ALICANTE. El PP de Alicante confirma la hipótesis: el actual presidente de la Federació de Fogueres, Manolo Jiménez, da el salto a la primera línea de la política (es afiliado del PP desde hace años, aunque no ha ejercido nunca ninguna responsabilidad orgánica ni institucional) para incorporarse a una candidatura municipal de la que, hasta este domingo, sólo se daba por segura su primera plaza, reservada para Luis Barcala. De hecho, la entrada de Jiménez no hace más que multiplicar las incógnitas pendientes por resolver sobre el resto de nombres que formarán parte de esa lista.
No es ningún secreto que, con Jiménez, el PP pretende dar un golpe de efecto: la suma de uno de los principales referentes sociales de la ciudad. Sin embargo, su fichaje no puede considerarse en sentido estricto una sorpresa. Primero, porque era una posibilidad que ya había trascendido a la opinión pública. Y, segundo, porque no es la primera vez que el PP pesca en el caladero de las fiestas. Lo hizo por partida doble durante los años de liderazgo de Luis Díaz Alperi con la suma del también expresidente de les Fogueres, Andrés Llorens (familiar de Jiménez) y con la de la exBellea del Foc, Laura Chorro.
Sin embargo, sí es un hecho sorprendente (y relevante) el puesto concreto en el que se prevé darle cabida en la papeleta electoral: el número 5. En esa ubicación, salvo debacle, Jiménez tendría prácticamente garantizada su entrada en la próxima corporación municipal. En la actualidad, el PP cuenta con 8 concejales en el salón de plenos y las perspectivas que se manejan de manera interna auguran que, tras la cita con las urnas del 26 de mayo, se podría conseguir un mínimo de 6 y un máximo de 10. Lo cierto es que, su presencia en la parte alta de la lista habría sido un requisito indispensable para que Jiménez aceptase el ofrecimiento: nadie podía pensar que estuviese dispuesto a renunciar a su mandato en les Fogueres (aún le quedaba un año en el cargo) si no tuviese asegurada su elección con ciertas garantías. Y eso suponía estar, como mínimo, entre los 6-7 primeros números.
Eso sí, la reserva de ese puesto complica todavía más cualquier pretensión de integrar al resto de supuestos aspirantes varones a figurar en la candidatura. La Ley Orgánica de Régimen Electoral (LOREG) exige un equilibrio entre sexos de modo que en el conjunto de la lista, además de en cada tramo de cinco puestos, los candidatos de uno u otro sexo no podrán estar representados en menos del 40%. Con Barcala y Jiménez, el PP ya tiene cubiertos dos de los cinco primeros puestos de salida con dos candidatos hombres: justo el 40%. ¿La conclusión?: como máximo, el PP podría incluir a otro hombre más para los puestos 2, 3 y 4, de manera que al menos figuren dos aspirantes mujeres en ese primer tramo.
¿Cuál es la variable escogida? Nadie parece saber nada cierto al respecto, salvo el propio Barcala. En su entorno se sostiene que es él quien dispone de autonomía para formar su propio equipo al contar con la confianza de las direcciones local, provincial, regional y nacional. En principio, los representantes del grupo municipal actual aseguran no conocer nada sobre cuál será la configuración de la papeleta, ya que el primer edil no se ha dirigido a ellos ni en conjunto ni a título particular para darles traslado de ninguna decisión sobre su posible continuidad.
Sea como fuere, sigue sin zanjarse una cuestión clave que tendrá un efecto dominó sobre el resto. Se trata de la posible presencia de César Sánchez en ese primer tramo de puestos de salida, con el fin de que, llegado el caso, pudiese dar el salto a la Diputación Provincial para repetir como presidente. El debate sigue abierto y se presume intenso. Parte del PP prefiere que Sánchez figure en la lista electoral de su municipio de procedencia, Calp, para que el PP de Alicante no pierda efectivos en el caso de que se diese la oportunidad de formar gobierno: lo que sucedería con su marcha a la institución provincial. Otra parte, por el contrario, cree que, desde la lista de Calp, Sánchez no tendría plenas garantías de convertirse en diputado. En el partido judicial de la Marina Alta está en juego el reparto de tres diputados (que hoy se dividen entre PP, PSOE y Compromís) frente a los ocho que están en liza en el partido judicial de l'Alacantí. Es decir, que su presencia en la papeleta de Alicante sí facilitaría sin problemas que, después, pudiese ser elegido para presidir la cámara provincial.
Una vez resuelto el encaje de Sánchez, quedaría por encontrar una solución para los regidores varones actuales. Se trata de Israel Cortés, José Ramón González y Carlos Castillo. Por ahora, la que parece más probable es la continuidad del primero. Cortés ha sido un estrecho colaborador de Barcala tanto en labores de oposición (es portavoz adjunto desde el principio del mandato) como en funciones de gobierno. De hecho, se le asignó dos de las concejalías de mayor peso: Infraestructuras y Servicios (lo que incluye la limpieza viaria). González también ha sido otro de los miembros del círculo de confianza de Barcala y es una de las personas a las que le une mayor vínculo personal.
En el PP hay debate sobre la inclusión de Sánchez en la lista de Alicante para ir a la Diputación: ese salto restaría efectivos en el caso de que se pudiese formar gobierno
Castillo, por su parte, estuvo volcado durante tres años en sus responsabilidades en la Diputación en su papel de vicepresidente y responsable de Hacienda, por lo que no tuvo un papel esencial en la labor del grupo municipal mientras ejercía la oposición. No obstante, tras el acceso del PP al Gobierno se ha convertido en uno de los principales puntales de su gestión: ha impulsado y negociado tres modificaciones de crédito del presupuesto de 2018 heredado del PSOE (entre ellas, la que supuso la cancelación del plan de ajuste) y ha conseguido que se apruebe inicialmente un presupuesto propio para 2019. Ese proyecto presupuestario pasará el examen definitivo en el pleno convocado para este martes.
Al margen de otros posibles fichajes, también se sigue especulando con la inclusión del presidente local del PP, Toño Peral, pese a las suspicacias que pudiese generar el hecho de que se reprochase su vinculación con la exedil del PP, Elsa Martínez, amiga de la máxima confianza de la regidora no adscrita, Nerea Belmonte, quien facilitó con su abstención que Barcala tomase la vara de mando tras la dimisión del socialista Gabriel Echávarri.
A todas esas dudas se añade la relacionada con la presencia de mujeres. Ya no tanto por su cantidad sino también por su identidad. Hasta ahora no se conoce ningún posible nombre de posibles candidatas, al margen de que prácticamente se pueda dar por cerrada la continuidad de Mari Carmen de España (portavoz del PP, concejal de Urbanismo e hija del expresidente de la Diputación y de les Corts, Julio de España). La inclusión de Marisa Gayo en la candidatura a les Corts por Alicante hace presagiar que no repetirá en la lista municipal. La vicealcaldesa, Mari Ángeles Goitia, ya habría deslizado en algunos de sus últimos actos públicos que su futuro probablemente no estará en el ayuntamiento el próximo mandato. Y no hay nada claro sobre el destino que pueda tener María Dolores Padilla. Por el momento, eso sí, no se ha especulado con ninguna posible candidata sustituta en el caso de que se confirme la probable salida de las tres últimas regidoras. Su relevo podría cubrirse con aspirantes tapadas, en la retaguardia. Por ahora solo se puede constatar la presencia cada vez más visible de la senadora Asunción Sánchez Zaplana en actos institucionales y citas sociales. Sánchez Zaplana encabezó la lista municipal en 2015 y ahora no repetirá en el Senado.