VALÈNCIA. (EP). El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha apelado este miércoles al "diálogo" para lograr "una solución equilibrada" en el conflicto de los taxistas y ha afirmado que el gobierno se ha trazado "una hoja de ruta basada en el diálogo, en escuchar y en atender" para lograr una salida en la que "todos puedan convivir en el transporte urbano".
"Estamos con las Comunidades Autónomas, con los representantes del taxi a nivel nacional y con los representantes de las VTC" ha dicho Ábalos que ha indicado que se trata de actuar ante "un problema heredado de años de no afrontar unas situación de desequilibrio que vive el sector". Ha agregado que el Gobierno "le preocupa enormemente la convivencia" y ha instado a mantenerla así como a respetar las normas.
El titular de Fomento, que se ha pronunciado de este modo tras firmar con el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, el convenio para la aplicación del Plan de Vivienda Estatal de la Comunidad Valenciana, tiene previsto reunirse esta tarde con representantes de las comunidades autónomas para "escuchar su opinión" en el citado conflicto.
Antes de encontrarse con los taxistas, el ministro ha manifestado a los periodistas que el Gobierno va a ser "inflexible" en garantizar la convivencia y ha pedido a los taxistas que "se mantenga el respeto a las normas" y "la convivencia".
Ábalos ha recordado que el taxi "tiene un carácter de servicio público" y los taxistas "tienen que ser coherentes con este papel y están llamados a ejercer una responsabilidad".
Un centenar de taxistas ha recibido al ministro de Fomento, Jose Luis Ábalos, en el Palau de la Generalitat, donde tiene una reunión con el president Ximo Puig, con gritos como "Ni un paso atrás", "1/30" o "Sí se puede" y en medio de un amplio dispositivo policial.
Los taxistas, que protestan por la proliferación de licencias de VTC, se han sentado ante la puerta principal del Palau de la Generalitat, en la plaza de Manises, y ante una de las laterales, en la calle Caballeros, que es por donde suelen entrar las autoridades que acuden a reunirse con el president, pero el ministro ha entrado por una tercera puerta, por la calle Batlia.
Los taxistas, que también han lanzado algunos gritos de "corrupto" o "ladrones", han decidido permanecer a las puertas del Palau de la Generalitat hasta que el ministro reciba a sus representantes, según han manifestado a los periodistas.