedia. Este viernes a las 13 horas ha habido una comisión de Urbanismo para abordar la problemática surgida frente al convenio presentado por la empresa Benissa Natura. En ella, se ha decretado proponer al pleno la suspensión de licencias de obra de forma cautelar, durante un año, lo que supone de facto que el proyecto podría desvanecerse.
La mercantil propone la edificación de un alojamiento de baja densidad y para compensar al consistorio y tras meses de negociaciones se ha acordado que si el acuerdo sale adelante, la empresa cedería dos parcelas, en primera línea de mar, que suman 16.000 metros cuadrados que se destinarían a la ampliación del paseo ecológico que ahora acaba en Els Pinets.
Pero esta iniciativa no gusta nada ninguno de los partidos de la oposición, ni si quiera a Isidor Mollà, edil de CIBE, y responsable de Estrategia Urbanística. En cualquier caso en la sesión PSPV, Reiniciem Benissa, CIBE y Compromís han votado en contra de un documento elaborada para conocer los pros y contras de la iniciativa y ver qué decisiones tomar. Lo más llamativo es que hasta el PP ha votado a favor de este escrito, pese a ser este partido quien ha estado negociando el convenio y esta misma semana defendía las bondades de la inciciativa.
El documento es “resolución sobre petición consideración de propuesta de modificación puntual de ordenación pormenorizada 1/2022 del PGOU con anexo modelo de Convenio urbanístico en fincas registrales 12894 y 14243 de Benissa realizada por Benissa Natura S.L en R.E nº 3701/2022 de 30 de mayo”. Pese a lo complejo del título no es más que un archivo que cuenta que ya el “27 de julio de 2022 se exigió que el promotor de la propuesta acompañara una memoria justificativa que “analice la necesidad y oportunidad, impacto económico, el carácter no contractual de la actividad así como el resto de requisitos que establezca la legislación”.
El plan que ya ha salido a exposición pública y se han cerrado los plazos ha recibido 37 escritos en contra. Todo ello a pesar de que se trata de una parcela de suelo urbanísticos y por tanto cuenta con derechos para poder realizar allí una construcción.
La suspensión de licencias lo que permite ahora es abrir un periodo de debate para ver como dar la mejor salida a este tipo de iniciativas, ya que en el tramo de la Fustera, donde está la parcela de 55.000 metros donde se pretendía construir un hotel y nueve unifamiliares, durante los últimos cuarenta años se ha convertido en una gran zona verde junto al mar y es es lo que ha motivado que haya movimientos en contra y hasta una manifestación.
Pero es una superficie privada y donde se puede construir. Como conclusión, ahora hay una margen para realizar trámites y ver si se pueden buscar soluciones que satisfagan a partidos y a los propietarios, además de no tramitar el cambio del Plan General.