BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm ya tiene en sus manos el proyecto para conformar su anillo ciclista que recorrerá las calles del Rincón de Loix. Para ello, los técnicos municipales han redactado el documento que ahora lleva la concejalía de Movilidad con su edil José Ramón González de Zárate al frente y que pasará por comisión informativa el próximo lunes para su posterior aprobación en junta de gobierno local.
Hay que recordar que el proyecto ‘Anillo ciclista de Levante y ramales de conexión’ fue aprobado por el pleno y está basado en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), aprobado a su vez en junio de 2016.
El proyecto, redactado en agosto según figura en el mismo, recoge un presupuesto de 813.329 euros (984.128,36 euros incluyendo IVA), de los cuales, la mitad estarán sufragados por una subvención de los fondos Feder de la Comunitat Valenciana. Prevé un plazo de ejecución de cinco meses, algo que excede el tiempo que barajaba en su momentoel alcalde de Benidorm, Toni Pérez, quien auguraba poder terminarse antes de finalizar el año.
El anillo ciclista se extenderá desde la rotonda de la Comunidad Europea con Europa hasta la Ermita de Sanz, a través de la antigua N-332, y enlazará con el tramo realizado por la Diputación Provincial de Alicante en la CV-753 –la carretera que conecta con El Albir. Lo que conformarán unos 11 kilómetros de vías ciclistas.
Tal y como indica el texto, la actuación a desarrollar "trataría de solventar los problemas que
presenta Benidorm en cuanto a su movilidad ciclista. Se trata de conectar las principales zonas de la ciudad a través de una red mallada".
Para ello, diferencian dos tipologías: La primera corresponde a la implantación del carril bici de manera independiente y para cada sentido, como en la Av. De la Comunidad Valenciana o Bernat de Sarriá, donde el carril se obtiene a partir de los arcenes. Otra modalidad de este tipo de ramal estará en la Av. De Europa, donde los carriles bici circulan junto a la mediana, reduciéndose los carriles destinados a vehículos. La segunda tipología es aquellas donde se comparte el carril para ciclistas y vehículos, sin que se modifique la sección de la calzada, como proyectan en la Av. Severo Ochoa.
Entre algunas de las novedades, incluyen unas instalaciones que servirán para contar el número de ciclistas que pasan por una calle que registre el aforo. Además, podrán saber la dirección a la que se dirigen.
Asimismo, una de las decisiones que más han perseguido a las nuevas vías ciclistas de Benidorm: la protección en el asfalto para el ciclista y su separación con los vehículos. En esta ocasión, prevén distintas soluciones para ello, como pilonas de polietileno o separadores de plástico. En cuanto a señalizaciones, también prevé la de paneles informativos y ciclosenderos.