ELCHE. Del "siento que regalamos los tres puntos" del técnico Sebastián Beccacece al "podemos perder pero siendo nosotros mismos, la segunda parte ha sido una vergüenza" de Aleix Febas. La autocrítica y propósito de enmienda presidía el discurso de los dos principales protagonistas del Elche tras la inesperada, por el fondo y por la forma, derrota encajada a manos del Cartagena este domingo.
El técnico apuntaba a la falta de acierto de los suyos en el primer tiempo y de reacción en el segundo como causas del resultado adverso: "La primera parte debimos acabarla con dos o tres goles de ventaja, hicimos méritos para ello [...] el gol del empate nos impactó mucho, si no se puede ganar, no hay que perder: en el segundo gol estamos mal posicionados, con falta de comunicación en el segundo gol", decía Beccacece, antes de lamentar, también en voz alta, que los suyos hubiesen dejado de hacer lo que mejor hacen.
El técnico, cómo no podía ser de otra manera, abogaba por aprender de lo sucedido y trabajar enfocados en el siguiente envite, el que llevará a los suyos a verse las caras el próximo viernes en el Carlos Tartiere con el Real Oviedo.
En cuanto a Febas, una vez más uno de los mejores del Elche (fue el asistente en el gol de Óscar Plano), pero que también se apagó en el segundo tiempo, hacía gala de aún más autocrítica que el entrenador, pues llegaba a decir lo de que "podemos perder pero siendo nosotros mismos, la segunda parte ha sido una vergüenza".
El mediocentro ilerdense era el primero en reconocer que había tenido menos participación en el segundo tiempo que en el primero, algo que achacaba a la intensidad del rival, a que "presionaban más", pero que no les había cogido por sorpresa porque, confesaba, lo habían hablado en el descanso: "Sabíamos que ellos tenían que ir a ganar, están necesitados de puntos y tenían que ir a pecho descubierto", al tiempo que reconocía que se les había atragantado el cambio de dibujo del Cartagena, pasando a jugar "con dos delanteros rápidos que hacían daño a la espalda".
"Como dice el míster, nos podemos renunciar a ser nosotros mismos; si nos presionan, pues debemos intentar salir de esa presión con compases, buscando los espacios o con conducción", sentenciaba.
