"el gobierno está tomando medidas por presión ambiental"

Ballester (Ineca): "El coronavirus ha cogido más preparado al sector privado que al público"

12/04/2020 - 

ALICANTE. El Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) está siguiendo de cerca la evolución de la pandemia del coronavirus y su impacto en la economía de la provincia. Los primeros sectores que obligó a cerrar el decreto del estado de alarma, turismo y hostelería, son los que más aportan al PIB de la Costa Blanca, y el confinamiento ha obligado a cerrar su negocio al 30% de los autónomos alicantinos, según la encuesta realizada por el instituto. Hablamos (por Zoom) con su presidente, Rafael Ballester, para hacer balance de la situación y tratar de anticipar cómo evolucionará.

-Las medidas adoptadas para frenar la pandemia han afectado especialmente a los pilares del PIB de la provincia. ¿Se puede hablar de un impacto específico del coronavirus en la economía de Alicante?

-Hay que esperar a conocer los datos por sectores, pero desde luego un número elevado de empleos dependen de las actividades que cerraron con el estado de alarma, como hoteles, restaurantes y pequeños comercios. En primera instancia, el cierre ha afectado claramente a la hostelería y los hoteles, que concentran un gran número de empresas y de empleados en la provincia. Esperemos a conocer el dato de afiliación y paro que dejan, pero como muchas empresas están usando el mecanismo del ERTE, ese impacto será 'invisible' en la estadística. Por usar una terminología similar a la de la pandemia, son datos 'en cuarentena', y luego habrá que saber si están para entrar en UCI.

-La vuelta a la normalidad de estos sectores no dependerá solo del levantamiento del estado de alarma. ¿Cómo podemos esperar que evolucione el turismo, habrá temporada de verano?

-El sector puramente turístico probablemente sea el que requerirá más tiempo para recuperarse, al estar muy condicionado por otras cuestiones. Por ejemplo, qué líneas aéreas quedarán después de esto, cuáles querrán volar a España, y cuáles podrán hacerlo. Independientemente de que se frenen los contagios en España, el sector va a depender mucho del contexto internacional, y pinta negro. Porque a lo mejor en Reino Unido no dejan volar a sus ciudadanos, o somos nosotros los que no los dejamos entrar, en función de cómo evolucione la pandemia y las medidas que adopte cada país. El Reino Unido ahora va por detrás de España.

"el turismo requerirá más tiempo para recuperarse, al estar condicionado por el contexto internacional"

-¿Ha quedado en evidencia la falta de una mayor 'Unión Europea' para afrontar esta crisis?

-Creo que es importante que la Unión Europea adopte una estrategia conjunta en este sentido, desde luego. Si vivimos en un espacio común, necesitamos una visión global. Aunque quizá haya que adoptar medidas más duras en unos países que en otros por el rebote. Pero es importante seguir adelante con las medidas que se están adoptando y hacer un seguimiento de cómo funcionan.

-Al margen del turismo y la hostelería, ¿el virus ha afectado también a la industria tradicional, al cerrarse vías de distribución?

-No hay aún datos claros, pero tenemos la intuición de marzo, y la respuesta es que sí. Hay empresas que se han visto afectadas directamente por el estado de alarma, otras que aunque podían seguir abiertas, no podían producir al no tener acceso a las materias primas, y además tampoco podían vender por carecer de soluciones logísticas o, directamente, porque venden en comercios minoristas que se han cerrado. Es el caso del calzado o el textil en Alicante. La norma no las obligaba a cerrar pero la situación económica sí.

-En cuanto a la construcción, ha estado parada dos semanas después de poder seguir en las dos primeras del estado de alarma, y parece que el martes vuelven a la actividad. ¿Es importante que sea así, es una medida acertada o prematura?

-Bueno, los promotores asociados en Provia, cuyo presidente, Antonio Fernández, es a su vez vicepresidente de Ineca, analizan la situación y la siguen día a día. Y están permanentemente hablando con las instituciones, con el Ayuntamiento, la Generalitat, la Subdelegación del Gobierno... Hay que hacer todos los esfuerzos posibles para coordinar la situación, porque de nada serviría intentar tomar atajos que luego provoquen que la situación se alargue. Hay que volver a la normalidad pero cumpliendo todas las medidas preventivas, y para eso la Administración tiene que acompañar, facilitando tests, elementos físicos de protección... que estén a disposición de las empresas.

-En la primera oleada de la encuesta que publicaron la semana pasada se destacaba que un 30% de los autónomos ha cesado su actividad. ¿Son el colectivo que peor lo va a pasar?

-Los autónomos y micropymes, que es lo que más tenemos en la provincia, y gran parte de esas micropymes son empresas familiares, tienen un problema importante que es el ingreso cero. Es decir, no se trata de que no puedan afrontar su deuda, porque en los últimos años ha habido una importante reducción de la deuda privada por contraposición a la pública, que ha subido, pero no ingresan. Es una situación que afecta a todos, desde la hostelería, que son la mayoría, a los servicios profesionales. Estando confinados no podemos consumir. Por tanto, sí, son el sector más sensible, porque se trata de un sector con ingresos medios que tras esta crisis está claramente en riesgo de pobreza. Hay que seguir su evolución en los próximos meses porque el nivel de exclusión social va a ser elevado. Esto ha sido un shock para la economía, y parece que el Gobierno ya está planteando aplazar la liquidación del próximo trimestre.

"los autónomos son el colectivo más sensible, tras esta crisis aumentará el riesgo de exclusión social"

-Más allá de los casos particulares, y con una visión de conjunto, ¿el sistema está preparado para afrontar este shock? Me refiero al sector bancario, a las familias, a las pequeñas empresas, a los Presupuestos Generales del Estado que financian esas medidas de apoyo que se aprueban pero que deben nutrirse de los impuestos que pagan todos los anteriores...

-Mi impresión general es que esta crisis ha cogido más preparado al sector privado que al público. La espiral de deuda de la Administración es un problema porque le falta liquidez y eso condiciona mucho el margen de actuación. Esto creo que explica esas dudas en la adopción de medidas, muchas de las cuales se están tomando por presión ambiental. El sector privado es más resiliente, pero claro, la resiliencia tampoco es infinita. Me consta que los bancos, a los que citaba, están trabajando a destajo para favorecer la liquidez poniendo esos créditos ICO en la calle. Lo importante es el filtro que se aplica, para que llegue a donde realmente hace falta. Hay que cuidar el mercado ahora, porque lo que cuidemos ahora será lo que tendremos dentro de cuatro meses. Y para eso tenemos que implicarnos todos, principalmente empresas, proveedores y consumidores. Debemos ser responsables y conscientes de que vamos en el mismo barco.

-Por último, ¿cómo valora las medidas de apoyo económico que están adoptando el Gobierno y la Generalitat?

-Hay que analizarlas en su conjunto. Como decía antes, muchas medidas se están tomando por la presión de empresas o trabajadores. Lo positivo es que está habiendo mucho diálogo social, y que las medidas autonómicas están complementando las estatales. Es importante que sean compatibles, por ejemplo para los autónomos, para facilitar que puedan acceder a todas. Ahora el principal reto de la Administración es la gestión, ser rápidos para que el dinero llegue lo más pronto posible. Pero en general, muchas de estas medidas se podrán valorar cuando tengamos datos sobre su nivel de implementación. Ahora aún están resolviendo la avalancha de ERTE que se presentó en los primeros días.

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