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el grupo reduce al mínimo legal el capital de su filial gallega

Babcock sanea la antigua Inaer para la venta: 1,3 millones para compensar pérdidas en Galicia

11/03/2022 - 

ALICANTE. El grupo británico Babcock sigue preparando el terreno para abandonar España. Esto es, vender el negocio de la antigua Inaer, la empresa de helicópteros con sede en la localidad alicantina de Mutxamel que adquirió en 2014 al hacerse con el grupo italiano Avincis, de la familia Bonomi. Como adelantó Alicante Plaza en noviembre, los planes son cerrar la venta en este ejercicio, y obtener al menos 300 millones de euros. Para ello, Babcock ha comenzado a sanear el conglomerado de empresas, con varios años de pérdidas a sus espaldas.

Esta misma semana, el grupo británico ha registrado una drástica reducción de capital en su filial Babcock MCS Galicia, con la que opera en dicha comunidad autónoma donde tiene su segunda base más importante tras Alicante. La reducción, de más de 1,3 millones de euros, tiene como objetivo cubrir las pérdidas de los últimos ejercicios y restablecer el equilibrio patrimonial de la sociedad, dado que tenía un agujero de casi 900.000 euros en sus recursos propios.

De esta forma, el capital social de la filial gallega de Babcock (domiciliada desde 2020 en Mutxamel como el resto del grupo, a excepción de la sociedad 'holding', en Madrid) queda reducido al mínimo legal, apenas 3.000 euros, pero a cambio la firma restablece el equilibrio patrimonial y obtiene un 'colchón' de cerca de medio millón de euros en recursos propios. En su último ejercicio, en plena pandemia, Babcock Galicia facturó 4,7 millones (-31%) y perdió 2,5 millones.

El movimiento de restablecimiento patrimonial en Babcock MCS Galicia no es el único que ha tenido que llevar a cabo el holding británico de transportes desde que encargó al banco de inversión británico HSBC la venta de Inaer. El grupo ha tenido que inyectar varios millones en forma de aportaciones de socios a las firmas españolas para compensar la espiral de pérdidas en la que entró su negocio a partir de 2018, y que ha llevado a la matriz a decidir abandonar España.

Recuperar una sexta parte de la inversión

La idea es dejar de operar los servicios de emergencias y antiincendios en nuestro país este mismo año, y meter en la caja alrededor de 300 millones de euros. Es decir, recuperar una sexta parte de lo que pagó hace ocho años por el negocio de la antigua Inaer. Babcock lleva varios meses sondeando el mercado, tal como adelantó este periódico, dentro de una política de desinversiones que la ha llevado a vender su negocio de plataformas en Europa y Australia, Bond Aviation, y luego Frazer-Nash Consultancy, de la línea marítima, a KBR por cerca de 300 millones de libras.

El objetivo es deshacerse de las divisiones que la compañía considera menos rentables y generar con ello ingresos con los que reducir la deuda neta del holding. Y el negocio de Avincis, y por tanto el de la compañía alicantina que formaba parte del grupo italiano, recibió la etiqueta de 'no rentable' el pasado marzo, al cierre del ejercicio 2020/21 de la firma británica. Desde entonces, aunque el CEO de Babcock, David Lockwood, ha rechazado hablar abiertamente de venta, la compañía ya ha sondeado a varios fondos de inversión interesados en el sector con la intención de abandonar cuanto antes España.

Porque lo que sí ha reconocido en público Lockwood, la última vez en la presentación de resultados del pasado julio, es que la compra de Avincis, que incluía el negocio de Inaer en España, se ha quedado muy lejos de ofrecer los resultados esperados. A pesar de que la firma de helicópteros con sede en el aeródromo de Mutxamel no tiene rival en nuestro país y sigue sumando contratos millonarios con la Administración, la rentabilidad no acompaña.

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