ALICANTE. Nerea Belmonte quiere entrar en escena. La exconcejal de Guanyar que podría tener el voto determinante para favorecer la continuidad del tripartito ante un posible relevo en la Alcaldía de Alicante -en el caso de que Gabriel Echávarri acabase presentando su renuncia- comienza a despejar sus posiciones.
En primer lugar, como publicó este diario, la ahora edil no adscrita -expulsada del tripartito por conceder contratos menores de manera directa a afines- insiste en exigir al primer edil "que se aplique el mismo trato que me aplicó a mí y que presente su dimisión" tras haber sido citado a declarar en calidad de investigado (la antigua imputación) por el presunto fraccionamiento de contratos del llamado caso Comercio.
"EL ALCALDE DEBE APLICARSE SU PROPIO CRITERIO Y DIMITIR O RESTITUIRME EN MIS COMPETENCIAS", INSISTE
De lo contrario, dijo, "queda obligado a restituirme en mis anteriores responsabilidades y retribuciones" como concejal de Acción Social y Vivienda "puesto que el argumento que usó para acordar mi destitución habría quedado invalidado". "En mi caso no hubo ni tan siquiera una infracción administrativa", recalcó.
Y en segundo término, se refirió a lo que podría considerarse una condición a la hora de decidir su voto, en el caso de que hubiese que elegir a un nuevo inquilino en la Alcaldía. Belmonte no concretó a quién estaría dispuesto a respaldar, ya que, reiteró, "todo depende de quién se presente y de que cuáles sean sus propuestas". No obstante, sí marcó distancias respecto a lo que no estaba dispuesto a respaldar. "No apoyaré a un gobierno en el que [el portavoz de Guanyar] Miguel Ángel Pavón pueda seguir siendo concejal de Urbanismo, y mucho menos, alcalde", concluyó.