'Hipogea, el hueco interior'

Aurelio Ayela: el azar y unas rondas

3/11/2021 - 

ALICANTE. Me gustó mucho, muchísimo, acudir hace unos días a la exposición de Aurelio Ayela en el Museo de Aguas de Alicante, los Pozos de Garrigós de toda la vida, regentados ahora por Aguas de Alicante. Y me gustó porque va y resulta que estaba el mismísimo Aurelio, que rápidamente se prestó a hacernos una visita guiada para contarnos con toda la lujuria de detalles Hipogea, el hueco interior, que es el título de la muestra. 

— Aurelio, ¿nos puedes explicar un poco todo esto, sin romper la polisemia del discurso artístico, siempre sujeta al gusto del espectador?".
— Sí. 

Y allá que se puso. Bien. "Es el retroceso uterino hacia el encuentro profundo con uno mismo". Esto no me lo contó a mí. Se lo contó hace tres semanas a Daniel Terol. La densidad de la apreciación resume en buena medida la exposición, en un marco incomparable, perdón por la cursilería, y gracias a que Aguas de Alicante tiene de director de comunicación, y de otras cosas, a Martín Sanz, siempre moderno, siempre culto.


Las propuestas de Aurelio son atrevidas, sensibles, inteligentes... medidas al milímetro. Ha intervenido hasta en los surcos de las tinajas de Garrigós en el intento de construir un relato global. Y eso me gusta muchísimo porque es una reivindicación del concepto como agente transportador de la expresión y de la agitación artística: desde Duchamp a Marina Abramovic, con escala en Josep Beuys

Cito a Abramovic porque al final me he rendido, tras mil dudas. No escribo más de esto porque el objetivo de estas líneas no es otro que el del azar. Me topo en la expo con Isabel Tejeda, cara amiga. Y con María Dolores Mulá (por fin he colgado un cuadro suyo en el salón, tras diez años en el suelo...). Y con Jesús Zuazu, artista poliédrico y polemista. Y con Toño Savall, artistazo guapo de las Hogueras (guapo por dentro, también por fuera). Y con Maurice, siempre Maurice. 

No estaba previsto: se habían conjurado los astros en el barrio de San Roque. Así que nos fuimos todos a tomar el vermú a un bareto (muy bueno) que regentan unos polacos justo enfrente de los Pozos de Garrigós. Isabel es nuestro nexo, así que les reto a otra kedada, en San Roque o en el Raval Roig.

Aurelio nos explica la patafísica. Isabel, la metafísica; y su próximo viaje a México DF. Jesús lo explica todo porque siempre tiene explicaciones para todo (menos para el cine). Toño nos explica que su sector, y él en concreto, va saliendo de la crisis. Y al final, que es lo que quería explicar, transmutamos el concepto por el azar (bendito). Enhorabuena, Aurelio: tu arte nos mueve, nos conmueve, y nos agita.

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