VALÈNCIA. La expansión empresarial de Atitlan en 2023 supuso para la compañía valenciana su consolidación como grupo multisectorial industrial y de servicios con una facturación de 236,67 millones de euros, un 24% superior a la del año anterior. La diferencia entre ambos ejercicios fue notable en cuanto a la composición del grupo, pues en 2022 vendió sus plantaciones de olivos y almendros y al año siguiente invirtió en diversas empresas del sector alimentario, logístico e inmobiliario.
El resultado extraordinario por la venta del negocio de olivos y almendros en 2022 disparó el beneficio de la compañía a 73 millones de euros, mientras que en 2023 el resultado extraordinario fue de 'solo' 1,2 millones. El grupo propiedad de Roberto Centeno y Aritza Rodero logró el año pasado un ebitda recurrente de 15,2 millones, un 27% superior al del año anterior, con un beneficio neto de 2,3 millones.
Según consta en la memoria publicada en la web de la compañía, la principal diferencia entre ambos ejercicios fue la incorporación al perímetro de consolidación de la empresa de transportes Anymore, de Frutas Tono y de diversas sociedades del sector energético y agrícola.
Atitlan siguió desarrollando en 2023 su grupo de compañías agrupadas en cuatro divisiones, la más importante de las cuales es la agroalimentaria, donde cuenta con empresas como Elaia, Guillem Export, Sea Eight o Frutas Romu. Además, cuenta con la divisiones inmobiliaria (ATDI), energía (Helios), industrial y servicios (Padel Galis, Imex Products, Improving Logistics, Anymore Transport, The Bridge) y soluciones financieras (Terram Capital).
La relevante desinversión efectuada en 2022 en olivar y almendros permitió, además, destinar nuevos recursos a los sectores estratégicos donde Atitlan está presente. Algunos de estos proyectos son inversiones inmobiliarias muy conocidas, como el terciario del Nou Mestalla o el PAI del Grao, en València, mientras que otros responden a diferentes apuestas estratégicas del grupo, como son el sector agro y la transición energética.
"A pesar de las incógnitas, hemos mantenido una estrategia firme de inversión selectiva en todas nuestras participadas. Confiamos en que esta apuesta decidida, basada en un análisis profundo y una visión estratégica a largo plazo, se verá reflejada en los próximos años, generando un crecimiento sostenido y rentable", expresan Centeno y Rodero en la carta que acompaña a la memoria anual. Y añaden los fundadores: "2023 ha sido un año intenso y de gran actividad, donde hemos consolidado nuestras plataformas de crecimiento,
plantando las semillas que nos permitirán afrontar un desarrollo más sólido en los próximos años. Y hemos conseguido todo esto manteniendo un balance fuerte, con una posición de caja holgada y un endeudamiento contenido".
La memoria destaca que el grupo valenciano "sigue comprometido con la generación de un impacto positivo en las empresas donde participa en una triple vertiente: medioambiental, social y de gobernanza, alineado con sus principios de sostenibilidad y responsabilidad", y recuerda que participa en iniciativas filantrópicas vinculadas con el acceso a la educación y a la igualdad de oportunidades.